Rompiendo Los Sellos

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No fue difícil para Eleine aprender la canción les llevo solo alguna horas perfeccionar la dicción y el volumen de voz que debía emplear, seguía a Odalis que tenía una buena soltura en sus cuerdas vocales y al final cantaban a dúo sin ningún error acoplando sus voces como si se tratara de una misma.

Mientras ellas cantaban los demás se veían afectados de un modo extraño, sin imporar lo que estuvieran haciendo en ese momento suspendían por unos minutos su labora solo para escuchar como las hermanas Malfoy dejaban fluir aquellas hermosas notas por sus gargantas.  

-Perfecto Eleine. -Odalis estaba complacida de la manera tan rápida en que su hermana había logrado dominar el complicado hechizo. -Sigue practicando.

-Claro Ody.

-Creo que ahora si me voy a entrenar. -Se levanto sacudiendo de sus ropas el poco pasto que se había quedado pegado.

Camino algunos metros hasta llegar al claro, pudo ver como practicaban por parejas, Hydra y Thor, Antares y Scorp, además Elden ayudaba a Leo, mientras que Barlog y Turambar practicaban juntos.

Cuando vieron acercarse a la castaña, Turambar se inclino para agradecer a Barlog y se  acerco a Odalis.

-Eleine lo hará muy bien.

-Lo se.

-Deseas practicar con tus hermanos o prefieres hacerlo con Barlog.

-Creo que prefiero que sea usted quien me instruya. -Contesto pensando en lo incomodo que sería practicar con Barlog, además en cuanto a sus hermanos sabia que los había superado y no deseaba molestarlos.

-Eso pensé. -Sonrió el elfo.

Cada pareja seguía con la práctica, solo Barlog había ido al lugar donde Eleine practicaba, la rubia se concentraba de la misma manera que Odalis, cerrando los ojos lograba que las notas le salieran perfectas. El elfo se sentó sigiloso cerca de ella solo para deleitarse al escuchar su voz como tantas veces lo había hecho en el pasado.

Barlog pensaba que de no ser por la compañía de Eleine en los últimos años, su mente se hubiera sumergido de manera irremediable en la desesperación y la locura. Pero gracias a ella no había sido así. Aun sumido en el sueño eterno y a pesar de estar inmóvil y frio, podía escuchar, sentir y ver su entorno.

El también recordaba esa primera vez en la que una pequeña niña de rubios cabellos y expresivos ojos azules había llegado una tarde a su encuentro, recordaba ese extraño brillo en su mirada, su olor a flores, la curiosidad mientras lo observaba, una pequeña sonrisa formándose en sus tiernos labios, algo especial pudo percibir en el aura que emanaba.

Y a partir de entonces todos los días sin acepción esa niña se sentaba a sus pies en un principio tímida como era solo leia en silencio o escribía en su libreta, pero con el transcurso de los días y las semanas adopto una peculiar costumbre, le hablaba como si pudiera escucharla y aunque ella no podía saberlo, así era, escuchaba como le leía en voz alta, en ocasiones gruesos tomos que solicitaba en biblioteca sobre las materias que llevaba en el curso, pero a veces llevaba libros de cuentos muggles; en otras tantas veces le platicaba de trivialidades, de cómo le había ido en el día o cantar con su voz infantil pero hermosa canciones que le habia enseñado su madre cuando era mas pequeña, hasta que era tarde y tenía que irse no sin antes estirarse un poco para rosar con su suave mano la mejilla dura, lisa y fría del elfo.  

Con el paso de los años las visitas eran más tarde y duraban un poco más de tiempo, y conforme maduraba la mente de esa niña que también se iba transformando poco a poco, el tipo de libros que leía habían cambiado a novelas de amor o poemas de amor, dejo de cantar las canciones infantiles para cambiarlas por aquella de mayor profundidad donde hablaba de sus sentimientos.

Draco Nos Volvemos A Ver (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora