VINSMOKE REIJU
La cabeza le dolía horrores, tenía la boca seca y los labios agrietados. Estaba tumbada en la cama de su hermano, Niji, y podía verle a él tumbado en el suelo, junto a un vasito de agua. Sus paredes azules estaban cubiertas por pósters de películas y juegos, y alguno que otro de mujeres.
Se levantó. Tenía una venda en la muñeca y otra en la cabeza, además de cortes y moratones por todo el cuerpo. Eso le extrañó, porque al contrario que sus hermanos, ella no se metía en peleas. Solo bailaba, tocaba y estudiaba, como la hija ejemplar.
Al pensar en eso, la palabra hija se fue desvaneciendo en su mente, ahora sustituída por víctima. Acarició distraídamente sus muñecas, como solía hacer cada vez que estaba cansada, y estalló en un llanto silencioso.
Salió con cuidado de no pisar a Niji, después de arroparle con una manta. Ya no tení la fuerza suficiente para llevarle a su cama como cuando eran pequeños, por lo que pensó que él tendría que conformarse. Caminó hasta su cuarto y tratando de no mirar con los ojos empañados la sangre que cubría la moqueta, se vistió. Se puso ropa más discreta que jamás había llevado (una sudadera fuscia y unos vaqueros negros de pitillo).
Luego bajó las escaleras en silencio, no quería coincidir con nadie. Pero sus deseos no se cumplieros, pues al pasar junto a la cocina, Sanji salió disparado hacia ella. Paró a centímetros de ella y le miró como si temiera que fuera a romperse.
Reiju intentó fingir una sonrisa lentamente, pero no funcionó, y Sanji se lanzó a sus brazos.
-Lo siento, Rei. Debí venir directamente y no hacer caso a Niji.
-¿Él está contento? -susurró. -¿Yonji está bien? -Sanji asintió. -Entonces no pasa nada.
-No, es mi culpa...
-Da igual, Sanji... Estoy bien. -sonrió tristemente y se alejó un poco. -Voy a salir.
-¿A dónde?
-Por ahí.
-Está bien. Pero si necesitas algo no tardes en llamarme.
-Gracias. -le dio un beso en la mejilla y salió de la casa. Recorrió el jardín floral sin siquiera mirar el verde césped, (ahora mojado por la lluvia) como solía hacer, y luego salió de allí.
Se conectó los auriculares y en seguida comenzó a escuchar lo primero que apareció en su PlayList. Con las manos en los bolsillos, la cabeza gacha y el pelo mojado. No tardó en llegar al Baratie. Últimamente todos los Vinsmoke lo visitaban.
Cuando entró, toda la estancia quedó en silencio excepto por el suave murmullo de La vie en rose viniendo del tocadiscos. Ichiji, con su expresión aliviada y las manos entrelazadas en el enorme monstruo, se giró hacie ella y su expresión pasó rápidamente a una de preocupación. Soltó a Katakuri y se aceercó corriendo para abrazarla, sin siquiera bajar la velocidad, por lo que sus cuerpos casi caen. Ella mantenía la vista fija en el suelo y su hermano no encontró qué decirle.
-Te invito a algo. -le murmuró. La sentó junto a ellos, que charlaban animadamente con el camarero y un pequeño chico.
-¡La hermana de Sanji! -chilló Luffy.
-Mugiwara. ¿Cómo estás? -le preguntó cariñosamente. Ambos habían tenido un encontronazo en el instituto cuando Sanji le propinó una patada en el pecho, dejándole sin aire. Ella se había tenido que encargar de reanismarle, con tan solo catorce años de edad, y hacerle el boca a boca.
-¿Os conocéis? -inquirió Law.
-Digamos que aquí todos nos conocemos. -dijo ella y le giñó un ojo a Luffy.
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De nombre, Katakuri [KataIchi]
RomanceSe conocen es un evento. Surge el amor. Se enamoran perdidamen... No, por Dios. Las cosas no son así. Tal vez muy resumidamente Ichiji necesita dinero, y empieza a vender cosas en un evento. Y solo tal vez se encuentra con el prestigioso Charlotte K...