Padre Destino

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Una semana había pasado ya desde que Turambar había llegado con Odalis en brazos, lamentablemente hasta entonces no se presentaba ningún cambio en su estado. Fue trasladada a San Mungo para ser evaluada, sin embargo, nada pudieron hacer, solo les quedaba esperar que llegara a despertar en algún momento.

Por petición de sus hermanos Odalis se quedo en la enfermería del colegio para poder visitarla con frecuencia, Hermione y Draco no se opusieron, entre mas compañía tuviera su hija sería mejor para ella.

Entre todos se turnaban para acompañar a Odalis el mayor tiempo posible, no solos sus hermanos la visitaba, todos sus primos y amigos también lo hacían. Incluso algunas noches cuando lograba colarse sin ser visto en la enfermería Thor, Scorp, Elden, Leo y James los hombres en la vida de la castaña pasaban en vela sus horas solo para tomar su mano y hablarle de lo mucho que las extrañaban.

Thor parecía un cachorro triste a un lado de su cama con su rostro lánguido y lastimero, apoyando su mejilla contra la mano inmóvil y tibia de Odalis esperando que ella pudiera acariciarlo como tantas veces lo había hecho cuando estaba triste y lo consolaba, aun sin decirle que le ocurría Ody sabía, ella siempre sabia cuando necesitaba un abrazo cálido o una caricia para animarlo o para que simplemente se escapara rápidamente su enojo. Odalis era la única que sabia como se sentía en ocasiones cuando pensaba en su verdadero padre Otto, o su lucha constante cada luna llena para mantener su parte lobuna a raya, sabia de sus miedos de convertirse algún día en un hombre Lobo.

Como deseaba poder escuchar de nuevo su vocecilla llamándole Too y regalándole esa sonrisa llena de cariño. Recordaba como cuando eran niños y el se sentía especialmente solo o diferente a sus hermanos la castaña llegaba en pijama abrazando su oso de felpa para meterse en su cama alegando tener un miedo que sabía que no sentía solo para acompañarlo y hacerle saber que ella siempre estaría para él y que no le importaba lo diferentes que pudieran ser el siempre seria su querido hermano lobo.  Si cerraba los ojos incluso podía recordar la manera en que la pequeña mano de Odalis se enredaba en sus cabellos negros y los acariciaba hasta que se quedaban profundamente dormidos uno abrazado al otro.

Scorpius por su naturaleza reservada le costaba expresar todo lo que sentía al ver a su pequeña hermana sumida en ese sueño del  que no sabían si despertaría, sentía angustia, preocupación, incertidumbre, dolor y una profunda tristeza. Solo estando solo en la enfermería a un lado de la cama en la que descansaba su hermana se permitía llorar, lloraba en silencio presa de la desolación, tomaba entre sus manos la delgada mano de su hermana y dejaba fluir sus lagrimas mientras le decía cuanto la quería y la falta que le hacía. El tan orgulloso como era, tan altivo, tan Malfoy, pocas eran las veces que se había permitido llorar, ni siquiera se acordaba cuando había sido la última vez que lo había hecho, hasta que haciendo memoria se acordó que tenía quizás 5 años y Thor por accidente le había roto su escoba de juguete favorita, recordó como una pequeñita de cabello castaño peinado en dos colitas se acerco con una sonrisa y sus ojos grises brillantes y compartió con él y Thor una gran barra de chocolate haciendo que se les olvidara el incidente al ver la cara inocente de su hermanita llena de chocolate. Scorp rio ante ese recuerdo y limpio las lagrimas de su rostro y pensó que Ody siempre buscaba la manera de arrebatarle una sonrisa, y ella era quizás la única persona  a la que le permitía corregirle u aconsejarle sin ponerse a la defensiva.

El hijo mayor de los Potter James pasaba muchas horas al día acompañándola, en ocasiones iba con Lily y Albus, otras prefería ir solo cuando ya era tarde para poder hablar con Odalis. Le hablaba sobre los entrenamientos de quidditch y como le hacia falta al equipo una cazadora como ella, porque aunque Samantha Nott fuera muy buena y siempre se esforzara por dar lo mejor de si,  no se comparaba con su atrevidas maniobras que hacían que la mayoría contuvieran el aliento. También le había contado ya que no funciono la relación con Samantha y que habían preferido ser solo amigos, se puso sumamente rojo cuando le confesó que no podía olvidarla y que esperaba que pronto despertara para que le diera una oportunidad de demostrarle cuanto la quería.

Draco Nos Volvemos A Ver (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora