Mi vida real oculta a la sociedad

Conspirado

Después de ver a Pilar en acción, aprovechando cada una de sus cualidades y contactos me di cuenta que era una mujer más poderosa de lo que me imaginaba, con muchas influencias. Definitivamente de Gertrudis no tenía ni un pelo.

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Su plan era a mediano plazo, no duro días, ni semanas, se tomó varios meses y le dedicó bastante tiempo para hacer que sucediera.

Planeó paso a paso cada uno de los aspectos, arriesgo solo con los que no podía controlar, dejó algunos cabos sueltos con la confianza de que en algún momento se iban a cerrar.

Había visto varios logos en su trusa, su bicicleta era de buena marca y salía varias veces a la semana a la misma hora en ella, suponiendo que como mínimo estaba en algún club o equipo. Tardamos unos días, hasta que dimos con el lugar de entrenamiento y tenía toda la razón, estaba en un club.

Después buscó en su empresa financiamiento deportivo a cambio de promocionarse en las trusas. Esta fue la parte mas difícil, pues la tramitología para ello duro varias semanas, solicitó un cupo y le asignaron dos. Luego de que se lo aprobaron estuvo en el club donde entrenaba para contarles de lo que quería hacer su empresa: 1 año inicialmente y dependiendo del desarrollo renovable cada año. Les proporcionaban toda la indumentaria y les pagaban los gastos para las competencias nacionales.

El entrenador la llevó a conocer todo el lugar y le contó que dentro de poco realizarían un torneo. Habían varios novatos prometedores a los que les caería muy bien la ayuda. Se los mostró entrenando y efectivamente entre ese grupo estaba ella.

Ahora todo estaba en manos del destino. Ni siquiera fuimos a la competencia, era demasiado obvio si lo hacíamos. Simplemente tocaba esperar.

Durante la siguiente semana recibieron en la empresa al entrenador y a los dos ganadores: una mujer y un hombre. 

Pilar apenas la vio, tardó un momento en reconocerla porque estaba toda arregladita para la ocasión y lo único que le había visto con antelación era su trasero. La mujer se agachó a la mesa para firmar el contrato y ya no cabía duda alguna, definitivamente era ella.

Pilar no podía de la emoción, no veía la hora de que todo terminará para llamarme y contarlo todo.

Siguieron el protocolo, se tomaron unas fotos y les hicieron un recorrido por toda la empresa. Pilar aprovecho para estar cerca de ella, siempre dispuesta a resolver sus preguntas. Adicional les contó del plan de becas,  si su promedio era mayor a 4, la empresa también les daba el 50% de la matrícula con el compromiso de realizar las prácticas allá. Al ser una empresa tan grande y reconocida cualquiera quisiera tener esa oportunidad.

Cuando acabaron la visita y se estaban despidiendo, ella se acercó a Pilar a pedirle mas información sobre la beca. Se despidieron de todos y la hizo pasar a su oficina. Le explicó con más detalle todo. Laura era una ñoña, su promedio era de 4.3 y para mas coincidencia estaba estudiando la misma carrera que había hecho Pilar. Risas iban y venían entre ellas.

La hizo llenar unos documentos más para gestionar la beca y como quedó pendiente de enviarle las notas le dio su numero de contacto personal.

- Me las podes mandar al WhatsApp
- Si señora ahora mismo las pido en la U. Muchas gracias por todo
- Es con gusto y si algún día necesitas ayuda con algo de la U me avisas
- No, que pena, usted tan ocupada
- La beca no es solo en dinero, acá queremos tener a los mejores cuando salgan
- Bueno señora -sonrió nerviosa-

Se levantó, se apretaron la mano y le dio pico en la mejilla. 

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