Una Botella de Amor - (Ventino) [Julkis] [Nalga]

Capítulo 7 - No tengas miedo.

Juliana Prov:

Desde que me abrí con Makis todo se ha vuelo hermoso, ella es solo ternura y amor, todo lo contrario a lo que era yo en el presente; Makis era especial, era una hermosa muchacha tanto por fuera como por dentro, ella era de las personas que disfrutaban de una sencilla taza de café, de leer un buen libro, era de esa persona con las que te podías mostrar tal cual eras, sin miedo a que ella se pudiera reír de tus idiotas ocurrencias, es de esas personas a las que les podías mostrar tu numerosa colección de funkos de super héroes y ella te diría que en tal tienda, estaban a un precio más bajo y justo estaba el que te faltaba.

-Es hermosa – le digo a Natalia, quien está frente a mí en la cafetería, mientras me mira sonriente por las muchas veces que le he dicho que ella Makis es hermosa.

-Amiga mía, te has enamorado de la pequeña.

-Me estoy enamorando de ella Natalia, y esa chica no es la única que se está colando en nuestro grupo de amigos, no te me lo niegues.

-Hola hermosuras – dice Juan Pablo al sentarse a mi lado.

-Hola cara de hongo mal oliente – le digo dejando un sonoro beso en su mejilla.

-Yo te trato con amor y tú me dices este tipo de cosas – responde haciendo un puchero; Juan Pablo Ulloa, uno de nuestros amigos de toda la vida, atleta destacado y uno de los hombres más deseados de la universidad, aunque todos pensaban que salía a escondidas conmigo o con Natalia, eso no les impedía a las muchachas lanzarse sobre él.

- ¿A qué debemos tu odiosa presencia en nuestra mesa del desayuno? – pregunta Natalia con una sonrisa burlona; ella sabía algo que yo no.

-Solo vengo a ver a mis mejores amigas, no tendría por qué buscar excusas para sentarme con ustedes - dice él haciéndose el ofendido.

-Claro, y yo soy rubia – responde de manera sarcástica Natalia.

-Ustedes dos me están ocultando algo, par de feos, malos con su mejor amiga – les reprendo, pero a estas alturas, ninguno me está escuchando, solo veo la cara de huevones con la que miran a la entrada de la cafetería, ahí, como si de un ángel bajado del cielo se tratase, veo a Makis entrando al recinto; viene con esas gafitas que cubren gran parte de su bello rostro, una sudadera que le queda como dos tallas más grandes que dice " un lector hoy, un líder mañana", un jeans que se ajustaba perfectamente a su perfecto trasero, definitivamente, me lanzaría a besarla hasta que me dolieran los labios.

-Preciosura – suspira Natalia.

En ese momento me percato de que mi Makis no viene sola, sino que viene con sus dos amigas, Olga y Camila, Natalia está casi babeando por la rubia y Juan Pablo parece sacar corazoncito los ojos al ver a la pelirroja.

-No me lo puedo creer, están babosos por las amigas de Makis – digo para mis adentros, pero la pequeña ya está cerca de nosotros, así que no me queda de otra que quedarme callada, porque mi hermosa morena está llegando con su hermosa y tímida sonrisa.

-Hola preciosa – le digo con una sonrisa boba.

-Ho...hola Juli – ella aprieta un enorme libro contra su pecho.

- ¿Quieres sentarte a desayunar conmigo? – pregunto mientras me pongo de pie para acariciar su mano con lentitud.

-Si, deberían quedarse – dice Juna Pablo de manera apresurada.

-Definitivamente deberían quedarse todas a desayunar – nunca en la vida había visto a Natalia hablar de esa manera tan apresurada, tan cordial.

-Está bien, por mí por lo menos -Olgui, la amiga de Makis se sienta al lado de mi mejor amiga, quien la mira como si fuera lo más hermoso del mundo; mientras que Makis arruga su nariz al ver semejante acción, puedo ver que algo le molesta.