C A P í T U L O 31

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-No puedo esperar a llegar a casa... -susurró en la oreja del menor, produciéndole un escalofrío que le recorrió de arriba a abajo.

Este le respondió con una pícara sonrisa y un guiño.

-Espero que la sandía que te has zampado antes te haga efecto esta noche, Charlotte. -murmuró riendo.

-Y yo espero que lo compruebes, Vinsmoke. -respondió de la misma forma. Ambos rieron y miraron por la ventana del autobús el resto del viaje.

Nada más bajar, Katakuri cogió en brazos a su prometido y entre risas echó a correr por la avenida camino a la casa del mayor.

Ichiji apoyó la cabeza en el pecho del adulto escuchando su acelerado corazón y sonrió. Tenía sueño, pero sabía que no iba a dormir hasta pasado un buen rato, por lo que se preparó para una activa noche que probablemente iba a disfrutar más que otras.

-¿Estas nervioso? -rió el pelirrojo.

-Tú deberías estarlo, mañana no vas a poder andar. -respondió.

-Espero eso... -susurró. -Pero probablemente te quedes corto.

-No me tientes, enano.

-Solo soy sincero. -concluyó. En ese momento Katakuri aprovechó que no había nadie en la oscura calle y estampó al pelirrojo en una pared, agarrando con fuerza su trasero.

Se acercó a su cara con el rostro serio e Ichiji podía sentir su aliento sobre sus labios, provocándole un cosquilleo. Se acercó un poco a él para besarle, mas la distancia aún era considerable por lo que intentó moverse del todo. Ichiji estaba sonrojado por el calor y la próxima excitación, deseando fervientemente un beso del Charlotte.

Justo cuando sus labios estaban a punto de juntarse, Katakuri se echó levemente hacia atrás. Una cobra en toda regla.

Su rostro dibujó lentamente una sonrisa peligrosa y apretó con fuerza el trasero de Ichiji causando que su sonrojo se incremente.

-Imbécil.

-¿Por qué? -inquirió riendo. El menor volvió a intentar acercarse, pero lo mismo sucedió.

-Imbécil. -repitió. -¿No ibas a romperme el culo? ¿A qué esperas?

Katakuri se sorprendió por las palabras de su acompañante, pero rápidamente se recompuso y metió una mano dentro del pantalón de Ichiji con lentitud rozando su pálida piel.

-¿Quieres que te lo haga aquí mismo? -susurró en su oído con malicia. El pelirrojo le sostuvo la mirada mientras los dedos del Charlotte rozaban sin vergüenza alguna su entrada.

-No serás capaz. -musitó. Katakuri estalló en carcajadas. Sin previo aviso metió un dedo, que tensó a su acompañante e hizo que soltara un leve gemido.

-Veo que aún no te has acostumbrado a tener algo dentro, voy a tener que arreglar eso. -murmuró con voz grave. Se acercó a su cuello y empezó a succionar la parte central de la garganta, dejando una marca para que supieran que el pelirrojo es solo suyo.

-Kat... Katakuri, para. Vamos a tu casa. -se removió incómodo. Bajó la mirada y se concentró en observar los botones de la chaqueta de su acompañante.

-¿Ah, sí? ¿Tanto te va a gustar que necesitas que nadie te oiga gemir? -susurró intentando intimidarle. Comenzó a mover el dedo consiguiendo que el pelirrojo suspirase.

-Sí...

-¿Cómo? No te he entendido. -el Vinsmoke finalmente levantó la cabeza y clavó su gélida mirada en los ojos rojos de Katakuri.

De nombre, Katakuri [KataIchi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora