Cobro retroactivo

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El olor a comida me despertó, tenía la boca seca y un dolor de cabeza terrible; claramente tenia un guayabo horrible. Eran las 11 de la mañana y Pilar y yo seguíamos acostadas entre las cobijas para no sentir el frío tenaz que estaba haciendo.

- ¿No se piensan levantar? -dijo Natalia-

Se acercó Laura con un plato para cada una, arepa de yuca con una tajada de queso mozzarella derretido y salchicha ranchera asada en trocitos. La famosa arepa pizza que le había enseñado a hacer la semana anterior.

- ¿Coman algo?

Nos sentamos en el colchón con los pies cruzados, las cobijas hasta la cintura y los pechos al  aire.

- ¿Frio? -pregunto Natalia-
- ¿No se nota? -con los pezones duros casi a reventar-

Ellas se sentaron en el sofá a comer, ya estaban bañadas y arregladas. Mientras que nosotras dos éramos un desastre, con el cabello para todos lados y hasta el maquillaje corrido.

***

Nos bañamos y mientras me vestía decidieron agradecerme por los regalos entre las tres, según ellas para quitarme el frio y para que se me quitara el dolor de cabeza. Algo de efecto habrá causado, no lo puedo negar, las endorfinas hacen muy bien ese trabajo. 

No había visto el celular y tenia como 20 mensajes de Thomas. 

- ¡Thomas llega esta noche! -se me dibujó una sonrisa-

Trate de escribirle pero ni le llegaban los mensajes, seguro ya estaba en el avión de regreso.

- ¿Hoy? -preguntó Pilar- ¿no volvían la otra semana?
- Que bueno, así podemos dormir todos acá hoy -dijo Laura-

Natalia y Laura brincaban como locas dando vueltas de la emoción. Se miraban y tenían una risita extraña y sospechosa que nunca les había visto.

- ¿No fue suficiente lo de anoche? -pregunté-
- Lo de anoche fue inolvidable, pero a mi si me hace falta una culeadita -dijo Laura

Continue leyendo sus mensajes, uno de los negocios se había caído y por eso su decisión de volver.

- Esperemos que este de buen genio
- ¿Por qué? ¿qué pasó? 
- Como que no les fue bien, esperemos a que llegue y nos cuenta

Natalia nos invito a salir de la casa, tomar algo de aire e irnos para San Antonio de Prado a almorzar y comer unos postres. Nos montamos en la camioneta de Pilar y como es su costumbre me puso a mi al volante. 

Como ya estaba tan tarde, la mayoría de restaurantes estaban llenos. Pilar nos recomendó ir a El Portón una Pizzería donde cocinan con fogón de barro y quedamos todas encantadas. Eso si no lo suficientemente llenas para ir a meternos un postre en la calle al frente de la iglesia pasando por el parque.

Nos quedamos toda la tarde visitando los pueblos cercanos y matando el tiempo, aprovechando que estábamos por allá y Laura no los conocía. Cuando íbamos de regreso pasando por La Ceja de regreso para la finca Pilar me preguntó. 

- ¿A qué horas llega Thomas?
- En el vuelo de las 10 le entendí
- Muy tarde, yo creo que no me voy a poder quedar
- ¡No! ¿por qué? -renegó Natalia-
- Chicas mañana tengo que madrugar a reunión de 6 de la mañana
- No importa, sales desde acá
- ¡No! primero que todo con ustedes no dormiría y segundo me tocaría salir como a las 4 de la mañana
- Nosotras si te dejamos dormir, te lo prometo -le dije-
- jajajajaja ¡siiii claro!

Nos miramos todas y nos echamos a reír, era claro que eso no iba a pasar. 

- Hagamos una cosa, yo me bajo en taxi y te quedas con la camioneta
- No amor, pues como, que pena
- No en serio. Me da demasiada pereza manejar y un taxi desde el parque me baja en un momentico
- No no, no
- Te llevamos a la casa y subimos en mi carro
- No Erika que vuelta, deja la bobada
- Me muero de la vergüenza

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora