D I E C I S I E T E

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Aquella tarde no estudié una mierda. Creo que no hacía falta aclarar el porqué, era más que obvio. Me sentí demasiado incómoda con Kim, la tía se empeñó en preguntarme cosas del temario como si nada, tan tranquila y confiada. ¿Cómo podía actuar con tanta normalidad después de la conversación que acabábamos de tener? Era ridículo. Encima, para colmo, mi madre decidió invitarla a cenar con la excusa de que hacía mucho que no la veía. Por suerte no intercambiamos demasiadas palabras, mi madre se ponía muy pesada cuando venían invitados y acaparaba casi al completo su atención. Cuando terminamos de cenar mi padre sacó el Monopoly y, bueno, se me fue la noche.

La mañana siguiente me planté en el instituto una hora antes de que comenzaran las clases para poder estudiar aunque fuese un poquito. Tenía el primer examen a las nueve de la mañana y me negaba a suspenderlo. Tenía muchas ganas de ir al Caribe con Danna y Kim, aunque con la última ya no estaba tan segura.

Me senté en el banco que quedaba más alejado del instituto, bajo un árbol que me hacía sombra, y empecé a sacar todos los apuntes de Biología. El tema que tenía que estudiarme era la meiosis, que trataba básicamente sobre la reproducción entre células de las glándulas sexuales para producir gametos. Resumiendo; la Meiosis eran células teniendo sexo en nuestras zonas íntimas. Probablemente lo estuvieran teniendo ahora, en este preciso instante, en tu cuerpo, concretamente en tu amiguito.

Pensar en ello era jodidamente incómodo y perturbador.

Me pasé media hora subrayando las palabras más importantes y tomando apuntes de cada cosa que veía. El profesor era un poco cabrón y podía preguntarme cualquier cosa, así que mejor que sobrase a que no faltase. Estaba tomando la última nota de la página cuando un pequeño paquete de M&M'S aterrizó sobre mi libro. Al levantar la cabeza vi que Carter se encontraba de pie justo en frente de mí. Iba vestido con un jersey gris remangado hasta los codos, unos jeans básicos y unas deportivas blancas con dos líneas negras a los laterales. Y, cómo no, también llevaba su colgante.

—Gracias, pero no tenías que molestarte —dije, y aparté el paquete a un lado para comérmelo más tarde.

—Y no lo he hecho, la máquina se ha rallado y me ha tirado dos bolsas—explicó, y después se sentó a mi lado. Nuestras piernas se rozaron y me aparté un poco involuntariamente. El banco era kilométrico y se me había sentado justo al lado, parecía que lo hiciera a posta para tocarme las narices.

—¿Qué estudias? ¿Porno celular? —intentó adivinar, y me arrebató el libro de las manos.

—Puedes coger el libro, Carter. No me importa —ironicé, pero el tío estaba demasiado ocupado leyendo el primer párrafo como para percatarse de mi comentario.

—Nuestra clase hizo este examen la semana pasada. Me sé todas las preguntas, bueno, o al menos la mayoría —comentó.

Mis ojos se abrieron y le sonreí con malicia.

—¿Eso significa que me las vas a chivar?

—Nop —contestó, marcando la última letra. Después giró su cuerpo para quedar frente a mí, de manera que no pudiese ver el interior del libro—. Significa que voy a ayudarte a estudiar.

Bufé con todas mis fuerzas y eché la cabeza hacia atrás.

—Menudo tío más aburrido.

Carter rió y me propinó un leve golpecito en el hombro.

—Vamos, será divertido. Ya verás —intentó animarme, pero lo único que recibió por mi parte fue otro perezoso suspiro—.  Tengo una idea, hagámoslo con un juego.

Agarró la bolsa que previamente me había dado y la guardó en el bolsillo delantero de su pantalón. Todos mis sentidos volvieron a ponerse alerta y me enderecé de inmediato, acribillándole con la mirada.

—¿Qué haces? —pregunté con frialdad.

—Quitarte los M&M'S —contestó tan tranquilo. El pobre no era consciente de la gravedad de la situación. Quitarme comida era un tema muy serio para mí.

—No puedes hacer eso.

—¿Por qué? —preguntó.

—Pues porque me los has dado —contesté obvia—. Y Santa Rita Rita, lo que se da no se quita.

Carter estalló en una carcajada, una muy estruendosa y prolongada. El cabrón siempre se reía de mí, ya fuera por una cosa o por otra. Apreté los labios y aproveché que estaba distraído para arrebatarle el libro y golpearle en la cabeza con él.

—¡Deja de reírte! ¡Es un dicho! —me defendí, intentando parecer lo más dura posible. Pero las mejillas sonrojadas me delataban.

La risa de Carter era demasiado para mí.

—Es que tienes dichos muy raros —explicó, sin poder dejar de sonreír todavía.

Lo ignoré y procedí a abrir el libro de nuevo, pero Carter me lo quitó también.

—¿Me vas a robar algo más? —pregunté hastiada, porque ya estaba empezando a tocarme las narices.

Carter sonrió con picardía y abrió la boca para decir algo, pero después pareció arrepentirse y la cerró.

—Te cuento lo que vamos a hacer —comenzó a explicar, pasando una a una las páginas del libro—, te iré haciendo preguntas muy básicas sobre el temario y cada vez que aciertes te daré un M&M'S para motivarte.

—¿Te crees que soy un perro o qué?

—Primera pregunta —anunció, ignorándome otra vez—, ¿Cuál es la función de la meiosis?

—Pues producir espermatozoides u óvulos, ¿no?

Carter arrugó la nariz y movió la cabeza de un lado a otro.

—Bueno, esperaba una respuesta más elaborada, pero te la paso por esta vez.

—Dijiste que eran preguntas muy básicas —le recordé.

—Pero en ningún momento dije que las respuestas debían serlo —rebatió—. Vamos con la siguiente. —Carraspeó su garganta—. ¿Qué es una...?

—¿Y mi M&M'S? —le interrumpí—. He acertado, por lo tanto me merezco uno.

Extendí mi mano con una sonrisa de oreja a oreja. Carter miró mi mano y después a mí, y acto seguido estalló en una carcajada.

—En todo caso debería darte medio. Tu respuesta ha sido pobre y escasa de argumento —explicó, como si se creyera un profesor de verdad. Menuda cara tenía.

—Entonces márchate y déjame estudiar tranquila —gruñí, arrancándole el libro de las manos—. Me estás distrayendo y si no apruebo mi madre me castigará sin ir al Caribe.

Carter alzó las manos en señal de rendición y arrastró su trasero hasta la otra punta del banco, supongo que para darme más espacio. Qué exagerado era. Rodé los ojos y agarré mi subrrallador para seguir a lo mío, pero no lograba concentrarme. Se había echado hacia adelante, apoyando los codos sobre sus rodillas, y no dejaba de mirarme.

Estaba a punto de decirle algo cuando habló—: Con que por eso estás tan aplicada... para ir a esa estúpida excursión. Ni que fuera algo del otro mundo.

Me sorprendió que dijera aquello. Pensé que Carter sería de los primeros en querer ir al Caribe. Él era de esas personas que se apuntaban hasta a un bombardeo, ¿por qué se mostró tan reacio?

—Es que es algo del otro mundo —enfaticé—. Es el primer viaje en el que salimos del país. ¿Acaso no estás emocionado?

—Yo no iré —contestó, encogiéndose de hombros.

Abrí la boca sorprendida, y a la vez un poco decepcionada.

—¿Por qué?

—Asuntos familiares —se limitó a responder—. Aunque si no los tuviera, tampoco iría.

—Ah —musité, sin saber muy bien qué decir más.

Agaché la cabeza y fingí volver a concentrarme en mis apuntes, con la esperanza de que no hubiese notado mi cambio de humor.

Pero como era de esperar, sí lo hizo.

—¿Querías que fuera? —preguntó, en un tono más serio del que normalmente habría utilizado. Parecía bastante interesado en mi respuesta.

—Sí, claro —contesté, y me apresuré a añadir—: To-todo el curso va a ir. Si falta alguien, aunque sea una sola persona, no será lo mismo.

Asintió un poco y clavó los ojos en el suelo, pero no tardó mucho en volver a elevarlos hacia los míos.

—¿Estás segura de que solo quieres que vaya por eso? —inquirió.

Me quedé callada sin dejar de mirarle, como si mis ojos pudieran transmitirle la respuesta que mi boca no era capaz de darle. Al ver que no decía nada, Carter volvió a deslizarse lentamente sobre el banco para acercarse a mí. Nuestros hombros chocaron y me mordí el interior de la mejilla. Quería decírselo, quería suplicarle que fuera porque me gustaba muchísimo y no sabía cuánto más iba a soportar sin unir mis labios con los suyos de una vez, pero eso habría sido egoista. No estaba enterada de sus asuntos familiares, y parecían serios. Debía respetar su decisión, aunque me matase por dentro.

—Sí.

Carter formó una sonrisa de lado y volvió a desviar sus ojos hacia el suelo. Y cuando creí que por fin dejaría el tema y no comentaría nada más, dijo:

Ayer le dije algo... horrible. Una estupidez que ni siquiera pensaba. Dudo que me odie por ello, es demasiado buen chico para hacerlo... —empezó a relatar, y todo mi vello se puso en punta, a la vez que los latidos de mi corazón comenzaban a acelerarse.

Reconocía esas palabras, fueron las que dije en el vídeo de Danna, el mismo que subió a youtube por error y tiempo después aparecieron cientos de resubidas.

Carter lo había visto.

Abrí la boca para decir algo, pero no me salió nada. Estaba en shock. Lo único que quería hacer era recoger mis cosas y salir cagando hostias de allí para meter mi cabeza bajo tierra. ¿Cuánto tiempo hacía que lo había visto? ¿Y por qué había esperado hasta entonces para decírmelo? ¿Qué pensaría sobre lo que confesé? Demasiadas preguntas aparecieron en mi mente, pero no fui capaz de formular ninguna, porque era una jodida cobarde.

Carter me miraba en completo silencio. Estaba más serio que nunca, y eso solo provocaba que mis nervios aumentasen todavía más. ¿Qué quería que le contestase? ¡Mi reacción lo había evidenciado todo! 

Volví a abrir la boca para decir algo, esa vez con más decisión. Pero la cerré de inmediato al divisar a mi prima caminando apresuradamente hacia nosotros.

—¡Carter! —gritó nada más llegar, ignorándome por completo y centrándose únicamente en él—. ¿Estás ocupado? Es que me gustaría pedirte un favor...

Enrrolló un tirabuzón rubio en su dedo y empezó a jugar con él, a la vez que le dedicaba la sonrisa más seductora que había podido formular. Me fijé en que estaba más maquillada de lo normal, y también se había vestido con ropa un poquito más cara. Llevaba puesto un top negro conjuntado con una falda blanca que le llegaba por encima de las rodillas. Le quedaba muy bien... demasiado como para que Carter no se fijase en ella. Examiné de reojo su reacción, seguía con los codos apoyados sobre las rodillas y miraba a Kim con una expresión bastante seria. Sus labios formaban una fina línea y ni siquiera había levantado del todo la cabeza para mirarla a los ojos.

—¿De que se trata? —preguntó, en un tono impasible.

—A última hora tengo un examen de matemáticas y se me dan fatal —explicó, y para exagerar todavía más las cosas hizo un puchero—. Nate me ha contado que a ti se te dan bastante bien y me preguntaba si podías echarme una mano.

Carter no respondió al momento. Permaneció en silencio un par de segundos y después me miró, como esperando que dijera o hiciera algo, no lo sé. Parecía que me estuviese consultando qué hacer sin pronunciar palabra. Pero yo no dije nada, tampoco era nadie para hacerlo. Era cierto que estábamos en medio de una conversación importante, pero eso no era excusa para retenerlo.

—Claro —contestó al final, dedicándole una sonrisa forzada.

Kim soltó un grito emocionada y le tiró del brazo para levantarlo.

—¡Genial! —exclamó—. Pues vamos a la biblioteca, a estas horas no suele haber nadie.

Carter le sonrió un poco y volvió a mirarme, después sacó la bolsita de M&M'S de su bolsillo y me la tendió.

—Ya nos veremos —se despidió sin más.

Agarré la bolsa y nuestros dedos se tocaron, entonces, sin deshacer nuestro roce, contesté—:  Sí, ya nos veremos.

Agarré la bolsa y nuestros dedos se tocaron, entonces, sin deshacer nuestro roce, contesté—:  Sí, ya nos veremos

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¡Feliz domingo a todos! Espero que hayáis pasado una semana genial. Yo, como ya os imaginaréis, sigo muy liada, y por desgracia no sé si la próxima semana podré actualizar. En todo caso os informaré por Instagram stories. El lado bueno es que este viernes me dan las vacaciones de semana santa y por fin podré descansar y escribir con tranquilidad.

¿Qué os ha parecido el capítulo? Parece que Carter ya había visto el vídeo pero, ¿desde cuándo? ¿Y cómo pensáis que se lo habrá tomado? La pobre de Rachel no va a poder estudiar nunca con calma.

No tiene nada que ver con la novela pero me gustaría saber qué serie os estáis viendo actualmente. Yo hace poquito me terminé Sex Education y la verdad es que me ha gustado bastante. Ahora estoy a la espera de encontrar otra serie que me entretenga esta semana santa. ¿Me recomendáis algo?

Si todo va bien nos veremos el próximo domingo con otra actualización. Descubriremos si Rachel ha aprobado o no, y también alguna que otra cosita más.

¡Gracias por leer, votar y comentar!

Instagram: ursi98Twitter: Ursi1998

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