Veintiocho

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Desaparecieron ante los ojos del Saiyajin,que tampoco hizo movimiento alguno por impedirlo. Con una sonrisa se dió la vuelta y se fue hasta su habitación a descansar.Por la mañana debía levantarse temprano y continuar su entrenamiento.

Ro llevo a Bills de regreso al templo en el planeta supremo y está vez se aseguraría de que nadie lo encontrara o pudiera rescatar.Así que preparo una habitación especial para el confinamiento confinamiento de su prisionero, en las entrañas del edificio donde lo colgó de unas singulares cadenas,que estaban sujetas al techo. Allí quedó,Bills, de rodillas,con los brazos extendidos hacia el cielo y otra cadena que le rodeaba la cintura impidiéndole levantarse.

Ro lo contemplo un momento, luego de las orejas le levantó la cabeza para que lo mirara.

-supongo que se sentía muy seguro en ese lugar,pero la verdad es,que el único seguro ahí es Shin-le dijo-ellos no podrán acusarme de nada,después de todo usted está muerto...y se alberga la esperanza de que vuelvan a rescatarlo,desde ahora le digo que eso no ocurrirá,vera estas cadenas tienen una peculiaridad,si alguien trata de romperlas se fundiran soltando un gas tan venenoso que bastarian tres segundos expuestos a el, para causar la muerte.

Bills no se movían y apenas si podía escucharse un leve gruñido escapar de su boca.

-¿quiere decirme algo,señor Bills? Hable más fuerte,no lo escucho-se burlo Ro.

-lo siento...-le dijo desde su pensamiento-lo lamento,no debi haberte hecho eso...no tenía que haberme burlado de ti de esa forma...

-¿pero que está diciendo?-exclamó Ro confundido y ofendido-¡¿está burlándose de mi?! ¡¿como se atreve?!

La rodilla de Ro se incrustó en el tórax de Bills no una,sino tres veces.

-lo lamento... realmente lo lamento-le decía Bills-lo siento lo siento...

¿Era una broma o era en serio? Era imposible saberlo,pero entre más se disculpaba Bills,más desataba la ira de Ro, que terminó dándole una paliza.Lo golpeó literalmente hasta el cansancio,hasta quedar de rodillas frente a Bills con la respiración cortada y cubierto de sudor.

-lo siento...-le dijo Bills una vez más desde sus pensamientos.

-¡maldito! ¡mil veces maldito!-le gritó Ro,al ya no ser capaz de darle otro golpe-todo fue culpa suya...

-¿mía? ¿y yo que hice? Fuiste tú el que me ofreció compartir tu cama y yo te rechace honestamente, sin insultarte y sin herirte.Fuiste tú el que provoco todo lo demás en tu despecho y soberbia.Tu vanidad y tu ego fueron los que te llevaron a tenderme esa trampa y atraparme en esa red de chantajes... Y mi culpa fue haberme dejado extorsionar, después de todo mi orgullo no me permitió ver las cosas claramente y en mi frustración, termine por hacerte caer en una treta cruel y lo lamento.

-¡¡cállese señor Bills!!-le gritó y su voz recorrío los pasillos de ese templo casi como un lamento.

Lejos en el universo díez,a la mañana siguiente, Vegeta informó lo ocurrido la noche anterior a Shin y al igual que el Saiyajin,el aprendiz se lo tomo con mucha calma.

-¿creo poder aguantar cuatro puntos por día señor Vegeta?-le pregunto Shin.

-por supuesto que sí-le respondío el Saiyajin-no tenemos tiempo que perder.

-no...ya no-dijo el aprendiz y junto a Vegeta salieron al patio.

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