El arduo camino del Amor (PaulXDafne) (Terminada) (En Edición)

¿Quién es?

Llegar a la casa tomo mucho tiempo, Dafne se entretenía mirando el paisaje que consistía en Paul haciendo maniobras muy peligrosas en su moto no aptas para mortales, por primera vez sentía miedo ¿Era Paul el inconsciente o todos los humanos eran iguales? No sabría decirlo, tenía muy poca experiencia tratando con los de su propia especie.

- ¿Porqué es tan imprudente? -

Rose se moría por decir que era un cachorro idiota.

- Tranquila Daf, no creo que le pase nada -

- Descuida ya casi llegamos princesa -

Jasper y Emmett siempre estaban dispuestos a contentar a la niña de sus ojos.

La casa a la que llegaron era hermosa y bastante espaciosa, lo suficiente para que pudieran convivir todos juntos sin problema, Dafne se llevó una sorpresa con el alegre recibimiento de un hermoso Husky, el perro envuelto en su felicidad la tiró al suelo, por fortuna todos ya estaban acostumbrados y no actuaron precipitadamente - Estoy bien ¿De quién es este hermoso perrito? - Cuestionó Dafne feliz, le encantaban los perros, el bello animal parecía muy feliz de verla, así que ella cortésmente lo lleno de mimos.

- Es Artic, es tu perro, lo tienes desde que es cachorro -

- ¡Genial! Por fin me dejaron tener un perrito ¡Que lástima que no pueda recordarte! - Exclamó abrazándolo tiernamente.

La escena era muy bella, si no fuera por un lobo que estaba perdiendo la cordura de celos.

- No puedes estar celoso de Artic - Declaro Edward confundido - Ella no te va a considerar adorable si te transformas en un gran lobo, y puede ser perjudicial para su salud - Explicó Edward al tonto lobo que tenía para su mala suerte de yerno, antes que se desate otro desastre.

Odiaba que le pudieran leer la mente, la imagen de él en los brazos de Dafne siendo un cachorro de lobo, lo iba a perseguir por la eternidad, no podía ser tan patético de desear eso, estuvo a nada de entrar en fase, estaba al límite.

- Vamos Dafne, ya es hora de entrar, tienes mucho que explicar -

- ¿Porqué él no entra? - Cuestiono mirando como el chico que le parecía lindo se recostaba contra un árbol, estaba haciendo mucho frío, para quedarse afuera.

- Por fortuna no le gustan los espacios cerrados - No le podía decir que el cachorro idiota se iba a asfixiar adentro - Además los temas a tratar son bastantes delicados y ya tenemos un extraño en el living -

Dafne veía a dos extraños, pero ese no era el punto, Benjamín la estrecho entre sus brazos, provocando un coro de gruñidos, solo les tomo una fracción de segundo separarlos, cada uno termino en una punta de la sala, claro que Benjamín termino estrellándose contra una columna, por fortuna la construcción resistió milagrosamente.

- Son tan exagerados ¡Ni me quiero imaginar cuando tenga novio! - Exclamó Dafne fastidiada, aunque un poco conmovida por su preocupación, sabía que no debía ser fácil verla cerca de otro vampiro.

- Nunca abrazar a un vampiro, es la regla número 1 ¡Cómo pudiste olvidarla! - Exclamó Emmett señalando un cartel inmenso que adornaba una de las paredes, con un total de 119 reglas.

Dafne no pensaba profundizar en lo que decía ese mural - Vengo abrazando vampiros desde que tengo uso de razón -

- Sabes que me refiero a vampiros de la calle -