Camila Gallardo nunca había sentido tanta rabia en su vida, se sentía desplazada y remplazada, lo peor de todo es que se había visto superada por una versión pequeña y escuálida de lo que se podría llamar mujer; era completamente inconcebible que alguien como ella le quitara lo que era suyo, es por eso que respondió a ese mensaje que centellaba en su pantalla.
Número desconocido:
Sé que también te ganaron.
Quiero venganza.
Quiero recuperar lo que me pertenece.
Tu y yo nos podemos ayudar.
Si quieres, encuéntrame en el gimnasio, pasadas a las 15 horas.
La chica supo que pese al mal humor que se cargaba en ese momento, la ayuda de alguien externo le sería de gran provecho y, por ende, su día se vería con mas colores.
Nadie comprendería nunca esa necesidad que tenía Camila Gallardo por tener entre sus brazos a Juliana, pues se podía decir con claridad que la chica no la amaba en absoluto; era común ver a Juliana arrastrándose por la chica por cada pasillo, llorando e implorando disculpas cada vez que se enojaban, o también, era común ver a Gallardo asaltando a alguna muchacha bonita, muy ebria en las fiestas a las que frecuentaba; no, en realidad nunca la amo, pero ella no pedía, Juliana había sido suya y lo seguiría siendo hasta que se cansara de ella.
—Hasta que apareces.
—¿Te conozco? — Si había algo que Gallardo odiaba, era que la apresurara, o que hicieran notar su falta de puntualidad.
—No, pero yo a ti si y sé que me necesitas tanto como yo te necesito a ti.
—¿Puedes ayudarme con la nerd de Juliana? — Solo eso le competía, si no era beneficiosa para su causa, no le veía la razón a continuar ahí.
—Solo si tu puedes ayudarme con la nerd que está coqueteando con quien es mía.
—¿Quién es esa?
—Natalia, la amiga de Juliana. — Gallardo supo de inmediato a quien se refería; en uno de sus intentos de ser una novia medio descentre había sido presentada a la mejor amiga de Juliana, Natalia Afanador, a una chica que definitivamente se llevaría a la cama, si la chica no fuera tan estúpida como para preferir la amistad antes de un buen polvo.
—¿Y tú eres ...?
La chica solo dio un paso al frente y extendió la mano. —María José Garzón, pero puedes decirme Poché.
La morena estrechó la mano con solemnidad. — Un gusto, Camila Gallardo. — Sabía que esa chica tenía poder, el séquito que la seguía como perros falderos era bastante amplio, y, por ende, aliarse con ella significaba tener un ejército a su favor, sobre todo por su fiel mascota, Daniela Calle, quien era capaz de matar a una persona con tal de ver a la chica sonreír; definitivamente, todos en esa universidad habían escuchado alguna vez de Poché.
—Sabes muy bien que, si no hacemos algo pronto, será muy tarde para recuperarlas. — Poché por su parte había escuchado de la gran Camila Gallardo, la fuck girl que había roto el corazón a Juliana Pérez, la única que había logrado sacar una lágrima de esa muchacha y que, por ende, había endurecido su corazón, también había escuchado de la tremenda posesividad que tenía la chica con respecto a todo lo que consideraba como su juguete, a lo que había tocado, y Juliana Pérez la consideraba como su pertenencia en todo sentido de la palabra.
—Yo no la he perdido.
—Pero lo estás haciendo, Makis te la está quitando. — Poché sabía donde dar para obtener lo que quería. — Sé sincera contigo misma y piensa, ¿Juliana te miraba de la misma manera que la mira a ella? ¿Te sonreía de la misma manera? ¿Actuaba de la misma manera?
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Una Botella de Amor - (Ventino) [Julkis] [Nalga]
RomanceUna noche de tragos y de atrevimientos puede causar estragos, sobretodo cuando dos mundos completamente diferentes chocan.