1. La feria del mañana.

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1943.

Plena segunda guerra mundial. 

Todos los hombres mayores de 18 años, que dispongan de un buen estado de salud, son reclutados. La mayoría son soldados, otros médicos y por supuesto, científicos.

Las mujeres, por otra parte, no tienen demasiado reconocimiento. Lo ideal para ellas, es verse bonitas y callada. Ser unas perfectas esposas trofeos.

Las pocas que logramos escapar de ese destino, debemos pelear muy duro y no dar marcha atrás. Me enorgullece ser del segundo grupo, pero a diferencia de muchas, cuento con el apoyo incondicional de mi hermano mayor.

- Antoinette, el show ya está por empezar...

- Sabes que me molesta que uses mi nombre completo...

- Por eso mismo lo hago - me dice con una sonrisa - Deberías subir al escenario conmigo.

- No me agrada ser el centro de atención, eso es lo tuyo hermano - le respondo, mientas que acomodo su moño - Aparte es tu invento... Aunque... ¿Reparaste la falla que te mencioné?

- No tiene fallas...

- Como digas Howard, lo veré entre el público y luego iré a recorrer la feria.

- Bien, supongo que te veré mañana para irnos al campamento, pórtate bien.

- Eso tendría que decírtelo a ti hermano, suerte.

Howard, sin duda alguna, es el mejor hermano mayor del mundo. Brillante, divertido y un poco arrogante. Pero también es la única persona que me ve por quien soy en realidad, a diferencia de nuestros padres. Él me apoya incondicionalmente en que sea científica. Según la prueba que me realizó, mi IQ supera hasta al más brillante del país. Es por eso que no dudó en sacarme de la escuela, para educarme el mismo y, lo mejor de todo, es que me ha salvado de un matrimonio arreglado. Con dieciocho años, participaré en un proyecto ultra-secreto y los pelmazos del gobierno deben aceptar de buena voluntad al dúo Stark.

El sonido de la música, me saca de mis pensamientos y me doy cuenta de que estoy en el centro de la multitud. Las bailarinas aparecen primero con sus cortos trajes y luego mi hermano con una gran sonrisa, que besa a la mujer que le entrega el micrófono. Típico de él, puedo escuchar el sonido los múltiples suspiros que dan las mujeres a mi alrededor al verlo sonreír.

- Damas y caballeros... Y si les digo que en unos pocos años su automóvil no tendrá que tocar la tierra nunca más - le habla al público con un aire misterioso, mientras que sus "ayudantes" quitan las ruedas del llamativo auto rojo - Con la tecnología de gravedad inversa Stark, lo van a poder arreglar.

Veo como gira las perillas de su caja de control y sube, lentamente, la palanca y el auto se eleva al mismo tiempo. solo por unos preciados segundos, hasta que la falla que le mencione hace un corto circuito, provocando que se desplome en el suelo.

- Les dije que en un par de años, ¿no?- dice con una sonrisa forzada - Para mi hermana que está entre el público, solo diré: tenías razón.

Con una sonrisa me retiro y me encamino hacia la zona reclutación para saludar a un viejo amigo.

- Hola linda, ¿Te gustaría pasear con nosotros? - me dice un tipo alto, junto a su amigo.

- No me interesa.

Puedo hacer solo dos pasos, hasta que bloquean mi camino.

- Cualquiera de los dos somos excelentes partidos y mañana nos iremos a la guerra.

- Sigo sin estar interesada.

- No te hagas de rogar cariño - habla su amigo acercándose.

- Y yo que pensé que vine a la feria y no al zoológico, para estar cruzándome con tantos animales - les digo con sarcasmo - Por última vez, no me interesan.

Mente brillante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora