Vagary I || Bellamy Blake

Ocho.

—Aquí tienes —Bellamy se acercó hasta donde estaba ella, acomodando las vitaminas dentro de su mochila. Lo primero que vio fue un objeto gris, que resultó ser una pistola. Levantó la mirada hasta encontrarse con los ojos marrones de Bellamy—. La necesitarás —añadió.

Pax se irguió, dejando la mochila sobre la mesa y tomando la pistola con cuidado. Se sentía más pesada que antes y un poco más grande...

—No es la misma —explicó Bellamy como si hubiera leído su mente—. Es mía. No tenía municiones para la tuya, pero esta servirá —continuó, dejando su mochila también en la mesa.

Victor se encontraba de pie bajo el marco de la cocina mientras Bellamy hurgaba en su mochila; observaba cómo se preparaban para dejarlo. Sintió una punzada en el pecho. Desde que Bellamy había despertado, no había tenido tiempo para hablar con Victor y... Tal vez era lo mejor. En parte sabía que no aceptaría acompañarlos a Nueva York por más que insistiera pero, por otro lado, necesitaba intentarlo una vez más.

—Esto es un silenciador —anunció Bellamy, interrumpiendo el hilo de sus pensamientos y haciendo que volviera su atención hacia él. Cuando lo hizo, la observó un instante de tal forma que Pax se sintió incómoda. Bellamy no había hecho ningún comentario respecto a Victor desde la noche anterior, por lo que creía que no estaba tan afectado como ella en abandonarlo—. Para que los soldados no nos oigan en caso de que debas disparar —prosiguió, tomando la pistola de las manos de Pax y enroscando el tubo negro, el cual ahora sabía cómo se llamaba y su función, en la punta—. Mira —llamó, mostrándole el costado de la pistola—. Tienes que mover este pestillo hacia arriba para poder disparar —explicó. Pax centró toda su atención en las manos. Movió el pestillo hacia arriba—. Si no le quitas el seguro, no podrás disparar —finalizó, dejando la pistola sobre la mesa antes de preparar otra. ¿Cuántas armas cargaba?

Pax miró su pequeña mochila junto a la gigante de Bellamy. Se podía ver a leguas que él estaba más preparado que ella para esta situación y se preguntó cómo era posible que un muchacho tan joven tuviera tanto conocimiento en pistolas y parecía haber leído un manual entero de cómo sobrevivir en un mundo post-apocalíptico. Se abrigó con un piloto impermeable negro y le tendió a Pax uno similar, de color azul. La ropa con la que había llegado había desaparecido, no quiso hacer muchas preguntas al respecto. Vistió el piloto en silencio, notando que le quedaba más grande.

—Ya estamos listos —dijo, tomando la mochila y colgándosela en la espalda como si fuera a la escuela. Tomó la pistola y se encaminó hacia Victor—. Gracias por permitir que nos quedáramos. —Estiró la mano para que Victor la estrechara. Mas, Victor lo envolvió en un abrazo cálido que la hizo sonreír al notar cómo el cuerpo de Bellamy se tensaba ante la sorpresa.

—Pueden volver cuando quieran —susurró Victor con una sonrisa al separarse de Bellamy, quien asintió con amabilidad y se acercó a la puerta de salida, esperando a Pax.

Las palabras de Victor resonaron en su mente por un instante. La amabilidad en los ojos de él se encontró con los suyos. En lugar de acercarse a saludarlo como Bellamy lo había hecho, Pax pensó en todas las personas que había perdido en las últimas 48 horas.