Capítulo once

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— ¿Puedes venir al frente, Jackson? —Preguntó el profesor, señalando un complicado problema de física en la pizarra.

Jackson dudó, no entendía un carajo de lo que estaba escrito allí. Hace un par de semanas que no recibía ayuda de Jaebeom por cuestiones de tiempo y a decir verdad, le hacían mucha falta.

— No sé hacerlo... —Confesó, bajando la mirada a su cuaderno.

— Ven al frente, Jackson. Ya no es una pregunta, es una orden.

Jackson mordió su labio inferior, y se puso de pie para caminar al frente, sentía las miradas sobre él y lo ponían bastante nervioso.

Para su sorpresa, el maestro sonrió y comenzó a explicarle el tema despacio en la pizarra, resolvió el problema deteniéndose en cada tema para darle a entender a Jackson cada movimiento. El maestro tenía vocación, de tan solo observarlo era evidente.

— ¿Crees que puedas hacer uno solo, Jackson?

El mencionado asintió, el profesor borró la pizarra y escribió un nuevo ejercicio, por último le extendió el marcador a Jackson y se recostó de la pared observando el desempeño de Jackson.

El extranjero llenó el ejercicio sin problemas y Choi lo felicitó antes de enviarlo a su asiento. — ¡Muy bien, chicos! Espero que hayan entendido todo muy bien porque mañana hay examen y este tema está incluido. ¡Estudien!

En ese momento, tocó la campana y comenzaron a guardar sus cosas para salir. Jaebeom se acercó al profesor con una gran sonrisa. —Gracias por el postre, cuando pasó por casa ya estaba dormido pero esta mañana tome un poquito y estaba muy rico, hyung.

— Jaebeom, no debes comer dulces en la mañana. —Lo regañó, aunque la idea de Jaebeom comiendo pastel a escondidas en la madrugada lo enamoraba.

— Ya, suenas como mi papá... —Jaebeom formó un puchero, apretando libros contra su pecho. — ¿Cómo le fue en la cita? ¿Cómo es ella? ¿Es bonita? ¿Cuándo me la va a presentar?

Preguntaba Jaebeom a su maestro camino a la salida. Siwon formó una mueca, la cita fue desastrosa, el chico era un desastre para comer, tenía una risa más escandalosa que la de su hermano y le ofreció tener sexo. —No funcionó.

— Que mal, hyung, esa chica ha sido una tonta, dejó ir a un gran hombre.

Siwon intentó sonreír, y despeinó los cabellos de Jaebeom quién formó un leve puchero. Jackson veía la escena desde lejos, sus ojos ardían en celos, apretó sus puños y se regresó a su casa a grandes zancadas, mirando el suelo sin ganas de nada.

No sabía porque experimentó celos, era irracional. Jaebeom no era nada más que algo parecido a un amigo, no tenía derecho a sentirse así, pero es que no podía evitarlo. Jaebeom despertaba algo en él, algo que había jurado dejar morir en China. Jackson odiaba ser homosexual, lo detestaba. No le gustaba sentirse atraído hacia los hombres, menos a Jaebeom, el hijo de un pastor, ambos debían ser homofóbicos hasta el carajo y lo iban a considerar un enfermo si se llegaran a enterar.

Se echó en la cama de espaldas y soltó un largo suspiro. Recordó el hermoso rostro de Jaebeom, sus pequeños ojitos y su sonrisa encantadora que los hacía lucir más pequeños aún, mordió su labio inferior al imaginar su cuerpo, Jackson podía notar su musculatura incluso por debajo de su ancha ropa. Por alguna razón, lo imaginó bajo su cuerpo, con las piernas bien abiertas mientras él lo embestía con fuerza y le gemía en su oído que quería más.

Jackson soltó una maldición por esa imagen, ahora tenía una gran erección entre sus pantalones. Deslizó su mano y apretó el bulto con poca delicadeza, cerró sus ojos e imaginó que eran las grandes manos de Jaebeom que recorrían su cuerpo y tomaban su miembro en la mano. Bombeó despacio en un inicio, disfrutando de la imagen mental de Jaebeom desnudo entre sus piernas tocando su verga.

Sonrió al imaginar que se agachaba a tomar con su boca el pene y movió su mano con más fuerza, fue imposible resistir sus ganas de jadear y de su garganta se escapaban suaves gruñidos de placer. Pronto sintió el calor acumularse en sus zonas bajas y alcanzó un orgasmo.

Jackson dejó caer sus manos a un lado mientras el semen se escurría por su pene y mordió su labio inferior.

Acababa de masturbarse imaginando a Jaebeom.

Debía alejarse de ese chico lo más pronto posible.

Estoy enamorada del maestro, quiero uno para llevar por favor

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Estoy enamorada del maestro, quiero uno para llevar por favor. 
Si Jaebum no lo quiere, yo sí.

Estoy escribiendo los capítulos finales y ando sufriendo, joddddddddddddddddder.

Capítulo dedicado a: YugyeomDameDuro (a mi también por favor)

Pecado ; jackbeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora