3. Saving Grace

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Natalia

Estaba nerviosa esperando que Alba me hablase y me dijese que habían llegado, si les pasaba algo no me lo perdonaría en la vida.

"Natalia Lacunza, quieres soltar el móvil, ya te avisará si quiere avisarte"

Bufé un poco desesperada, hacía ya un buen rato que Afri y yo habíamos llegado a Madrid hace un rato y ella ya tendría que haber llegado hace un buen rato también. Llegamos a la oficina de Capdevilla, abrí la puerta encontrándome con el simpático hombre con el que ya había coincidido varías veces.

"Capde" Le saludé abrazándole.

"Natalia, siempre es un placer" Me devolvió el abrazo sacándome la silla de enfrente suya para que me sentara "¿Con que te puedo ayudar hoy?"

"Pues tengo un encargo nuevo, esta vez voy a diseñar el show entero de una artista internacional y va a hacer una gira por 58 países, va a ser alucinante"

"¡Qué dices!" gritó alegrado "¿Y quién es la artista?"

"Billie Eillish, es una niña de 17 años que está cogiendo una fama bestial"

"Me suena mucho, creo que mi hija tiene un poster suyo en su puerta"

"Pues cuando venga a Madrid se la presento"

Mientras ultimábamos detalles de las telas que iba a necesitar y sacamos presupuesto para ver con cuánta gente podría trabajar. Os digo ya que no era un presupuesto bajo me sonó el móvil, había recibido un whatsapp.

'Hola, soy Alba, la chica de la gasolinera, llegamos ya hace un rato gracias por todo'

No pude evitar sonreír, esta chica me había calado desde el momento en el que la vi pero a ver tenía una hija... Y aunque tuviese fama de que todo lo que quiero lo consigo por mucho que quisiera a esa rubia sabía que no iba a ser mía.

'Perfecto, cualquier cosa que necesites ya tienes mi número'

Decidí no guardar el número e intentar olvidarme de la rubia de los ojos preciosos.

"Natalia, me ha respondido la tienda de diseño de interiores que tiene bastante renombre esa que está cerca de la cafetería de Sabela, me han dado un presupuesto bastante bueno para decorar el piso entero, les respondo o prefieres mirar otras tiendas" Preguntó Africa levantando su cabeza del móvil en las casi dos horas que llevábamos de reunión.

"No les contestes aún, ya iré viendo"

Me había cambiado de piso hace poco y aparte de una cama y una cocina equipada no tenía nada, no había pisado Madrid desde hace unos meses pero a partir de ahora estaría aquí mucho tiempo, a partir de ahora trabajaría desde casa y solo viajaría cuando fuera estrictamente necesario.

Un mes después

Alba

"Marilia tengo que salir corriendo que llego tarde a por Lea, ahora vuelvo en 10 minutos" Salí corriendo cogiendo el bolso y cerrando la puerta de la oficina tras de mi, corrí calle abajo hacía la puerta del colegio.

Esté ultimo mes había sido un poco caos, estábamos aún adaptándonos a la vida madrileña, Lea echaba mucho de menos a la Rafi y a quien voy a mentir, yo también. Llevaba ya un mes trabajando en el diseño de interiores y como me decía Marilia, mi compañera de trabajo, tenía un verdadero don en ello. Desde que llegué habíamos tenido unos 15 encargos más de lo que dice Marilia que era lo normal, puede ser casualidad o a lo mejor, como dice Marilia, es que la voz corre y la gente "famosilla" de Madrid se entera rápido de todo. A Lea le estaba costando más adaptarse de lo que pensaba, el cole era buenísimo y sus profesores más todavía pero no acababa de ajustarse, todos los días la dejaba llorando. Lea adoraba a Marilia y Marilia a Lea, la verdad es que el trabajo me quitaba más tiempo del que querría y casi todas las tardes después de recoger a Lea del cole la tenía que traer conmigo al trabajo hasta que acabásemos, algunos días llegábamos a casa para dormir. Pero al fin y al cabo podría decir que estaba muy feliz.

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