.17. Recuerdos.

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Cinco minutos de ver partir a Steve, un impresionante auto gris se detiene delante de mí. La ventanilla oscura se baja y detrás del volante veo a Tony con unas gafas azules y una gran sonrisa.

- ¿Lista para ir a la escuela?

- Amo tu gusto en autos - le respondo subiendo.

- Tú necesitas uno - me dice arrancando.

- El problema es que mi licencia expiró hace décadas - le respondo en broma - Aunque debería encargarme de arreglar eso.

- Lo he tenido en mente, pero primero soluciones el tema de la Universidad - me dice él - Te encantará el lugar, papá empezó hace mucho hacer donaciones para el campo de la Ciencia y ahora continuó con eso y becas.

- Me alegro de oírlo y también en saber que aprendió a invertir mejor su dinero - le respondo y algo se me cruza por la cabeza - ¿Qué sucedió con su auto rojo?

- ¿El volador? - me pregunta en cambio y sólo asiento - Lo dejó abandonado en la bodega familiar, está bastante descuidado, pero si tú quieres repararlo es todo tuyo.

- ¿Olvidado? - le digo sorprendida - Pero si amaba ese auto más que así mismo y funcionaba bien...

- Desconozco la historia detrás de su decisión - me dice Tony.

No quiero pensar que haya sido porque le hacía recordarme. Howard... me gustaría tanto darte un golpe y un abrazo.

- Howard era un brillante, pero en muchos aspectos era un hombre muy simple - le digo y lo miro de perfil - Tú me recuerdas mucho a él.

- Viniendo de tu lo tomo como un alago - me responde - Es bueno saber que no soy el único Stark en pie.

- Es bueno para nosotros, pero sospecho que seremos un buen dolor de cabeza para más de uno - le digo y lo veo sonreír.

- Me agrada como suena eso - me dice él - Y empezaremos ahora.

La Universidad es impresionante, tengo que admitirlo. Estoy tan emocionada que apenas apaga el auto ya estoy saliendo de él. Nunca pude tener esta oportunidad y ahora no la voy a desaprovechar.

- Tones - me llama mi sobrino - Te olvidabas de esto - agrega y me entrega mi bolso y un estuche pequeño.

- ¿Qué es esto?

- Un regalo Stark.

Al abrirlo me encuentro unas gafas similares a las suyas, pero en tono rojo. Están increíble y no dudo en probarlas.

- Buenos días Señorita Stark.

- ¡Jarv! - le respondo sorprendida.

- Jarv es tu IA, las gafas tienen muchos trucos muy útiles que te pueden salvar de muchos problemas.

- Un regalo Stark - repito comprendiendo - Gracias Tony.

- No es nada, vayamos a inscribirte.

Al ir avanzando muchas miradas, poco disimuladas, se voltean hacia nosotros como imanes. Me incomodan muchísimo, pero en mi cabeza suena la voz de Howard: "Ni se te ocurra bajar la cabeza, eres una Stark".

- ¿Cómo lo llevas? - me pregunta Tony cuando nos detenemos al final del pasillo.

-  Era mucho más fácil pasar por desapercibida en los 40', pero estoy bien.

- De acuerdo, de lo contrario hazmelo saber.

El rector, junto a los cuatro jefes de las carreras que deseo estudiar, nos reciben.

Mente brillante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora