Capítulo veinticinco.

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"Ven y rompeme la ropa, el corazón puede esperar".
-Manuel Ignacio.

Dedicado a: Isa_Betancour01. ( ̄3 ̄)

¿Por qué en este preciso momento tenía que aparecer ella? Todo iba tan bien hasta que ella apareció. No dejaba de manosear a Mateo y eso hacia que mi sangre hirviera, y lo peor de todo es que el no hacia nada para detenerla.

No había notado el pequeño atuendo que tenía Manddy puesto, contaba de un crop top blanco y un short muy diminuto, este dejaba ver el inicio de sus glúteos. Esto era desagradable y bastante incomodo, no quería seguir viendo su "escena" para eso están los moteles.

Quería irme de ese lugar, toda la felicidad que sentía de había ido cuando ella llegó, todo iba tan bien, pero como siempre, alguien tenía que romper esa burbuja.
Habían pasado ya casi quince minutos, los cuales Manddy y Mateo se besaban, ella lo tocaba de una forma desagradable y lo peor de todo era que el no hacia nada para detenerla, ella había bajado un poco más su crop top y posicionó la mano de Mateo en su seno.

—Quiero irme a casa —dije en tono alto-, ahora.

—No te enfades cuñadita, si te quieres ir pues coge un taxi —maldita zorra, como se atrevía a llamarme "cuñadita".

—Cállate zorra —digo cabreada —, los animales no hablan.

Todo se quedó en silencio, la expresión que tenía Mateo en su rostro no descifraba nada para mi, en cambio Manddy, estaba totalmente sorprendida y con una mano en su pecho, dramática.

—¿Puedes o no llevarme a casa? —pregunté, Mateo trataba de que saliera alguna palabra de su boca, pero no podía.

—Esta bien, espero y su noche sea duradera. Idiotas. —dicho esto agarré mi peluche gigante, mi mochila y encaminé hacia la salida.

Sentía la sangra caliente correr por mi cuerpo, estaba llena de ira, y muchos más con Mateo, prefirió quedarse con ella, pero esta bien, se va a arrepentir, todos lo hacen.

Seguí mi camino tarareando una canción hasta llegar a la salida del parque de diversiones, casi todas las personas estaban por irse, había una gran fila para poder tomar un taxi, así que no tenía otra opción, prefería esperar por un taxi que irme caminando.

(...)

Pasó media hora para poder montarme en un taxi, si me hubiera venido caminando ya estaría en casa, o cerca de ella.

El conductor ayudo a montar mi gran oso panda al taxi y después a mi, el oso panda ocupaba casi todo el espacio de atrás, así que no tuve más opción que sentarme en la silla del copiloto. Gracias al cielo que la carretera estaba despejada, así que gracias a eso llegue rápido a casa, pagué lo que debía y saqué mi gran oso panda por la puerta del taxi.

Dejé el oso en el suelo para poder buscar las llaves en mi bolso, las encontré rápidamente y abrí la puerta, todo estaba oscuro, así que supuse que mi madre y Benjamín estarían dormidos. Subí las escaleras arrastrando el oso, era muy pesado para mi, mi única opción era esa. Llegué a la puerta de mi habitación y la abrí, empujé con mis pies al oso y traté de ponerlo encima de la cama, termine sudorosa después de ese gran esfuerzo.

Me quité toda la ropa y busque algo cómodo para poder dormir, así que busqué un top blanco que me gustaba mucho pero solo lo utilizaba para dormir y un short color crema con algunas flores moradas y naranja claro. Me quité la máscara para pestañas y todo lo que había puesto en mi rostro. Después de eso me dirigí a mi cama, me acurruqué con el edredón y abracé al oso panda, era muy cómodo. Estaba a punto de soñar con Cole Sprouse hasta que mi teléfono me saca de esa ensoñación, no quería contestar, ¿Quién me llamaba a esta hora? Exacto, nadie.

Estiré mi mano un poco hasta llegar a mi mesa de noche y ver de quien era la llamada. Mi corazón dio un vuelco de 360 grados al ver el nombre de la llamada entrante, era una llamada de Mateo.

«Contéstale, no seas estúpida » me regañaba mi voz interna, pero no quería hacerle caso, no iba a estar a su disposición siempre, debía de tener un poco de dignidad, o lo poco que me quedaba.

Ignoré el teléfono y el molesto ruido que emitía de éste, me estiré un poco para poder ponerlo en silencio pero se cayó de la mesa de noche, maldecí por lo bajo antes de ponerme de pie para poder buscarlo. Estaba en mi búsqueda cuando tres golpes en la puerta de mi habitación hicieron que saltara del miedo. ¿Quién se atrevía a tocar mi puerta a esta hora?. Busqué mis pantuflas para pode encaminarme hacia la puerta, estaba a punto de tocar la perilla cuando volvieron a tocar otra vez.

—Maldición, ten un poco de respeto por el sueño ajeno, —dije con tono molesto. —¿Qué quieres?.

—¿Podemos hablar Alicia? —preguntó Mateo con tono de súplica . No quería hablar con el, se hubiera quedado hablando con la hermosa Manddy, nótese el sarcasmo.

—¿Hablar de que Maldonado? —era la primera vez que lo llamaba por su apellido, pude notar como una mueca de asombro, pero duró tan poco, que hasta dudé que estuvo en su cara.

—De lo que pasó Alicia, ¿Por qué te viniste sola? Te llamé muchas veces, estaba preocupado. —respondió, en su voz había un tono notablemente enfadado, pero no me importó.

—No quería arruinar tu noche, estabas muy cómodo y no te quería interrumpir, espero que hayan disfrutado su momento —dicho esto me adentré en mi cuarto, no quería seguir teniendo esa estúpida "discusión" si es que así se podría llamarle.

—No quería disfrutar nada Alicia, quería disfrutar contigo, pero llegó ella...—trataba de buscar las palabras adecuadas pero no podía.

—Y no hiciste nada para detenerla Mateo. Permitiste que me quedara viendo su espectáculo en vez de retirarla de encima de ti. —mi voz sonaba entrecortada, odiaba mucho esa parte de mi. Cuando me da mucha rabia mi voz suena entrecortada. —Además, no debiste preocuparte por mi, sé cuidarme sola.

—¡Maldición Alicia! No sabia que hacer, quedé en shock, te juro que no sabia como quitarla de encima, estaba muy incómodo y tu notaste eso. Cuando te fuiste, salí corriendo a buscarte, fui a la salida del parque de diversiones y no te encontré, habían muchas personas esperando un taxi. Después de eso te busqué por todo el parque Alicia, te busqué como no tienes idea, te llamé millones de veces pero no cogiste ninguna llamada.

—No tenias que hacer eso Mateo, no quiero explicaciones — aunque si las quería, pero mi orgullo era más grande que eso.

—¿Por qué no lo entiendes Alicia? Me tienes como un idiota desde que llegaste —noté como las hermosas venas de sus brazos se notaban mucho más.

—N-no te entiendo... —era una estúpida, sabía a que punto quería llegar.

Me sorprendí un poco al ver que de dos grandes zancadas Mateo estaba frente a mi. Sus ojos tenían un brillo totalmente hermoso, su cabello estaba totalmente desordenado, como si hubiera pasado muchas veces sus dedos entre las hebras con mucha frustración. Su pecho subía y bajaba igual que el mío, estaba muy nerviosa.

Me tienes loco Alicia Mccarthy. —dicho eso, tomo mi rostro con sus grandes manos para acariciar mis mejillas, estaba muy asustada, quería protestar pero mi cerebro no conectaba conmigo. Mateo acercó más su rostro al mío, yo solo quería que me besara hasta cansarme, hasta quedarme sin respiración. Sentía su aliento muy cerca de mi boca, y acorto la pequeña distancia que había entre nosotros.

(づ ̄ ³ ̄)づ
HOLAAAAAAAAAA
Espero que me hayan extrañado un poquito (︶︹︺)
Perdón por no actualizar antes, estaba muy corta de imaginación, además, tuve un pequeño problema con Wattpad, ya que no aparecía ni mi historia y mucho menos mis seguidores, pero no se preocupen, ya todo esta solucionado.
Trataré de actualizar lo más pronto posible.
Ya casi llegamos a las 2k vistas!!!!!
No saben lo feliz que estoy por esto, cuando empecé con este proyecto no creí que me iba a ir tan bien, muchísimas gracias a todos de verdad. 💛😳
Por favor comenten, voy a dedicar capítulos. 🐰
Los leo. 🍀🌋

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