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36. Funny Business

Alba

El viaje a Elche se me hizo bastante lento pero parando un par de veces por el camino para hablar con Natalia se me hizo un poco más ameno. Cuando llegué abrí la puerta con cuidado sabiendo que Lea estaría durmiendo la siesta aún y al entrar me recibió la estampa de mi madre dormida sobre el sofá con el pequeño cuerpo de Lea tumbado encima de su torso, no pude evitar que cayeran unas lágrimas al verlas.

Hace tres años...

"mamá estoy embarazada"  La mirada de mi madre de aguo en breves segundos y se llevó las manos a la cara llorando como nunca la había visto llorar, Marina se ocultaba detrás de la puerta, tenía quince años pero se que se había dado cuenta de que no me había estado llegando la regla cuando me tenía que llegar por que siempre nos llegaba a la vez.

"Si es que Alba eres una irresponsable y una..." mi madre se contuvo por que ella mismo notaba su enfado recorrer por su cuerpo y no quería decir nada que se arrepintiese después "¿Y ahora qué Alba? ¿Te ha merecido la pena toda la fiesta y acostarte con todos esos tíos? Ahora que vas a hacer joder Alba que ya no eres un cría ya eres mayor" Nunca había visto a mi madre tan enfadada y me miraba con una decepción en los ojos que me hacían querer tirarme en el suelo y llorar pero no lo hice mantuve la compostura por que sabía que me ayudaría a acabar con todo esto.

"mamá necesito tu ayuda, no quiero tener un bebé, no estoy preparada" me eché a llorar desesperada esperando sentir los brazos de mi madre rodeándome pero lo único que escuché fue la puerta de la calle cerrarse, Marina salió de su cuarto abrazándome fuerte y las dos lloramos hasta que un par de horas después mi madre volvió a casa más tranquila, Marina estaba dormida con la cabeza apoyada en mi regazo y mi madre nos miraba con cariño. 

"¿Qué quieres hacer Alba?"  me preguntó sentándose a mi lado cogiendo mi mano con mimo. 

"No quiero tenerlo mamá, no quiero arruinarme la vida" 

"Yo voy a respetar lo que tú quieras mi amor, es tu vida y es tu cuerpo" Me eché a llorar sobre mi madre intentando no despertar a Marina y ella me acarició el pelo hasta que me quedé dormida.

"Ayy cariño has llegado ya" Susurró intentando no despertar a Lea, me sonrió fuerte abrazando fuerte a la peque. 

"¿Sigue muy enfadadita?" Le pregunté acercándome a ella y cogiendo a Lea en brazos, se quejó durante unos segundos pero después se volvió a acomodar en mis brazos apoyando su cabecita en mi hombro. 

"Si, está enfadadita pero no ha dejado de preguntar cuando venías y si llegabas pronto así que se le pasa seguro" La abracé fuerte pero con cuidado de no despertarla y la subí a su cuarto tumbándola en la cama, saqué el móvil sacándole una foto para Natalia. 

"Mami" Su vocecita me hizo bajar el móvil y mirarla a la carita de recién despierta. "Ha vueto" levantó los brazos para que la cogiese. 

"Claro mi niña, yo siempre voy a volver contigo" 

"Pentaba que no vovia por mi" 

"Pero Lea por favor como puedes decir eso, mamá nunca en la vida te va a dejar para siempre, me fui por que Natalia estaba triste y necesitaba que le diese abrazos para ponerla feliz" La acogí en mis brazos abrazándola fuerte contra mi pecho dándole besitos.

"lo sento mamá" Subió la cabecita para mirarme con un puchero dibujado sobre su rostro. 

"¿Por qué lo sientes corazón? La que lo siente soy yo, la próxima vez te prometo que vamos juntas"

"lo sento poque yo taba muy fadada mamá y tú solo taba ayuda a mami" cada vez que lo decía me recorría un escalofrío de pies a cabeza, no era un escalofrío malo era un escalofrío de alegría, de no creerme que esto fuera real y claramente también de incertidumbre y miedo pero sobre todo era un escalofrío bueno.