PROHIBIDO.

Capitulo veintidós

"Esres de quien te hace descubrir todo el amor que puedes dar".

- Elena Poe.

Mateo.

Y lo hice... La besé.

No sé de dónde saqué el valor, pero lo hice. Mi sueño frustrado se cumplió, cuanto daría por hacerlo otra vez. Volver a sentir sus labios en los míos, sus manos acariciando mi rostro. Cuando la besé sentí que algo se derretía dentro de mí, que me dolía de una manera exquisita. Todos mis anhelos, todos mis sueños y dulces angustias, todos los secretos que durmieron profundamente en mi despertaron, todo fue transformado y encantado. Todo tenía sentido.

—P-pero ¿Por qué hiciste eso? —estaba sorprendida. Ella quería que le respondiera, pero yo no sabía que decir... ¿Qué le diría? Oye Alicia, te besé porque me gustas. Ni loco le diría eso. Nunca.

—No lo sé. —dijo con mi cabeza gacha. Solo espero que después de ese beso no cambie nada entre nosotros. Aunque eso siempre pasa, un beso lo jode todo.

—Estoy muy sorprendida por esto Mateo. —tenía su hermosa sonrisa de oreja a oreja, y sus ojos tenían un brillo indescriptible, ¿Le habrá gustado el beso?

—Perdóname, no debí hacerlo, solo que ¡Maldición! —tapé mi rostro con mis manos fuertemente. —Solo no me pude resistir, eres tan hermosa Alicia, acabo de cumplir mi sueño frustrado. Y te juro que no era un capricho.

—No sé qué decir —se veía muy confusa, estaba tratando de analizar la situación. —¿Podemos irnos? Ya está un poco tarde.

Asentí

Fuimos saliendo poco a poco del frondoso bosque, dejando todo ese paisaje atrás, no quería que Ali se sintiera indiferente por aquel beso. Todo era culpa mía, si no la hubiera besado nada de esto estuviera pasando. Si fuera por mi estaría todo el tiempo llenándola de besos, porque nunca nadie me generó tantas cosas hermosas como ella lo hace.

Subimos al auto y conduje hasta nuestra casa, el ambiente estaba muy incómodo, solo podía escuchar la respiración de Alicia, tenía su cabeza recostada en la ventanilla, su mirada estaba perdida, por un momento pensé que se había dormido con los ojos abiertos, pero no fue así, después de un rato reaccionó y se acomodó en una mejor posición. Vi que estiraba su mano hasta llegar a la radio, cambiaba y cambiaba las estaciones de radio, pero ninguna era buena, así que se decidió por conectar su celular vía Bluetooth.

Puso una canción de Billie Eilish, me gustaba esta cantante, su voz era celestial, era impresionante lo fina que era su voz. No había escuchado esa canción, creo que era la que habia lanzado hace poco.

(Baby, I don't feel so good
Six words you never understood
I'll never let you go
Five words you'll never say (aw)
I laugh alone like nothing's wrong
Four days has never felt so long
If three's a crowd and two was us
One slipped away

I just wanna make you feel okay
But all you do is look the other way, mm
I can't tell you how much I wish I didn't wanna stay
I just kinda wish you were gay).

(Cariño, no me siento tan bien
Seis palabras que nunca entendiste
Yo nunca te dejaré ir
Cinco palabras que nunca dirás
Me río sola como si nada estuviera mal
Cuatro días nunca se han sentido tan largos
Si tres son multitud y dos somos nosotros
Uno se escapó

Solo quiero hacerte sentir bien
Pero lo único que haces es mirar hacia otro lado
No puedo decirte cuánto desearía no querer quedarme
Solo me gustaría que fueras gay).

¿Por qué diablos querrías que la persona que te gusta fuese gay? No entendía esa referencia. Alicia siguió cantándola, me encantaba la vos de Alicia, la forma en que movía sus hermosos labios rosados al pronunciar una palabra, los gestos que hacía con esta, y ni hablar de sus ojos, se parecían mucho a los de mi madre.

—Si no dejas de mirarme no llegaremos vivos a casa. — dijo sacándome de mis pensamientos.

Seguí conduciendo, estaba muy cansado, Ali cerraba poco a poco sus preciosos ojos, faltaba poco para llegar a casa así que solo traté de acelerar para que Ali pudiera dormir bien, y no se despertara un con terrible dolor de cuello por la posición en la que estaba.

Diez largos minutos después llegamos a casa, al momento de frenar en frente de la casa Ali despertó.

—¿Qué hora es Mateo? —preguntó tapando su cara con las manos.

—Son casi las doce, no te preocupes. Procura no hacer tanto ruido —le pasé las llaves de la casa. —Entra, ve a tu habitación y te acuestas, estas muy cansada. —me dió un beso en la mejilla como despedía. No iba a poder dormir.

Saque algunas cosas de mi auto y entre a casa, puse los seguros y subí a la segunda planta, iba a dirigirme a mi habitación, pero algo me decía que fuera primero a la de Alicia, mi corazón y cerebro se debatían ¿Voy o no voy?

A la mierda todo.

Di la vuelta y caminé dos pasos hacia su puerta, toque, pero no recibí ninguna aprobación del otro lado. Entre, todo estaba oscuro, la vi acostada en su cama, como si de un ángel de nieve se tratase, no se quitó la ropa que tenía puesta, mucho menos sus zapatos.

Me dirigí hacia ella y quité lentamente sus zapatos, tenía medias muy bonitas, eran de unicornio. La tapé un poco con las frazadas, iba devuelta, y escuché su voz, hizo que mi piel se pusiera de gallina en un santiamén.

—¿No me darás mi beso de buenas noches? —preguntó estirando su mano y haciendo movimientos con esta para que me acercara, me acerque poco a poco y me senté en la cama, ella también lo hizo, esta vez sí estaba despierta. La miré y vi esa mirada que me volvía loco, estaba a punto de besarla otra vez, sus labios estaban rozando los míos, me moría por sentirlos, por jugar con su lengua. Me acerqué hasta besarle, como estaba deseando, su tacto ardía en mi piel, mis manos seguían en su rostro, su hermoso rostro, este es el mejor día de mi vida. —Descansa.

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GRACIAS POR ESPERARME, ME DEMORÉ MAS DE LO QUE PENSABA, ESA CAP ESTA UN POCO CORTO, EL PRÓXIMO SERA MUCHO MEJOR QUE ESTE.

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