En un día mas seria el partido decisivo Gryffindor contra Slytherin, se podía notar en el ambiente la emoción de todos los alumnos. El nerviosismo aumentaba a cada momento y no se habían esperar las palabras de ánimo hacia su equipo favorito y abucheos para los contrarios.
Odalis tenía semanas inusualmente más seria de lo normal, desaparecía por más tiempo y nadie podría saber donde se metía todas esas horas. Continuamente sus hermanos la interrogaban pero no lograban que les contara sobre su paradero, solo los evadía o ponía de pretexto los múltiples deberes que tenía que hacer.
La mayoría no le prestaban mucha atención, la chica nunca era demasiado sociable, por lo contrario era solitaria y hablaba poco. Pero al menos para un par de personas el cambio era más que evidente.
-¿Qué te pasa Ody? -Le pregunto preocupado James, estaban en la sala común haciendo algunos deberes en las mesas.
La chica fijo sus ojos grises en los de su amigo y sonrió con sinceridad. -Nada James, no pasa nada.
-Es que últimamente te veo diferente mas callada, seria, como si algo te preocupara.
-Agradezco por tu interés, pero de verdad que estoy bien.
-Si tú lo dices, pero de cualquier manera sabes que cuentas conmigo siempre.
-Gracias. -Dijo acercándose y depositando un beso en la mejilla del chico que se sonrojo.
En ese preciso momento estallo un frasco de tinta manchando el pergamino en el que trabajaba James. Odalis pudo ver como Leo salía de la sala con la cara roja y el ceño fruncido, había sido él.
-Te ayudo. -Saco la varita y limpio el desastre dejando el pergamino intacto.
-Gracias Ody. -La chica sonrió y recogió sus libros para subir a su habitación.
Ya anochecía, cuando Odalis salió del castillo. Camino por los terrenos del castillo hasta llegar al lugar que era como el santuario para su hermana Eleine.
La figura del elfo Barlog estaba como siempre, igual que el día que Hermione lo sometió al sueño eterno y su cuerpo se enfureció como el granito dándole una apariencia de una fina estatua de mármol.
La luna llena adornaba el cielo, al verla recordó a Thor, la influencia de la luna era mínima en el, pero aun así en esos días del mes no podía evitar que su temperamento se volviera inestable y su fuerza aumentara desmesuradamente.
Suspiro cuando estuvo ya frente a esa imponente figura. La luz plateada iluminaba el rostro del elfo dándole una apariencia celestial. Odalis le llegaba por debajo del hombro por lo que tuvo que estirar sus manos para acariciar el rostro marfileño del elfo.
-El tiempo está cerca. -Dijo en voz alta. -Tendrás que decidir muy pronto que camino abras de tomar cuando despiertes de ese sueño. Siempre puedes elegir, eres libre de hacerlo.
El viento soplo con fuerza agitando las copas de los arboles cercanos. Llevando un suave murmullo al oído de la chica.
-No puedo cambiar lo que soy. -Escucho al viento decirle y sin sorprenderse contesto.
-Que seas un elfo oscuro no significa que seas malo, tus acciones son las que te definen, has pagado ya tu condena y debes decidir que aras a partir de entonces, solo piensa que tu elección también le afectara a ella.
El viento se torno violento haciendo que multiples hojas se desprendieran por las sacudidas feroces de los arboles, pero no hubo otro susurro dedicado a la castaña que cerró los ojos sintiendo el aire golpeando su rostro, no tenia miedo, sin embargo, no podía alejar la preocupación que sentía en esos momentos.
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Draco Nos Volvemos A Ver (Parte II)
RomanceUna nueva generación se embarca a grandes aventuras, nuevos peligros les acechan y tendran que tomar grandes decisiones para lograr sus metas. Esta Historia es la segunda parte de "Draco Nos Volvemos a Ver"