Revolcando el pasado

804 27 0
                                    

Yo llevábamos varias meses de novios y todo iba de maravilla, ni rastros de haberme mostrado una cara diferente como amigo o comportarse como mi ex. A pesar del susto que tuve al inicio, las cosas iban cada vez mejor.

Me daba libertad completa, iba a estudiar con compañeros o compañeras al apartamento y nunca me decía nada. Él seguía saliendo con sus amigo y amigas como si nada. En realidad confiábamos demasiado el uno en el otro. Seguíamos siendo igual de sinceros que cuando amigos con confianza total para contarnos o hablar de lo que fuera. Adicionalmente me había contagiado toda su fiebre motera y no existía mejor lugar para ambos compartir que la carretera, no importaba el destino, solo que estuviéramos juntos.

No era lo único en lo que nos entendíamos bien, el plano sexual era algo que nunca antes había vivido. Aunque por lo general estábamos compenetrados y disfrutábamos, existía esa confianza para enseñarnos el uno al otro como nos gustaba y como no. No era solo sexo, era pasión y amor.

Él a veces se quedaba conmigo, otras yo lo hacía quedar y muchas otras se quedaba en la casa de su mamá. No vivíamos juntos, era mi casa. Igual le compré varias cosas para que se sintiera más cómodo. Todo seguía dentro de lo normal, simplemente éramos un par de novios.

***

A todas, nos llega uno de esos días del mes en que se revuelcan todas las hormonas gracias al periodo menstrual. Teníamos planeado ir ese fin de semana a conocer el Cañón del Chicamocha, pero me cogieron unos cólicos horribles y él decidió cancelar el viaje y quedarse conmigo para darme cuidados y mimos. Estuvimos arrunchados viendo películas y por allá en medio de una escena medio erótica no me aguante y le metí la mano dentro del pantalón.

- ¿No me calientes que ya sabes que no se puede?
- ¿Quién dijo que no?
- Amor, tienes el periodo
- ¿Y eso qué importa?
- ¿Segura?
- No mentiras, pero hay otras formas ¿no? -lo miré con picardía-

Mientras le daba un beso le abrí el botón del pantalón y le baje el cierre, se me había antojado darle una mamada. Sentí su mano meterse en mi short, abrirse paso entre mis nalgas y su dedo tocar mi asterisco. De inmediato di un brinco y lo miré con cara de asustada.

- Pensé que te referías a esto -me volvió a tocar el asterisco con su dedo dandole toques intermitentes-
- ¡No!, te lo iba a chupar
- ¿No se puede por el culito?
- No sé, de pronto, es que...
- ¿Eres virgen de culito? -me miró sorprendido-
- Si -le contesté con algo de vergüenza-

Sacó su mano de inmediato y no sabía dónde ponerla, inquieto y nervioso. Yo sé la volví a tomar y se la coloque sobre mis nalgas apretando mi mano sobre la suya.

- Necedad, no me antojes más, sigamos viendo la película
- ¿Maluco que sea virgen?
- No para nada, la verdad me gusta
- ¿Y entonces?
- Ganas le llevó a ese culito tan rico desde que te conocí
- Ah sí ¿Entonces siempre me lo decías en serio y no molestando?
- Era molestando, pero igual no puedo negar que tú trasero siempre me ha gustado

Me agarró una nalga con fuerza, me dio una palmada y volvió a deslizar sus dedos sobre la ropa. El periodo me jode demasiado por los cólicos, pero me ponen tan arrecha como una perra en celo.

- Estoy tan caliente, deberíamos probar
- ¿Segura? ¿Alguna vez has intentado?
- Pues con Diana me daba lenguita y me tocaba con los dedos pero sin meterlos
- Y vos te has tocado solita
- Si, igual, me echo saliva y toco por encima, he tratado de meterme un dedito pero me da susto y paro
- ¿Pero te ha gustado lo que sientes?
- Es raro, aún no sé si me gusta o no
- ¿Por qué no esperamos entonces y lo hacemos con calma?
- Ay Thomas vos a mí me excitas demasiado, me encanta hacer locuras con vos, entregarme. Nunca me habría imaginado hacerlo por allá, pero con vos me dan ganas de probarlo todo
- Créeme, te va doler
- No importa, intentemos. Quiero que sepas lo que es romper un culito virgen

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora