veintidós

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Una vez término su dibujo le pidió a Vegeta que se pusiera de pie,pero de espaldas a él.El Saiyajin obedeció y sin previo aviso sintió en su espalda como si una aguja caliente se le clavara en la carne,luego sólo término con la cara incrustada en la pared. Fue un golpe fuerte,pero lo más doloroso era esa sensación que le quedo punzando,en la zona del impacto y que era ahora como una pequeña brasa que le quemaba.

-¡insecto! ¿¡Por qué no me avisaste?!-le gritó una vez saco su rostro de la pared.

Shin sólo se río sin ánimo de burlarse.

-¿siente algo diferente?-le pregunto luego.

-que algo me quema y...-no dijo más,se tambaleó y cayó sobre una de sus rodillas-algo se agita en mi espalda-dijo algo confundido.

-bueno el primer conducto está abierto-dijo satisfecho-ahora sólo quedan otros ciento siete...

-¡uno al día es ir muy lento!-replico Vegeta-¡anda! abre uno más,lo haremos hasta que mi cuerpo no sea capaz de resistir.

-no creo que sea una buena y idea,si se esfuerza demasiado podría...

-¡cállate y has lo que te digo,
Shin! yo soy el príncipe de los Saiyajin,de ninguna manera algo como esto podría acabar conmigo,estoy seguro que podría tolerar hasta cinco

-si,pero...

-¡que no te das cuenta que mientras estamos aquí el infeliz de Freezer está allá haciendo de las suyas! ¡has lo que te digo! ¡anda! ¡una vez más! ¡hasta que mi cuerpo aguante! ¿entendiste?

Shin se sonrió y nuevamente, sin siquiera dejarlo ponerse en pie golpeó uno de los puntos, con una cantidad de ki concentrada en su dedo.

Vegeta esperaba poder soportar cinco,pero sólo llegó a tres y colapsó. Quedó inconsciente sobre el suelo y Shin tuvo que llevarlo hasta la habitación que le habían asignado al Saiyajin para descansar,lo dejo allí y salió a atender sus asuntos como aprendiz.

Iba a medio camino cuando se encontró con Gowasu, quien le dijo que ocultar a Bills,pues el dios de la destrucción de ese universo iba para ella. Para mala suerte de Shin,ninguno de los dioses no disfrutaría aprovecharse del estado de Bills, así que fue hasta a la habitación de este y se teletransporto con él, lejos del templo,lo dejo tendido a la sombra de un árbol y se quedó allí un momento.

-se que sabes cómo liberarme de esto,pero no lo haces-le dijo Bills desde su pensamiento-no vas a poder protegerlo para siempre,
Shin...

-sólo quiero que tenga la oportunidad de remediar las cosas-le dijo el aprendiz mientras acomodaba la cabeza  de Bills en sus piernas para que descansara.

-si crees que voy a cambiar de opinión respecto a él estas muy equivocado,muchachito. Mira la situación en la que estamos por su culpa...

-¿realmente cree que todo es culpa de Vegeta,señor Bills?

-¡claro que es culpa suya!

-yo creo que también usted es responsable de esto y es por eso que no lo liberare aún-le dijo Shin sonriéndole.

-¡eres un cretino!

-lo que le hizo a Ro fue humillante-le dijo Shin ignorando el comentario anterior-aunque supongo que usted se vio acorralado,aun así...no debió hacerlo,esas cosas jamás se olvidan,señor Bills...jamás se olvidan -le dijo como si evocara algo muy triste.

Bills no le respondío e hizo lo único que que podía hacer en su posición,mirar las hojas del árbol mecerse en el viento y disfrutar el breve momento de paz junto a ese shin-jin,cuyo rostro tranquilo le hizo,por primera vez en millones de años preguntarse si debió o no deshacerse de Ro de la forma en que lo hizo.

RevanchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora