¿Terminamos?

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Me quedé mas de dos hora sentada en la mesa esperando que llegara para darle la sorpresa.

Las velas se agotaron y la comida fría. Tapé los platos y cerca de las 11 de la noche me fui a la cama desilusionada.

Me quité todo mi pinta sexy, saqué un short y una camiseta vieja. Traté de dormir pero no había forma de pegar los ojos.

Volví a Lorena, mi pañuelo virtual que me permitió desahogarme en un mar de lágrimas.

Agradecida con ella por no dejarme sola, encontré la forma de continuar con el libro. Entendí que Alice me gustaba, pero no era suficiente para volverme loca, necesitaba involucrar a Lorena. Se me ocurrió hacer el cambio que necesitaba.

Léase, Asmodeus

Me despedí con cariño prometiéndole un regalo que le iba a gustar y aproveché el insomnio para escribir, estaba inspirada en imparable.

2 de la mañana y nada que aparecía. «¿Será que no va volver?» me repetía incansable ente en la cabeza «¿Será que terminamos?».

Agotada por el esfuerzo y por lo inevitable que es masturbarme mientras escribo historias como esa, sin darme cuenta me quedé dormida sin ropa y el portátil se quedó encendido al lado hasta que se le agotó la batería.

***

Sentí unas gotas frías sobre mi espalda. Era él, recién bañado que estaba acostado sobre mi, destilando agua que caía de su cabello. La luz entraba por las ventanas anunciando el amanecer.

Besó mi espalda y se estremeció mi cuerpo. Subió por los hombros, el cuello y al lamer mi lóbulo estaba hecha un mar de fluidos.

Sentí sus manos separar mis piernas y su glande duro en mi sexo, moviéndolo con su mano de arriba a abajo lentamente para humedecerlo con mis jugos. Volteé a mirarlo con una sonrisa.

- ¿Me perdonas?
- A la noche hablamos

Se levantó y comenzó a vestirse, sin mirarme.

- No seas tan HP ¿me vas a dejar así?
- A la noche hablamos

Me di la vuelta y sentada en la cama, me ubiqué de frente impidiendo que se terminará de subir los boxer, metiendo su miembro en mi boca y pasando mis manos hasta sus nalgas para atraerlo hacia mí.

- No te vas -lo miré a los ojos- sin comerme -le dije desafiante-
- No te lo mereces

Me di media vuelta y me coloqué de rodillas en la cama, apoyando mis hombros en el colchón y abriéndome las nalgas.

- Te extrañamos -metiendo unos dedos en mi vagina-

plasf sentí una palmada que me quemó las nalgas y su miembro irrumpir hasta el fondo en una sola embestida. Se quedó inmóvil.

- Vos y yo tenemos que hablar
- Yo sé
- No creas que vamos a solucionar este tema así
- Yo sé... pero te extraño

Me abrió las nalgas y escupió justo en mi asterisco, acariciándolo con su pulgar.

- Yo también te extrañe -me confirmó-

No podía controlar mi deseo, mi cuerpo se derretía al sentir su miembro dando tumbos dentro de mí y podía sentir mi asterisco bombear de la emoción. Agarró mi cabello, lo enrolló en su mano y jalando hacia la izquierda me obligó a verlo.

- Nunca se te ocurra esconderme algo como esto
- Si -me moví hacia adelante y hacia atrás- mi vida

Lo sacó de mi vagina y volvió a tirar con fuerza del cabello.

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora