Un accidente automovilístico. Una chica sin Historia, pero criada por una familia muy especial.
Un chico complicado, que la licantropía, vuelve muy irascible.
¿El amor lo puede todo?
Soy Dafne Mactavich y esta es mi Historia, ¿Busco el amor o el amo...
Por fin llegó el viernes, mañana vamos a festejar con mis amigos en casa, solo espero que mis vampiros se porten bien, y no se quieran comer a nadie.
- Princesa, me podes explicar, ¿Porqué Jared parece ser la última Coca'cola del desierto para ti? - Cuestioné a Kim.
- Siempre estuve obnubilada por Jared, quererlo es tan fácil como respirar, su alegría, su sonrisa, su voz, me transmiten tanto que me apabullan. Sé que no es sano, ya que él no me da ni la hora. Él amor no correspondido es de lo peor. En estos días que no lo he visto, siento que por fin puedo cerrar una etapa - Exclamó pensativa Kim.
Estaba segura que a Kim, le iba a costar mucho desplazar a Jared de su corazón. Además él no se merecía ese puesto privilegiado. Jared supuestamente había vuelto, pero tuvo una recaída, y Paul se contagió. Ahora en la reserva piensan que puede haber una epidemia, si supieran hasta qué punto eso podía ser verdad. Me preguntaba ¿Cuántos lobitos nuevos aparecerían?
Papá volvió, lo estuve torturando con escenas súper tristes, sobre lo mal que lo pase porque no me contestó una mísera llamada, ni me felicitó por mí cumpleaños, y rompió su promesa de siempre estar ahí para mí, los pensamientos tortuoso son la mejor arma contra Edward, estaba perdiendo su derecho a que lo llame papá.
- Daff ¿Porqué tenés esa mirada maliciosa? me estás asustando -
No podía contener la risa, Trevor estaba escondido atrás de Marian - Tranquilo, todavía no soy bruja, para poder tirarte un maleficio - Sería fantástico tener poderes.
- Entonces ¿Porqué me estabas matando con la mirada? - Exclamó ofendido.
- No te des por aludido, estaba pensando en otra persona - Dije con una sonrisa maligna, marca Rosalie - No se olviden que mañana es mí fiesta de cumpleaños, los espero a las 7:00 pm. -
- Vamos a estar ahí sin falta - Dijeron todos a coro.
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Pasamos un fin de semana de lujo con los chicos, la familia dejo la heladera y alacena bien provista, había tantos snacks que no sabías por dónde empezar, durante la celebración hicimos lo clásico, escuchar música, bailamos, vimos un par de películas, nos hicimos confidencias, aprendí más sobre las leyendas Quileutes, hasta tuvimos nuestra propia fogata.
El celular de Dafne suena estridente entre la cacofonia de ronquidos, habían estado despiertos hasta el amanecer y ahorras todos estaban dormidos en el living en un amasijo de bolsas de dormir.
– ¡Apaga esa maldita cosa! – Gritó Alysha medio dormida.
Dafne agarró su celular medio dormido, pero se terminó de despabilar cuando vio quien era, salió rápido para contestar y no perturbar el sueño de los demás.
