Mente brillante.

.23. Siberia.

N/A: Capítulo subido de TONO. Quedan advertidos y también es posible que les provoqué muchos cambios de humores.

Ha sido un mes bastante duro, el departamento se siente mil veces más grande y silencioso de lo que podía esperar. Jarv es mi gran compañero, recordándome que debo comer y dormir para seguir viva. Tony y Pepper son mis visitas más frecuentes para saber como estoy, Pepper se ha vuelto una verdadera amiga y estuvo más que de acuerdo en que pausara los planes de bodas hasta hablar con él. Tony por su parte, inventa excusas para trabajar conmigo en algún proyecto en mi laboratorio o hablar de la Universidad o la empresa familiar. También he recibido un paquete de mi querida Peggy, lloré cuando vi las fotos de los cuarenta con ella, con mi escuadrón y con mi Howard.

Cuatro meses y medios para graduarme de mi cuatro carreras y cinco meses para que la boda sea realizada. El estrés ya está implementado en mi sistema, pero mi concentración está en esta noche. En mi cena con Steve. No hemos hablado desde aquella tarde, pero ambos hemos querido saber del otro. No soy tonta, he sentido la presencia de Romanoff siguiéndome a mis clases. Por mi parte, mi espía era Jarv, el cual entraba al sistema del complejo y me informaba de su estado, también fue él quien le informo de esta noche.

No tengo ni la menor idea de que va a suceder. ¿Qué lo extraño? Más de lo que podría imaginar. ¿Qué si lo sigo amando? Jamás he dejado de hacerlo. Pero mi problema sigue siendo el porqué no ha venido por mi ayuda con Bucky. No he investigado nada porque aún tengo la esperanza de que él me lo diga.

-Señorita Stark, el Señor Rogers ya se encuentra en el ascensor – me infirma Jarv sacándome de mis pensamientos.

- Gracias Jarv, ¿Cómo me veo?

- Igual de encantadora que de costumbre.

-Gracias, no sé que haría sin ti – le respondo alisando mi vestido y mi corazón da un brinco cuando escucho los golpes en la puerta – Ya es hora.

Con un ligero temblor en mi mano, abro la puerta. Maldición, extrañaba esos ojos azules. Vestido con una camisa blanca y jeans, sostiene un ramo de rosas rojas y una sonrisa nerviosa, esa que me enamoró en aquella feria hace tantos años atrás.

-Te ves hermosa Tones – me dice él sin dejar de verme.

-También te ves bien Steve – le respondo dándole lugar para que pase y me entrega las flores – Gracias, las pondré en agua. Ven, ya tengo la cena lista.

-Huele muy bien.

Con la comida en nuestros platos, sentados frente a frente, ninguno de los dos sabe cómo comenzar.

-Esto es incómodo – suelto sin darme, malditos genes Stark – Lo siento.

-Tones, no quiero que esto sea incomodo para ninguno de los dos – me responde - ¿Cómo has estado?

- Siempre siendo un caballero – le respondo con una ligera sonrisa – Se podría decir que bien, no lo sé. Me he estado concentrando en mi trabajo y mis estudios. ¿Tú cómo has estado?

-Los nuevos tienen un gran potencial, los gemelos te envían saludos – me dice él antes de suspirar derrotado - ¿Lo has pensado? Porque siendo sincero contigo, no me he sentido tan asustado desde antes del suero. No quiero perderte, te amo eso nunca va a cambiar – agrega poniéndose de pie hasta extender su mano hacia mí - ¿Dime qué aún no está todo perdido?

- No todavía – le digo tomando su mano para ponerme de pie – Te amo Steve, pero hay algo que esta poniendo la tensión en nuestra relación. Dame algo a que aferrarme.

- Tienes razón en decir que hay algo que no te estoy diciendo, pero necesito que lo quede de tu confianza la viertas ahí... tengo mis motivos y te juro que cuando todo acabe te lo explicaré hasta el más mínimo detalle.