Insistente

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Pese a que lo hable con él y me dio vía libre, estaba pasando por una época tan deliciosa de mi vida con Thomas y Pilar que ni pocas veces tuve la tentación de llamarla.

Cuando le conté a Pilar no es que le haya dado mucha alegría que digamos, su cara denotaba disgusto pero al igual que Thomas decidió tomar distancia del asunto y dejarme decidir lo que yo quisiera.

Un mes después esa tranquilidad se terminó.

***

Estaba aburridísima en el trabajo, cabeceando del sueño. No había nada que hacer, más navegar en internet.

Desde que había publicado la historia de la que habíamos hecho con la vecinita la cantidad de seguidores y comentarios iban en aumento. Me pegué a leer los comentarios de mis seguidores, hablar con algunos en privado y ver algo de porno twittero.

Cerca de las 10 de la mañana me llega un mensaje al WhatsApp, que me revolcó el día.

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- Juraba que me ibas a llamar. Vos si sos muy mala, me dejaste con las ganas
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Esperaba que culicagada se diera por vencida, al parecer es bastante insistente.

Con lo desocupada que estaba se me antojó divertirme un rato y darle casquillo, como estaba acostumbrada últimamente a hacerlo con las que me mostraban interés.

Mi intensión no era pasar de ahí, sola divertirme y pasar un rato agradable.

Pese a que no tenía nada que hacer, me iba a dar el lujo de hacerla sufrir un poquito.

Aproveché para guardar unos documentos en el archivador y como a las dos horas le contesté.

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- En mi época se saludaba primero. Hola, buenos días
- jijiiji hola 🤗 ¿cómo estás?
- Bien, trabajando mucho ¿y vos?
- Con mucho estudio, ya casi voy para finales
- Que bueno
- ¿En serio no me pensabas llamar?
- Si, en serio
- Yo juraba que con esa cara te había logrado antojar un poquito al menos
- Antojado si quedé, pero...
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Dejé la conversación ahí, mi jefe me llamo para ayudarle a programar una reunión con las socios. Mientras tanto llegaban y llegaban notificaciones a mi celular incansablemente.

Sonreía mientras hablaba con las otras secretarias pensando en lo desesperada que la debía tener. Esa impaciencia nos mata a las mujeres.

Apenas desbloquee el móvil tenía varios mensajes, todos de ella.

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- ¿Pero qué? ¿qué?
¿Hola sigues ahí?
Erika 🤗😴🙄
¿Tan mala, no me vas a contestar?
😩 no me dejes así porfa
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Viendo la pantalla me moría de la risa, la tenía justo donde la quería, mostrando el hambre.

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- Erika, ya vi que los leíste. Contéstame porfa
- Hola, estaba ocupada
- ¿Pero qué? ¿Qué ibas a decir?
- Pero quedamos en que nunca más en la vida ¿Recuerdas?
- Si, yo sé... pero sería una vez y ya
- No se puede
- La última
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Recordaba las palabras de Thomas cuando me decía que de última en última se convertía en una constante.

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- Laura, igual no se puede Thomas no quiere ni verte
- No importa, entonces nosotras dos solas
- jajajaja ¿desde cuándo te volviste lesbi?
- Lesbi no, a mí me siguen gustando las manes, pero tengo muchas de estar con vos
- Lastimosamente no se puede, ya te dije
- En serio, ¿vas a desaprovechar esta oportunidad?
- De verdad, vos estás muy rica, pero ese fue el trato
- La última vez. Te lo prometo. Porfis 🙏
- ¿No sería mejor si buscas a alguien de tu edad?
- No que pereza. Ya intenté con una compañera de la U, pero no es lo mismo, con ella no fui capaz de venirme
- No te podes dar por vencida lo primera vez
- Por eso, quiero repetir pero con vos, tienes una lengua brutal 🤤 esa es la que quiero
- No corazón, ese era el trato
- Me niego. La última vez y ya 🙏
- ¿Cómo te voy a creer si ahora me estás diciendo lo mismo?
- Ni que pasara maluco conmigo
- Para nada, pero después me meto en problemas
- Eri pero vea que yo afuera he sido discreta
- Si claro, mostrándome las nalgas 🤤 en el mini mercado fuiste super discreta
- Pero vea que yo en la unidad si he sido cuidadosa. Nadie sabe que pasó y ni mi mejor amiga sabe. Además ¿Quién la manda a mirarme así?
- Yo estaba leyendo una receta
- Si claro
- Conchuda ¿Cómo no iba a mirarte en esa posición que estabas?
- Precisamente no quería que me miraras
- ¿No? entonces
- Pensé que me ibas a meter un dedito al menos
- ¡Diablos señorita! 🤣🤣🤣🤭
- Erika, en serio. La última y ya 🙏
- Déjame pensarlo, esta noche hablo con mi esposo y te cuento
- No, él dice que no
- Él ya me dijo que si hace rato. Yo soy la que sigue con la duda
- Entonces no lo piense más. Te dejo hacerme todo lo que quieras 😈 ... o lo que me quieras poner a hacer 👅
- 😏 ¿lo que sea?
- Si, lo que sea
- Está noche te aviso
- Ay noooo ¿Me vas a dejar hasta la noche en estas? Nooooo
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No volví a responderle y llegó la hora del almuerzo. Saque la coca, calenté la comida en un plato y en el comedor de la oficina me hice en una mesa aparte.

Llamé a Thomas para actualizarlo con las nuevas noticias. La respuesta fue la misma. Seco y cortante porque estaba trabajando, no le quería dedicar más tiempo a ese tema que yo habíamos hablado hasta el cansancio. Lo único que me pedía una y otra vez, era tener cuidado y discreción.

Terminé de comer. Mientras lavaba los platos y las cocas, una lluvia de recuerdos en la casa de Pilar vinieron a mi. Empieza mi cabeza a bombardeame con preguntas «Esto no pasa todos lo días ¿Vas a desaprovechar semejante oportunidad? No jodas ¿Cómo esta de buena esa HP? Y ese culito tan rico que tiene, uff como pa' meterle un dedito mientras le das lengua».

Me tocó apretar las piernas, la excitación tenía mi entrepierna a punto de estallar, volteé a mirar para todos lado y afortunadamente estaba sola. Ese movimiento me habría delatado.

Ahí parada en la cocineta, con la mirada perdida a ningún lado, me cogió el ataque de risa recordando todas las maldades que le hizo Thomas esa noche.

Mi jefe pasó por el corredor y se devolvió extrañado para decirme:

- ¿Qué hubo Erika? ¿Le separó cita en Bello?
- ¿En Bello? -lo miré extrañado-
- En el manicomio
- jajaja no jefe, que pena, es que me acordé de un chiste
- Cuente a ver si se me alegra el día
- Nooo jefe, yo soy mala pa' contarlos. Siempre me los tiro
- Que mal, se le tiene en cuenta

Salió de la cocineta, camino a su oficina. Afortunadamente no insistió mucho, sino me iba tocar contarle el veintiúnico chiste que me sé desde pre-kinder.

Me senté en mi puesto, desbloquee el celular y me quedé mirando unos minutos esa pantalla y pensando «¿Si quieres? Si, definitivamente quieres ¿Será que si? ¿Será que de verdad a Thomas no le importa?»

- También es que soy como boba -dije en voz alta como si necesitara responderme- ya me dijo que si

Tomé unos pantallazos de las conversaciones, tapando detalles personales y los publique en Twitter.

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¿Ustedes qué dicen?
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Como si no conociera a mi público y a mis alcahuetas guías espirituales. La respuesta era obvia, todo me animaban a hacerlo. Eso si no faltó también el comentario morboso pidiendo que obviamente tenía que escribir lo que pasara.

La verdad no me disgustaba esa idea. Me excitaba saber que disfrutaban mis relatos y que podía llevar mis experiencias hasta ellos.

- Está decidido. Hoy como tortilla jajajaja

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- Ya lo consulté con "la almohada", pero en mi casa no se puede
- No entendí ¿Osea que si?
- Te creía más avispadita
- Siiii. Como quieras, lo que quieras, donde quieras
- Ahora busco donde pero nos vemos hoy mismo
- Siiii. Mis abuelitos están de vacaciones si quieres me robo las llaves y nos vamos para allá. Es en envigado
- No, quiero estar más tranquila. Mejor asegúrate de llevar la cédula y nos vamos para un motel
- Listo. Ya me voy a arreglar
- Relax, con calma que salgo a las 6
- Listo, te llamó en un momento y te digo cómo hacemos
- Ok 😘 mamacita 😘
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***

Toda la tarde me la pasé buscando moteles. Uno esperaría de un lugar de esos, destinado al pecado, sea mas abierto. Sorprendentemente me encontré con que hay varios que no reciben parejas del mismo sexo.

Al fin encontré uno que me gustó y pedí reservación. La recepcionista prácticamente se me rió en la cara. Los lunes no se necesitaba reservación, son muy pocas las personas que inician la semana tan bien.

15 minutos antes de salir del trabajo, me fui para el baño y la llamé.

- Hola corazón
- Hola mamacita -contestó, con vos de gatita en celo-
- Te voy a pedí un Uber y te mando el pantallazo. Te recojo en La Villa en 40 minutos
- Listo, que rico verte. Me muero de ganas por unos besitos
- shh que todavía estoy en el trabajo
- jajaja bueno, pero no me regañe, era para antojarte un poquito
- ¿Reconoces mi carro, cierto?
- Si, claro

- ¡Chao! que me coge el día -respondí cortante-
- ¡Chao! smuuaakkk

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora