Capítulo 15 -Minion Enojado.

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Makis parecía de todo menos una pequeñita tierna, Camila Gallardo se había atravesado nuevamente en su camino y le había hecho otra de sus bromas pesadas, las cuales, últimamente, se habían pasado de tono. Esta vez, la víctima había sido su camiseta favorita, y como era de esperarse, había salpicado a sus lindos jeans desgastados que tanto le gustaban.

—¿Amor? — Escuchó a sus espaldas. La verdad es que ni siquiera se había percatado de que había pasado por fuera del aula de su casi novia, no, esta vez ella solo iba preocupada de maldecir al aire y decir todo lo que pensaba de esa idiota de Camila Gallardo. — ¿Qué demonios te pasó?

Makis siempre se caracterizó por ser tímida, pero también se podía decir con total certeza, que la pequeña podía llegar a ser una persona completamente temible cuando se enojaba, cosa que Juliana aún no tenía muy interiorizado, porque no pudo contener la carcajada al ver el rostro de Makis rojito de rabia, llena de pintura color amarillo que salpicaba gran parte de su ropa.

—Diablos, pareces un Minion. — Lanzó sin siquiera pensarlo Juliana.

Makis resopló frustrada, esa había sido la broma desde que había salido del aula. — Apártate Pérez, quiero pasar.

Juliana se vio apartada con brusquedad, siendo Makis quien simplemente siguió su camino sin siquiera mirarla o poner atención a la sorprendida cara de la morena, únicamente había seguido su camino mientras refunfuñaba algo sobre el pésimo sentido de humor de la morena.

—Olgui. — Llamo a la rubia, quien iba por el mismo camino que la pelinegra, solo que ella iba limpia.

Natalia, al ver a su novia no dudó en acercarse, sonriendo de manera completamente idiota. — Hola mi amor. — Por primera vez en mucho tiempo, Afanador tenía esa sonrisa completamente idiota, que demostraba el más grande enamoramiento, sobre todo cuando el mundo parecía desaparecer solo por el hecho de estarse mirando.

—Si, si, si, que lindo. — Juliana las separó con brusquedad cuando las chicas se sumergieron en su mundo. — Olga, necesito que tus ojos dejen de embrujar a la idiota de mi amiga y se centren en mí. — El chasquido de dos pareció suficiente para romper esa tierna escena. — ¿Qué diablos le pasó a Makis?

La rubia solo se tomó el cabello con un poco de culpa. — ¡Oh Diablos, Makis! — Olga, por un momento se había olvidado del motivo por el cual estaba ahí, y simplemente se había dejado envolver por la ternura de los brazos de su novia. — Gallardo le hizo otra de sus bromas pesadas. — Explicó. — Todos comenzaron a decirle Minion por el color, y bueno, por los jeans desgastados que suele usar, se molestó y decidió faltar a clases, pero creo que no se esperó encontrarse contigo y que además la molestaras.

—¡Maldición! — Gruñó mientras tomaba mechones de cabello entre sus dedos.

Natalia no pudo evitar reírse mientras escondía su cabeza entre los cabellos de Olgui. — Creo que estás en problemas miss Pérez.

—¿Y cómo le hago ahora?

—Pues, anda, ayúdala a limpiarse y le pides perdón. — Olga parecía decir todo con tanta obviedad que le era casi imposible creer que eso sería algo difícil de realizar. No obstante, Juliana sabía que el carácter de Makis la precedía y, por ende, si se le hacía un poco creer que obtendría benevolencia por parte de la pequeña.

Con un poco de temor emprendió el camino hacia los dormitorios del ala oeste, las manos le sudaban y parecía que sus pies estaban el doble de pesados de lo que fueron alguna vez, sus zapatos parecían adheridos con una especie de pegamento al piso, y aún así, logró llegar, aunque no con la entereza que esperaba, pues sus ovarios estaban a punto de correr en dirección contraria a la suya.

Entonces, golpeó.

Makis podía llegar a ser muy irracional cuando se lo prometía, esta vez, no era la excepción, pues la muchacha abrió la puerta sin siquiera poner reparos en su vestimenta de ese momento, un mísero short que no cubría más de lo necesario y su sujetador de un tono rosa pálido, pues su ropa había quedado en el olvido en le momento en que intentó limpiarse las manchas de pintura.

—Yo...yo...yo. — Intentó cubrirse cuando vio el rostro asombrado de Juliana al observar su cuerpo semi desnudo.

—Ma...Ma...Makis. — Dijo con un poco de torpeza la morena.

La pequeña hizo ese tonto intento de cerrar la puerta en la cara de esa chica que la volvía loca, de alguna manera, su mirada llena de fuego la estaba intimidando. Pero Juliana tenía otros planes, es por eso por lo que, como pudo coló su cuerpo entre la puerta para poder entrar a la habitación y cerrarla.

—Ju...Juli s...sal de mi habitación. — Makis se reprendió mentalmente por flaquear en su intento de ser firme frente a Juliana, se sentía idiota por estar tartamudeando.

—Te ves linda de Minion enojado. — Dijo la morena sin apartar su vista de la tersa piel que se mostraba reluciente ante sus ojos. — La verdad, — Juliana tragó duro, podía sentir sus labios secos, y sin querer, en un gesto casi felino, su lengua remojó sus labios. — Siempre te ves linda.

—No me mires así. — Protestó Makis al intentar cubrirse.

La morena tomó las manos de la pequeña y las entrelazó con las de ella, llevado con delicadeza los brazos hacia sus costados, dejando su cuerpo expuesto a los ojos incandescentes de Juliana. — No puedo evitarlo. — No dudó en recorrer cada parte del cuerpo de Makis.

Juliana no podía negar que la deseaba, y definitivamente, la deseaba con premura, ese placebo que habían obtenido en esa primera noche de copas no había sido suficiente para aplacarlo, simplemente había dormido en parte esos deseos incontrolables, pero ahora, cuando la pequeña estaba casi desnuda frente a ella, los deseos más bajos habían despertado, se habían convertido en un volcán a punto de hacer erupción, se había convertido en lava que burbujeaba en su bajo vientre y ya no sabía si podía detenerlo.

—De verdad me está dando vergüenza. — Las manitos de Makis taparon su rostro completamente sonrojado, pero la misma Juliana se las arregló para tomar el mentón y hacer chocar sus ojos una vez más.

—¿Por qué tienes vergüenza?

—Yo no soy bonita Juli, siempre he sido el bicho raro, el blanco de burlas. — Tomó una fuerte respiración. — Siempre he sido el Minion enojado como todos me dijeron allá afuera.

—Mírame Makis.

Los ojos de la morena se encontraron con los de la pelinegra, y las manos de la más alta se aferraron con fuerza a la cintura de la pequeña, sellando ese tierno acto con un beso completamente pausado, transmitiendo todo el cariño que en ese momento pululaba entre las dos chicas.

Juliana dejó sus frentes conectadas, solo porque la calmaba enormemente sentir ese calor. — Escúchame bien. — Otro beso fue dejando en la mejilla de la pequeña. — Te quiero tanto Makis, y te admiro tanto, que no puedo imaginar el hecho de que tengas una mala concepción de ti. Porque yo te observo, veo como es que tus ojitos son los más hermosos que pude conocer en la vida, puedo ver como tu cuero capta miradas porque eres preciosa, y por sobre todo, luego de conocerte, pude corroborar que eres la persona más tierna del mundo, que eres esa chica preciosa que da todo por los que quiere, esa chica hermosa que con una sonrisa puede reparar mi mundo, eres esa chica maravillosa que me hizo ver lo lindo de la vida y lo hermoso que es querer, porque te quiero Makis, te quiero tanto que no me puedo imaginar un día sin verte, un día sin besarte, sin poder abrazarte, simplemente no me imagino un día en el que tu linda persona no esté ahí para sacarme una sonrisa solo por verte sonreír. No eres el bicho raro Makis, eres la persona que alegra mis días solo por sonreír, y por eso te quiero.

La pequeña parecía inmersa en los ojos brillantes de Juliana, sinceramente, esa declaración del cariño más profundo la había conmovido y le había hecho pensar en el hecho de que todo esto, era el más sincero amor, por eso, y por muchas razones más, simplemente la besó, la besó y dejó que todas sus inseguridades simplemente se fueran, porque esa chica le estaba dando las fuerzas que le faltaban para enfrentar al mundo.

Eres mi Minion enojado, al que más quiero.

Capítulo 16 — Esta es mi promesa.
Adictiva me quedó a medio escribir porque me dormi en la tarde, así que mañana lo público.

Una Botella de Amor - (Ventino) [Julkis] [Nalga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora