Veintitrés

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Shin término por dormirse a la sombra de ese gran árbol y claro que Bills,término fastidiado por eso,pues tenía hambre y desde su pensamiento no lograba despertar al Shin-jin,que tenía la boca entreabierta y un delgado hilo de saliva le caía por la barbilla. Así los encontró Gowasu, quien intento despertar a Shin hablándole,pero no lo logró hasta que lo sacudió por los hombros.

-ya limpie la biblioteca-fueron las palabras que escaparon de boca de Shin,al despertar.

-ciertamente,pero creo que debería ir a ver a su amigo-le dijo el supremo kaiosama del universo díez.

Shin se puso de pie con cuidado y un tanto alarmado por esas palabras. volvió al templo dejando a Bills,en compañía de Gowasu.Al llegar a la habitación del Saiyajin encontró a este a gatas en el piso,cubierto de sudor y con el rostro desencajado por el dolor.

-Vegeta...¿qué le sucede?

-m..me...med...¡¡me duele!!-grito y se lamento a la vez.

Perdió el conocimiento y quedó ahí tirado,a medio vestir y con tres pequeños hematomas en la espalda que para Shin, tenían una explicación bastante clara. Por supuesto que forzar la liberación de ki,traía consecuencias y ese Saiyajin se exigió más de lo debido y ahí estaban las consecuencias de aquella acción.

Lo levantó para devolverlo en la cama, después llevó una fuente con agua tibia y una toalla pequeña para limpiarle el sudor que lo cubria,una ves término aquello, lo cubrió con una sábana y se sentó en un banquito que estaba frente a la mesa de noche,en la que apoyo los codos para reposar su rostro sobre sus manos y entregarse a sus reflexiones que eran muchas.
Acabo por dormirse recargado sobre sus brazos y cuando Vegeta despertó al ver a Shin allí sentado,en esa posición,creyó por un momento ver a Bulma tal y como aquella vez que estalló la aquella habitación de gravedad donde entrenaba, terminando  gravemente herido y aquella muchacha terrícola,como la llamaba,cuido de él. Nostalgia con sabor a culpa que le apretó la garganta y humedecio la mirada.

Esa frase cliché que escucho alguna vez,por casualidad, en alguna película que veía Bulma,tomaba sentido ahora "nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes" .Si bien él, siempre fue conciente del valor de su familia,debió tenerlo más presente en lugar de dejarse llevar por la ira y el resentimiento. Los extrañaba más allá de lo que lograra expresar y así le costara su existencia los traería de regresó.El dolor que su cuerpo sentía,no se comparaba en nada al que llevaba en su alma y corazón,así que se levantó,salió a uno de los patios y comenzó a practicar sus golpes que si bien ya no tenían la fuerza o velocidad de ante,no podía permitir que se oxidaran.

Cuando Shin abrió los ojos y no vio a Vegeta se preocupo,sin embargo,rápidamente lo localizo y al verlo sintió alivio,también satisfacción de ver como entrenaba. Volvió al templo para atender sus propios asuntos,sus propias ideas y su propio entrenamiento.

En el universo siete el universo entero conocía al dios de la destrucción Freezer,quien exigiría tributos anuales a cambio de no destruir los planetas entre otras reglas que diseño en su malvado y cruel control universal.

Ro por otro lado parecía un espectro deambulando por los pasillos del templo en el que sólo él habitaba. No era sino una sombra que perdió sabiduría,
serenidad y control,un ser que sólo anehelaba la más cruel de las revanchas

RevanchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora