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11. Messy

Natalia

Alba me dejó una camiseta larga y unos leggins para ponerme, entró ella al baño y juraría que la escuché llorar dentro pero no quería molestarla, seguramente necesitaba desahogarse ella y ya está. Cuando ella salió yo me metí lavándome la cara y yendo al baño cuando salí ella ya estaba metida en la cama mirándome con una media sonrisa.

Vi que iba a hablar y por su mirada sabía que me iba a explicar lo que había pasado pero yo no quería que me contará qué le pasaba por que se viese obligada. 

"No me tienes que explicar nada Alba, ahora nos vamos a dormir y ya está" 

Ella me dio una sonrisa triste abrazándome en cuanto entre en la cama. 

"Muchas gracias por quedarte conmigo esta noche Nat" Me susurró cerrando los ojos y yo le apretuje en respuesta para que supiera que la había escuchado. Subí mi mano a su cabeza acariciando su pelo y en cinco minutos escuché como sus respiraciones se acompasaban a mi corazón. Se había quedado dormida. 

Me quedé un rato despierta pensando en la vida de esta personita que tenía en mis brazos. Era perfecta, preciosa, inteligente y era tan buena madre. Aun que seguramente sí le dijese a ella esto último diría que no. Me preguntaba si alguna vez se habría arrepentido de haber tenido a Lea, cómo se lo dijo a su madre, como tomo la decisión de no abortar. Tenía tantas ganas de saber cosas de ella. De saber cómo pensaba, qué música le gustaba, qué cosas hacía antes de que naciera Lea para pasarlo bien. Quería ayudarla a sacar su lado "infantil" de vez en cuando para ayudarla a ponerse en contacto con su ella anterior. Quería que fuera feliz. 

Acariciándole el pelo me quedé dormida y cuando desperté con los primeros rayos de luz aún seguíamos en la misma posición pero ella estaba aún más preciosa que la noche anterior. No podía dejar de mirarla. Al girarme para mirar en el móvil la hora que era vi la pequeña figura en la puerta... ¿Qué se suponía que tenía que hacer? Cuando estaba a punto de sonreírle empezó a gritar, un grito súper agudo y no paraba. Alba pegó un bote saliendo de la cama con los ojos aún medio pegados y se acercó a la niña poniéndose de rodillas. 

"¿Lea qué pasa?" La niña no dejaba de gritar y solo me miraba a mi sin decir nada, parecía que me estaba fulminando con la mirada... "Lea deja de gritar por dios" Pero Lea no hacía caso a su madre, ella seguía gritando, se iba a hacer daño en la garganta joder. Alba se dio la vuelta mirándome al seguir la mirada de su hija y pidiéndome perdón con la mirada la cogió y se la llevó fuera. 

Al rato de tranquilizarse escucho a peppa pig en la tele y como alba le dice que no se mueva que ahora le llevará el desayuno. Escucho los pasos de Alba acercándose a la habitación y se tira en la cama encima mía estirándose. 

"Vaya manera de despertarse ehh princesa" Me dice sonriendo. 

"Bueno... me he despertado peor en ocasiones" Le digo tonteando. 

"Me voy a prepararle el desayuno a ese pequeño monstruo y a llevarla al cole, duérmete si quieres y cuando vuelva te despierto"

"Tengo que trabajar a si que ahora cuando os vayáis me voy yo también y cierro la puerta" Alba asiente dándome un beso en la frente "Ahh y no se olvide usted señorita que hoy tenemos una cita para que tome las medidas de mi humilde morada" 

"A las 12 estaré allí damisela" 

Escuché como Alba le preparaba y daba el desayuno a Lea mientras hablaban de temas como que en el cole hoy iban a ver una película de animales o como Lea le preguntaba a Alba por qué tenía dos colores de pelo diferentes. Supongo que a Alba le estarían saliendo de nuevo las raíces marrones. Escuché como le cantaba un canción y me sorprendí con la preciosa voz que tenía Alba y me propuse a mí misma que algún día le obligaría a cantarme. Escuché como Lea se quejaba por qué las medías del uniforme le picaban y cómo salían por la puerta después de un largo "Adiosssssss" de Alba. Me levanté de la cama vistiéndome y saliendo del piso cerrando la puerta detrás mía. Crucé directamente a la cafetería de Sabela que no pudo evitar sonreír al verme salir del portal.