PROHIBIDO.

Capitulo catorce.

" NO SE OLVIDEN DE SACAR LA BASURA; SOBRE TODO LA ACUMULADA EN LA CABEZA Y EN EL CORAZÓN".

— Acción poética Bolivia.

El camino fue silencioso, encendí el radio y estaba sonando una canción nueva de Cardi B y Bruno Mars, por alguna razón Mateo el canto de principio a fin, la canción era muy buena, la voz de Bruno Mars siempre me había parecido muy placentera, todas las canciones de él eran muy buenas y llegaban a millones de vistas en YouTube.

El canal de radio en el que estaba era muy bueno, de todo un poco, cuando yo no me sabia una canción Mateo la cantaba completa. Pasamos por muchas calles, llevábamos más de veinte minutos en el auto, ya me estaba asustando, no sabía a qué lugar me iba a llevar. Cinco minutos después entramos a una calle en la cual se escuchaba la música a leguas, había mucha gente fuera de esa casa.

Bajamos del auto y fuimos en dirección a la casa, tenía un olor muy fuerte a alcohol y a marihuana, antes de entrar a la casa nos pusieron unas manillas fluorescentes, después de eso nos adentramos en la casa, la música era buena, mucha gente bailando, besándose asquerosamente, mujeres con muy poca ropa. Lo normal en una fiesta. Mateo me sostenía de la muñeca para no perderme, nos detuvimos en un sofá en el cual había un grupo de chicos, exactamente tres hombres y dos mujeres.

Cada uno saludo a Mateo como amigos de hace mil años, mientras yo solo miraba hacia otro lado.

—Chicos, les presento a Ali, la hija de la novia de mi padre. Ali, ellos son: Rachel, Annie, Matthew, Christopher y Asthon. —dijo señalando a cada uno de ellos.

—Bienvenida al grupo de los desadaptados. — dijo Matthew. —Toma asiento por favor, ¿Quieres algo de beber?

—Gracias, una Sprite estaría bien.

Mientras se alejaba vi como todos seguían hablando normal, minutos después llego Matthew con mi Sprite y se acomodó al lado mío.

—Cuéntanos Ali, ¿de dónde eres? —me pregunto Annie.

—Nací en California, toda mi vida he vivido ahí, es la primera vez que vengo a Miami.

—¿Así que a parte de nosotros no has socializado con más personas? —preguntó Rachel.

—Se podría decir que no. —dije dándole un trago a mi bebida.

—Desde ahora seremos tus amigos, ya eres parte del grupo Alicia. —dijo Asthon con un tono de alegría en su voz.

Todos eran muy amigables conmigo, me contaron muchas de sus travesuras cuando estaban en el instituto, me preguntaban sobre mi vida en California, sobre cómo me sentía al vivir al lado de Mateo. La noche fue transcurriendo tranquilamente.

Después de un rato Christopher había traído vodka para todos, el cual rechace porque nunca había tomado, solo cerveza, pero sin alcohol así que no sabía si eso contaba.

Note que Mateo casi no estaba prestando atención a lo que los chicos hablaban, como si estuviera buscando algo o, mejor dicho, a alguien.