| Una cita para la fiesta
—Parker, cambia la canción. —Aparté la mirada del cristal de la ventana al escuchar la voz de Allison, notando que me estaba mirando a través del espejo retrovisor—. ¿Te gustaría escuchar algo en específico?
—Estoy bien, gracias —me limité a responder, declinando amablemente su oferta.
Desvié mi atención de ella hacia el chico sentado a su derecha, viéndolo tomar el iPod y pasar la lista de canciones hasta que finalmente se decidió por una. El ritmo de la canción resonó en el interior del auto, acompañado de un quejido descontento de Allison.
—Quítala —pidió.
Le miré a través del espejo otra vez, viendo la mueca de desagrado que hacía mientras se mantenía atenta al camino. La lluvia todavía no paraba y ya habíamos recorrido un par de kilómetros en completo silencio hasta ahora.
—Tú dejaste que escogiera —se defendió Parker.
—Escoge la que quieras, excepto por esa.
— ¿Entonces por qué siquiera la tienes?
Ambos comenzaron a discutir sin problemas, provocando que blanqueara los ojos con fastidio pues los quejidos de Allison estaban comenzando a aturdirme y los reclamos de Parker me hicieron sentir cansada, la idea de caminar a casa bajo la lluvia viéndose como una buena elección en ese momento.
Mantuve mi atención en el camino frente al auto cuando la discusión se tornó aún más desesperante que al comienzo, logrando ver, gracias a las luces delanteras del auto, un perro cruzando la calle en medio de la tormenta.
— ¡Allison, cuidado!
Mi grito consiguió alertarla, viéndola regresar la mirada al frente para ver al animal; le dio la vuelta al volante e intentó frenar para esquivarlo, pero el agua impidió que el auto pudiera detenerse antes de golpearlo con fuerza.
El auto frenó una vez que los neumáticos dejaron de deslizarse encima del asfalto mojado, dejándonos a los tres con las respiraciones agitadas por el golpe que acababa de sacudirnos. Abrí la puerta y bajé cuando fui capaz de reaccionar respecto a lo que acababa de suceder, sintiendo el agua sobre todo mi cuerpo conforme corría hacia uno de los costados del auto.
El perro estaba tendido sobre el suelo, llorando por el dolor y con una de sus patas delanteras posiblemente rota. Me arrodillé a su lado con el agua escurriendo por mi rostro, mi respiración agitada.
—Está vivo —dijo Parker, arrodillándose a mi lado bajo la lluvia y una de sus manos sujetó las mías para detener el temblor que no tengo idea de cuándo comenzó—. Oye, está bien. Está vivo, así que no somos asesinos de perros, ¿de acuerdo?
Allison todavía estaba dentro del auto, seguramente en shock por lo que había pasado por su descuido. No podía culparla realmente por no bajar a ver como se encontraba el perro, yo también estaría totalmente estupefacta al saber que un ser indefenso resultó herido por mi culpa.
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wolves | #1 | teen wolf
FanficDurante todo el transcurso de su vida, Brooklyn Stilinski jamás había creído tener algo de especial. Con el peso de la escuela sobre sus hombros y un trabajo de medio tiempo en una cafetería, siempre creyó que era una chica más del montón con la úni...