Justo ese día se cumplía un mes de la boda de Scorpius, Hermione aun podía cerrar los ojos y recrear ese emotivo momento, aun podía escuchar las dulces notas musicales retumbando en sus memoria, se habia empeñado al igual que lo hiciera en las bodas de Eleine y Thor de repasar cada detalle para inmortalizarlos en sus pensamientos.
Mientras giraban en brazos de Draco bailando, un collage de imágenes se colaba en su mente. Suspiro y recargo su rostro en el calido pecho de su esposo y escucho los rítmicos latidos de su corazón, era tan feliz, que a veces dudaba que mereciera ser tan dichosa.
A su alrededor bailaba sus hijos con sus respectivas parejas y en sus rostros podía ver esa chispa de indudable felicidad que les asaltaba, era un deleite verlos y su corazón en cada latido le decía que era plena.
Las lágrimas tristes habían quedado atrás, convertidos en recuerdos cada vez más borrosos y lejanos. Las guerras ya no eran más que historias escritas en los libros, narraciones que solo estaría presentes para recordar que no debían cometerse los mismos errores. Pero todo aquello que alguna vez los acecho causándoles daño había quedado ya enterrado en un pasado que no se repetiría.
Hermione sonreía aun apoyando su rostro en el pecho varonil de su Draco y suspiraba cada tanto tiempo al recordar en ese momento tan feliz cuan agradecida estaba con todas aquellas personas que le dieron la oportunidad ese día de compartir con la más pequeña de sus hijas la dicha de una boda.
La lista era interminable, pero indudablemente estaba encabezada por sus padres, por aquellos sencillos muggles a los que le debía su existencia, los que la habían convertido en lo que era, esos bondadosos dentistas, que le enseñaron de valores, de amor, de compañerismo, de todas las cosas verdaderamente importantes de la vida, la familia, el valor y la lealtad y que lamentablemente de manera temprana se habían ido de este mundo a partir de un fatídico accidente.
Pero no quería llorar mas por la tristeza de esa perdida, por el contrario había aprendido a aferrarse a los buenos recuerdos, y a descubrir que era mejor recordar sus cálidas sonrisas, sus besos antes de dormir, sus caricias, sus abrazos llenos de cariño, su indudable apoyo, su comprensión, el orgullo que demostraban al tenerla por hija, eso era lo importante.
Y a sus padres le seguían muchas más personas que la alentaron a lo largo de su vida para superarse, con los que lucho para derrocar al innombrable, muchos de los cuales lamentablemente también habían muerto en combate, como Albus Dombledor, Dobby, Fred Weasley, Zulema, Valda y su querido Otto, y asi seguían en una lista sin fin, pero a todos ellos les debía estar ese dia compartiendo esa dicha con sus seres queridos.
Recordando, sentía una enorme orgullo cuando escucho como intercambiaban sus votos matrimoniales Thor e Hydra. Todos podía notar el amor que ambos se profesaban con solo ver sus miradas enamoradas. Verlo ante ella repetir esas palabras de promesa le provoco admitir lo mucho que se parecía a Otto, el mismo porte galante, las mismas facciones y un poco de su fuerte temperamento que lograba domar la morena se repetía con devoción esas promesas de amor eterno. Ese par le había hecho abuela a la primera oportunidad, el pequeño Dan era el nuevo miembro de la familia.
Un bebe hermoso de cabellos tan negros como la noche, unos bonitos ojos almendrados en color caramelo y una mejillas tan redondas donde se dibujaban pequeños hoyuelos cuando sonreía. A petición de Hermione y Draco, los abuelos, Thor e Hydra junto con Dan vivía en la mansión Malfoy en lo que decoraban lo que sería su nuevo hogar, una mansión preciosa muy cercana a la de sus padres.
En cuanto a Barlog y Eleine, se casaron poco después de Thor. Y ya que el elfo no tenia un apellido que otorgar en una unión matrimonial mágica, Draco le otorgo el propio adoptándolo, de alguna manera esa también era la forma de retribuir a Eleine que no llevara su apellido. Por tanto Barlog paso a ser también un legitimo Malfoy y desposo a su amaba rubia cediéndole por fin el Apellido que le había correspondido desde siempre, siendo así Barlog Malfoy y Eleine Malfoy.
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Draco Nos Volvemos A Ver (Parte II)
RomansaUna nueva generación se embarca a grandes aventuras, nuevos peligros les acechan y tendran que tomar grandes decisiones para lograr sus metas. Esta Historia es la segunda parte de "Draco Nos Volvemos a Ver"