Punto de partida

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Afueras de Londres abril de 1992

Después de una larga jornada laboral, Carlisle conducía a casa, perdido en sus pensamientos y reflexiones...

Extrañaba mucho a Esme y a los chicos, le encantaba su trabajo, pero a veces era muy demandante, su estadía  al oeste de Londres se estaba prolongando mucho, pronto tendrían que mudarse para no levantar sospechas, le gustaba bastante el lugar, como siempre se instalaron en una hermosa casa acondicionada por Esme, aunque todos ponían su granito de arena, su actual hogar contaba con la ventaja de estar cerca de uno de los mejores centros cardio-torácicos en el mundo, para él que siempre intentaba estar a la vanguardia, era un privilegio trabajar ahí y seguir capacitándose, los avances en la medicina estaban progresando a un ritmo vertiginoso, era difícil seguirlos  hasta para un vampiro.
Estaba muy contento con la vida que llevaba, un siglo atrás estaba completamente solo, ahora tenía una esposa y unos hijos grandiosos, puedo practicar libremente la profesión que me apasiona...

El doctor que estaba sumergido en sus cavilaciones, es abruptamente sacado de ellas al percibir un fuerte olor a humo, se notaba a leguas qué tristemente hubo un accidente, freno para ayudar, siguió las derrapadas en el asfalto, cambio la dirección del  viento y le da de lleno el olor de la sangre, su garganta arde.

Escucha el sonido de dos corazones,  uno esta estable, el otro en cambio es errático, agoniza,  se encuentra el vehículo volcado, hay tres cuerpos en el interior, sinceramente espera poder ayudar a esta joven familia, pero desgraciadamente del lado del conductor el chófer  ya falleció, seguramente durante el impacto. 

Saco rápidamente a la mujer que estaba del lado del copiloto, era improbable que se salvará, sentía una gran impotencia al no poder ayudarla, pero esperaba poder acompañarla en sus últimos momentos...

Ella lo tomo del brazo acumulado toda la fuerza que le quedaba - Mí hija, busque a mí niña - Revisé la mejor forma de extraer a la infante del auto  sin herirla, para llevarla junto a su madre, cuando sentí el agarré en mí mano no me aparte, ella capturo mí mirada, como solo la muerte tiene el poder de reclamar atención.

-¡Yo se lo que es usted! –  Dijo con dificultad, tosiendo sangre - Es un frío, por favor salve a mí niñita, ella no tuvo todavía oportunidad de vivir ¡Prometalo! - Carlisle sintió un estremecimiento, había tal desesperación en los ojos de esa mujer- Cuídela, su nombre es Dafne, dígale cuando crezca que sus padres la amaban mucho, pero que tuvieron que partir muy pronto – Con suma delicadeza delineó la mejilla de su pequeña – Todo va a estar bien, solo tienes que seguir tus raíces para encontrar a dónde perteneces, siempre te voy a cuidar -

-Señora, si sabe lo que soy, espero entienda que todavía estoy a tiempo de salvarla- Dijo Carlisle, no queriendo que madre e hija se separen, después de todo una vida sesgada antes de tiempo, era un autentico desperdicio

- No deseo ese destino, solo quiero que ella esté bien, prométame que va velar por el bienestar de mí pequeña –

- Se lo juro, voy a cuidar muy bien de su hija- En sus ojos podía ver que por fin encontraba la paz para abandonar este mundo, llegó a tomar la mano de su pequeña por última vez, en sus ojos albergaba el mayor amor que podía existir, el dolor de dejarla atrás era infinito...

Cuando la madre de la pequeña dio su último aliento, Carlisle se encontró perdido, no sabía que hacer, por lo pronto se apresuro a revisar a la niña, tenía algunos cortes y magulladuras, pero dentro de todo parecía estar bien. Ahora tenía que elegir el curso a seguir, podía llamar a emergencias y reportar el accidente, que ellos llevaran a la niña al hospital,  supervisar su bienestar desde lejos. O podía borrar cualquier evidencia que indicara que la niña estuvo involucrada en el accidente,  llevarla a casa.

El arduo camino del Amor (PaulXDafne) (Terminada) (En Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora