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Capítulo uno

Los grandes momentos de tu vida no van a ser necesariamente las cosas que tú haces, muchas veces serán cosas que simplemente te suceden a ti.

No digo que no puedas actuar de una forma que afecte como resultará tu vida, tienes que actuar y lo vas a hacer. Pero nunca hay que olvidar que cualquier día, puedes salir a la calle y tu vida puede cambiar para siempre. El universo tiene planes y ese plan está siempre en movimiento.

Una mariposa mueve las alas, y por eso comienza a llover; Da un poco de miedo, pero al mismo tiempo es maravilloso, todas esas pequeñas piezas están trabajando siempre, asegurándose que estés en el momento exacto en el lugar que se supone que tenías que estar. El momento justo en el lugar exacto.

Hoy fue uno de esos días, me levanté temprano me bañé y mi pelo por fin estaba increíble sin tardar tanto, encontré la ropa exacta que quería ponerme, un vestido rojo hasta la rodilla con los zapatos negros, hoy tenía solo reuniones y quería lucir bien, el espejo me dio su aprobación y por fin después de un año muy duro me sentía bien conmigo misma.


_Bauti hijo, a levantarse
_Estoy levantado Ma!
Guau hoy iba a ser un gran día. Desayunamos y salimos para el cole.
_Chau hijo, te veo a la noche, te amo
_chau Ma!
Mi hijo es la luz de mis ojos lo tuve de joven y hoy con 10 años me sostiene.
El tráfico estaba tranquilo y llegué al estudio en 15 minutos esto era un récord, hoy empezaba el nuevo socio, habíamos decidido integrar un nuevo socio con Fernando porque teníamos muchísimo trabajo y necesitábamos a alguien con conexiones en el exterior para resolver varias cuestiones, Fernando tenía el hijo de un gran amigo de él que es abogado formado en Oxford que manejaba todo el estudio desde allá y ahora se mudaba aquí para seguir con nosotros.
_Buen día Carmela
_Buen día Doctora, llego temprano ya le llevo el desayuno todavía no tiene a ningún cliente
_Genial Carmela gracias, avísale al Doctor Pérez Bruschi que ya estoy en la oficina.
_Enseguida
Mire mis mail y estaba todo bien, un par de casos que ya podía cerrar y un par de buenas noticias.
Atendí unos llamados y a clientes, estaba saliendo todo bien, hay días en que las cosas marchan demasiado bien y te hacen sospechar, ¿lo peor será lo próximo que aparezca? a veces es solo un buen día, a veces el mejor día y otras el peor de tu vida y hoy terminaría siendo el peor día de mi vida.
_Clara quiero presentarte al nuevo socio.
_Fernando buen día, hazlo pasar
_Pasa Alexander
Levanté la vista y a medida que se iba acercando mi corazón latía cada vez más rápido, era él, no, no podía ser él.
_Clara te presento al doctor Alexander O'Connor, Alexander te presento a la Doctora Clara Hoffman.
_Hola Clara
Le di la mano y él la tomó, la besó no salió palabra de mi boca y estoy segura que mi cara contaba toda la historia, Nos quedamos ahí como una eternidad mirándonos fijamente cuando Fernando dijo que salía a atender una llamada.
_Clara, hola, tanto tiempo estas muy bella
_Alex ¿Qué haces aquí?
_Soy el nuevo socio, aunque cuando llegué nunca me hubiese imaginado que eras tú mi socia.
_Si no, que increíble después de tanto tiempo.
_ ¿Podemos hablar? Creo que tenemos mucho que contarnos.

_Debo irme, es no podría decir un placer, pero, es un poco sorprendente.

_Clara realmente no sabía que eras tú la otra socia del estudio, pero me pone feliz que lo seas, quisiera poder hablar contigo de algo.
_No tenemos nada de qué hablar teníamos hace más de 10 años, ahora no tenemos nada que decirnos, si me disculpas tengo que salir.
Agarré mis cosas y salí lo más rápido que pude o iba a llorar delante de todos
_Clara espera
Casi corrí al ascensor, todos giraron a vernos, él se quedó parado en la puerta de mi oficina como todo un Dios griego y yo desarmada a punto de llorar y apretando los botones para que las malditas puertas se cierren rápido, fue todo un espectáculo, cuando se cerraron por fin respiré, no me había dado cuenta que estaba conteniendo el aliento.
_Maldita suerte

Un señor al lado mío en el ascensor se corrió dejándome más espacio, parecía loca y no me importaba, ¿Qué hacía acá? Era él 10 años después.

Amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora