Vigésimo Segundo Golpe

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P&W

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Gotham city
Viernes, 12:30 de la tarde
Dormitorios de Gotham academy

Los pasos pesados resonaban en el piso de madera en la habitacion, parecia que un oso andaba en hurtadillas por el cuarto. Caminaba descalza con la espalda encorvada y mis ojos hinchados a punto de cerrarse.

En mis manos tome un poco de agua helada del grifo, el contacto de mi piel caliente con el agua fría hizo que sintiera mi cuerpo tensarse por unos pequeños segundos, esperaba que el agua fría pudiera despertarme completamente, no sirvio de mucho.

Mire el reflejo en el espejo, mis ojos zafiro lucían cansados, debajo de ellos una pequeña hinchazón que hacía saber a cualquiera que no tuve la mejor noche de sueño.

Y era cierto, no había dormido tanto como quería. Durante la noche anterior había estado leyendo aquel gran libro de griego antiguo.

Descubrí tantas cosas sobre los semidioses y la armadura del collar, pero aun asi no termine de leer el libro completo.

No había necesidad de levantarme temprano porque no había clases, pero algo inesperado ocurrió.

Eran la una y media de la noche cuando había terminado de leer gran parte del libro, estaba ya lista para dormir pero el ruido del celular impidió aquello.

Tenia una llamada entrante que imagine era lily, mi amiga castaña acostumbraba llamarme tarde para preguntarme alguna duda.

Me sorprendí al escuchar una voz ronca en la línea, la que había aprendido a diferenciar de las demás.

Damian había conseguido mi numero de teléfono, lo que raramente no me sorprende.

No pienso mentir, mis mejillas se sonrojaron varias veces, aunque él no estuviera frente a mi, y tambien llegue a tartamudear, razón por la que se burlaba de mí en ocasiones.

Al final se hicieron las tres de la madrugada y, sorpresivamente, me preguntó si podíamos vernos el dia de hoy. No me sorprendía el que me pidiera verlo, sino, que me dijera donde.

Hoy visitará por primera vez la casa de Bruce Wayne, por consiguiente, la de Damian Wayne.

Por ello ahora estoy revolviendo cosas en mi armario. No era de las chicas  que se ponían miles de maquillajes en la cara, pero si utiliza alguno que otro. Me di cuenta de que arreglarse es una de las cosas que hacen tener confianza en ti misma y saber lo linda que eres sin que alguien tenga que decirlo, claro, no todos pensamos lo mismo.

Coji mi mochila de cuero negro y cerré con llave el dormitorio, seguramente Damian ya estaba esperando, y eso me ponía mas nerviosa.

Al bajar los pisos del dormitorio, pude ver frente a la puerta al pelinegro que buscaba.

𝖶𝗈𝗇𝖽𝖾𝗋 𝖦𝗂𝗋𝗅 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora