¿Doctora Corazón?

307 16 0
                                    

Estaba tan emocionada con todo lo que había pasado todo el fin de semana que no tuve paz hasta no terminar de escribirlo para mis lectores. La respuesta fue mas de la que me esperaba, en Guía y Twitter los comentario explotaron y me empezaron a contactar tanto hombres como mujeres.

Fue la primera vez que me sentí en la necesidad de bloquear personas desagradables que piensan que porque uno abre su mundo a los otros los va recibir y dejar entrar como si nada a su santuario, pff ya no somos unos niñatos. 

Las redes sociales son poderosas, pero cuando te encuentras con indeseables a diestra y siniestra dan ganas de cerrar las cuentas. Esos perfil con foto-verga son un no rotundo e inmediato para mí. En algunos momentos me sentía como el presidente innombrable en twitter que todo el que le diga algo diferente a lo que piensa lo bloquea, pero sinceramente, vale mas mi paz mental que seguirle el juego a un montón de trogloditas. Uno puede llegar a imaginar que solo pasa con los hombres y no, la mayoría lo son, pero al menos con dos mujeres también me tocó hacerlo.

Nos toca madurar para poder hablar de sexualidad sin tapujos y sin pensar que "se lo están pidiendo disimuladamente" o que las mujeres que hablamos sin pelos en la lengua del tema somos unas zorras que necesitan ser penetradas hasta morir. Grave error.

Aún peor, todos esos ilusos que lo invitan a uno a salir para que hagamos un trio con mi esposo o que me piden que salga con su mujer para que las convenza de hacer un trio con migo. Suena hasta ridículo y desesperado. No me gusta ser la tercera, sorry not sorry.

Son personas que no se toman ni un segundo para leer un perfil, donde en pocas palabras se deja bien claro que no ser bisexual y tener preferencia lésbicas. Esas mismas personas, que no demuestra el mas mínimo interés y respeto ¿cómo cree que va ser capaz de proporcionar algo de placer?. No sean así, de verdad, solo provocan asco.

Por el contrario con las pocas personas que eran amables y preguntaban las cosas con respeto disfrutaba conversar por horas y días. Les dejaba claro que no soy sicóloga ni mucho menos sexóloga. Nunca me atreví a darles consejos, mas bien les hablé desde mi experiencia y los aliente para que lo hicieran a su modo. Hice muy buenas relaciones de confianza con algunos y tratamos temas bastante íntimos, con algunos de ellos aún seguimos conversando.

***

La pregunta TOP 1 venía siempre desde hombres: ¿Cómo hago para convencer a mi  esposa/mujer/novia/amante para hacer un trio con otra mujer?. La pregunta era tan insistente que tuve que sentarme a reflexionar un respuesta: 

Se trata de respeto y de voluntad propia, no hay nada que no se pueda hacer en pareja si se discute y con discutir no me refiero a pelear o doblar la voluntad del otro, se trata de hablar concienzuda y abiertamente. Si a tu mujer definitivamente no le gustan las mujeres no la obligues, sería una experiencia horrible para ambos. 

Hay que dejar que las cosas fluyan de forma natural sin obsesionarse con el tema. En resumen, dejen que las cosas se den. 

En mi caso mi esposo sabía desde antes de ser novios que me gustaban las mujeres, pero nunca me lo propuso. Fue a mí la que se le antojo desde los primeros meses que tuvimos sexo, lo mencioné como una broma, pero nunca nos volvimos locos por el tema. Es más, realmente vinimos a tener nuestro primer trio después de 9 años de matrimonio y fue el mejor momento para que sucediera. Estábamos listos, preparados, maduros y nos habíamos dejado reglas muy claras al respecto:

- Ambos debemos estar 1000% de acuerdo y querer hacerlo.
- La persona nos debe gusta a los dos.
- Si en medio de lo que esté sucediendo alguno de los dos dice: ¡No más! es así de claro. Inmediatamente se detiene todo.
- Nosotros estamos primero como pareja, la otra persona es un tercero, lo respetamos pero no tiene voto entre nuestras decisiones.
- No nos gusta que se metan en nuestras vidas, por eso acordamos no contarle a nuestros conocidos. Para nosotros es un secreto de estado.

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora