Natalia Prov:
Entré a la habitación, quizás un poco más feliz de lo que esperaba, pero no tanto como para estar alucinando, Juliana estaba abrazando a Makis por la cintura con el rostro completamente enterrado en el cuello de la más pequeña, ambas estaban plácidamente dormidas, pero destapadas y clamara mente se podía vislumbrar que Makis temblaba al igual que Juli así que tomé el cobertor de mi cama y lo puse sobre sus cuerpos, antes de salir de la habitación, acaricio la frente de Juli, por fin superó ese miedo de que le volvieran a romper el corazón, por fin estaba volviendo a abrirse con alguien que no era yo.
Golpeé la puerta de la habitación de Olgui, esa tierna rubia que me hacía latir el corazón un poco más fuerte de lo esperado – Hola Olgui.
-Nati ¿Pasó algo? – preguntó ella con la voz un poco adormilada, al parecer la desperté.
-Lo siento si te desperté, pero es que... bueno... -su mano se posó sobre la mía y comenzó a dar suaves caricias.
-Dime Nati, no tengas miedo – por unos instantes me quedé perdida en esos ojos, en esos mares profundos que guardaba en sus pupilas.
-Makis y Juliana están en la habitación, solo están durmiendo... pero no me gustaría ser inoportuna... quería saber... em, bueno – esa chica me pone horriblemente nerviosa, en todo este rato ni siquiera he podido decir una sola cosa coherente, y al parecer, ella lo nota, pues entrelaza nuestros dedos y tira de mi hasta que estoy completamente dentro de la habitación.
-Puedes dormir en la cama de Makis, y de paso podrías contarme un poco más de ti, pues al parecer, pasaremos bastante tiempo juntas – esa sonrisa inocente y el brillo de sus traviesos ojos me hace entrar en un mundo completamente diferente, en uno en que ella es la única protagonista, en donde me hago osada. Toco su mejilla y en un rápido movimiento uno nuestros labios, dando ese pequeño, pero tan significativo contacto.
-Contigo pasaría todo el tiempo que sea necesario preciosa – le digo mirando sus ojos, ese sonrojo me hace comprender algo; quizás ella siente esa misma extraña sensación que provoca en mí.
Juliana Prov:
Podía sentir ese pequeño ser que irradiaba calor contra mi cuerpo, haciéndome sentir de inmediato ese dulzón olor que se había instalado en la punta de mi nariz, es inevitable que mis brazos se cierren con más fuerza sobre su cintura ganándome un tierno quejido de su parte, parece arrimarse más contra mi cuerpo, buscando el máximo calor que le pueda proporcionar.
-Ahora solo falta que me beses la mejilla y me digas que el desayuno está listo – dijo ella sin siquiera abrir los ojos, con esa hermosa sonrisa que parece no borrársele.
- ¿Qué? ¿Tienes hambre? – le pregunto sin entender nada, solo puedo moverme un poco para darle un beso cerca de la comisura del labio, sintiendo su cálida piel en contacto con mis labios, sintiéndome en el paraíso.
-Lo digo por la situación Juli, es un poco cliché – dice mirándome a los ojos por primera vez, sus ojos parecen más oscuros con los primeros rayos del día, parece que son unos profundos pozos en los que me quiero sumergir.
-Yo no le encuentro nada de cliché – es inevitable fruncir el ceño, pues no sé si lo dice porque le molesta, o solo está haciendo una acotación.
-La chica nerd y la popular se empiezan a frecuentar, surgen sentimientos, después la nerd descubre que a la chica popular le rompieron el corazón años atrás y por eso era mala – mi cara cambia al instante, hay algo que no puedo esperaba que dijera y que fuera cierto.
- ¿Qué pasa? – me pregunta, probablemente mi cara dice mucho, o da mucho en lo que pensar.
-Nada – intento ponerme de pie, juro que lo intento porque la quemazón de la garganta se me está haciendo imposible, es ese característico nudo que se conforma de nostalgia, de recuerdos y del más puro dolor, pero un pequeño cuerpo sentado sobre mi estómago me lo impide, ella impidió que me pusiera de pie con ese pequeño movimiento, me miraba intrigada, como intentando descifrar mi extraño comportamiento.
-Hace unas cuantas horas me pediste que confiara en ti, que me dejara ir a nuestra primera cita, ahora yo te pido que confíes es mi sé que no puedo decir que te quiero y tu tampoco, pero seré sincera, me gustas y mucho, así que quiero conocerte, por favor Juli, confía en mí, yo no quiero hacerte daño – su voz era tan suave que merecía mitigar la selva que tenía dentro, es casi inconsciente que empiezo a incorporarme para prendarme de su cintura, abrazándola con dulzura mientras la arrastraba conmigo para que quede completamente recostada sobre mi pecho.
-Confío en ti – le susurro bajito, con la más firme intención de no quebrar ese tierno ambiente que se había formado.
-Entonces cuéntame – siento sus manos comenzar a recorrer mi pelo con la punta de sus dedos, de inmediato mi cuerpo se relaja y sin querer me comienzo a acomodar hasta estar levemente recostada sobre ella, con la cabeza a la altura de su pecho.
-Antes no era mala, y claro, no era de las personas que creían en los encuentros de una noche, era de esas chicas que esperaba a la persona indicada para poder dar un beso, salir a pasear o compartir secretos, un día llegó una chica nueva al colegio, se llamaba Camila Gallardo, todo confabuló para que nos encontráramos y tuviéramos una relación, me enamoré como una loca de ella, de verdad, hice cosas que nunca pensé hacer por ella, le mostré lo más profundo de mi ser, solo para enterarme que nuestra relación básicamente había iniciado por una apuesto con su amiga, Marta, una chica que intentó hacerla con Natalia, pero no le resultó. Makis, terminé destruida, terminé siendo una mierda de persona que nunca fue capaz de decir lo que sentía, empecé a disfrutar el hecho de ver chicas con el corazón roto, de darme el gusto de reírme de ellas – siento que sus caricias ceden un poco, pero yo no lo permito, solo tomo con más fuerza su cintura dejándola completamente pegada a mí.
-Pero después llegaste tú, tuvimos una noche borrachas, una de la que casi no recuerdo, una noche que solo debía ser una noche, pero cliché como dijiste, ya no pude apartarme de ti, no puedo simplemente dejarte ir, porque contigo supe lo que era sentirme completa, supe que eras especial en el momento que sentí esa necesidad de buscarte cuando ni siquiera sabía como era tu rostro, cuando sentí esa calidez que solo sentí una vez en la vida, me estás haciendo sentir cosas más fuertes de lo que alguna vez me hizo sentir. Makis, aunque suene cliché, de verdad quiero tener algo contigo, quiero volver a sentir eso tan inocente que sentí alguna vez – busqué su mejilla con mi mano, solo para darme la oportunidad de trazar esa delicada línea que formaba su mandíbula.
-Solo no seas cliché – me dice con una sonrisa risueña, esas que me encantan.
-Prometo que no será como en esas idiotas películas de amor, donde la embarro, espero que llueva y te voy a pedir perdón toda mojada con un ramo de rosas -es imposible contener la risa, solo dejamos que esas pequeñas acciones destensen el ambiente.
-Sabes que yo no soy como ella ¿Verdad?
-Lo sé, eso es algo que me encanta de ti, no eres igual a nadie que conociera jamás, eres especial Makis, pude verlo desde que supe que eras tú.
Es casi como si todo estuviera planeado, como si ella me llamase y yo respondiese, de la nada, nuestros labios volvían a estar completamente pegados, saboreándose, moviéndose contra el otro, impregnándose del olor ajeno y perdiéndose entre la calidez del otro cuerpo, sin llegar a abandonar la ternura, solamente dejándose llevar por ese tierno y hermoso movimiento que pudo existir jamás, nuestras bocas moviéndose de manera lenta sobre la otra.
-Aunque suene cliché Juliana Pérez, voy a enamorarte – me dijo, lo que yono sabía, era que eso pasaría antes de lo esperado.
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Una Botella de Amor - (Ventino) [Julkis] [Nalga]
Roman d'amourUna noche de tragos y de atrevimientos puede causar estragos, sobretodo cuando dos mundos completamente diferentes chocan.