Mente brillante.

9. Ganamos la guerra.

Me despierto en vuelta en un grato calor humano. Me siento tan cómoda con nuestros cuerpos enredados bajo las frazadas. No siento ninguna necesidad de moverme.

- Buenos días - su voz suena ronca y suave.

- Voy acostumbrarme fácilmente a esto - le respondo y me muevo un poco para mirarlo a los ojos - ¿Cómo te sientes?

- Mejor que ayer... voy a extrañarlo mucho - me dice acomodando mi cabello hacia atrás.

- Lo sé y siempre estaré ahí para ayudarte...

- Romeo y Julieta, el Coronel Philips convocó una reunión para dentro de una hora. Así que apresurence por venir a desayunar, que anoche no cenaron - nos dice Howard desde el otro lado de la puerta.

- Siempre tan oportuno...- protesto levantandome y buscando mi ropa.

Steve hace lo mismo, pero dándome la espalda para que tenga privacidad. Para cuando termino, él todavía no ha terminado con su corbata.

- Ven, déjame ayudarte - le digo y le ajusto el nudo - Listo.

- Gracias.

Salimos tomados de las manos. El anciano de la cocina, ya nos tiene preparado las bandejas para cuando llegamos. Desayunamos junto al equipo y Howard, el cual me sorprende lo normal que está llevando la situación.

Al llegar a la sala de reuniones, me siento a la derecha de Steve y Howard a su izquierda. Cinco minutos más tarde, el Coronel Philips ingresa junto a Peggy.

- Schmidt debería de estar en un manicomio, se cree Dios y quiere acabar con medio mundo para probarlo. Empezando con Estados Unidos - nos dice señalando el gran mapa de la pared.

- Schmidt cuenta con poderes que superan nuestra capacidad - nos recuerda Howard - Si cruza el Atlántico, acabará con toda la costa este en una hora.

Esas palabras nos dan en que pensar.

- ¿Cuánto nos queda? - pregunta Gabe.

- Según mi nuevo amigo, menos de veinticuatro horas - responde el Coronel y eso me pone en alerta.

- ¿En dónde está ahora? - le dice Francés.

- Su última base está aquí - contesta y nos enseña una foto - En los Alpes, ciento cincuenta metros bajo la superficie.

- ¿Entonces que hacemos? No podemos llegar y golpear su puerta...

- ¿Por qué no? - lo interrumpe Steve a Jim - Es justo lo que vamos hacer.

Voltea a mirarme y me odio por entender su maldito plan. Le di mi palabra de que tendría mi apoyo.

- Es demasiado arriesgado, si es lo que pienso - le digo - Pero tienes mi apoyo.

Bajo esa respuesta, se pone de pie y toma el lugar del Coronel Philips para explicarles al resto el plan.

No me agrada que quiera ir solo como carnada, pero sé que debo confiar en su plan. El Coronel y Peggy, estarán escondidos a los alrededores con todos los soldados esperando nuestra señal. Con el equipo, buscaremos una zona alta para poder ayudar a Steve.

Al terminar, nos da una hora para que nos alistemos.

Mientras que me pongo mi traje, siento una extraña sensación de que algo grande sucederá hoy. Me coloco mi chaqueta y ajusto el amarre de mi cabello, antes de salir y encontrarme con Howard apoyado en la pared de al frente.

- Tones... Sé que no quieres oírlo, pero preferiría que está vez no vayas...

- Howard...- le digo con calma - Está es la misión que tanto hemos esperado. Me necesitan ahí - agrego - Debemos detenerlos o millones de personas morirán y eso incluye a nuestros padres y a Jarvis.