Amistad

2.9K 317 20
                                    

El rubio se apresuró a limpiarse la cara con su brazo y mirar a otro lado, lo que menos quería era ver a Sasuke, seguramente ahora se burlaría de él.

– Naruto... – se acercó a él tratado de tomarle la mano–

– Déjame – Naruto le dio un manotazo al azabache para alejarlo– aléjate de mí...

– Naruto, en verdad creo que deberíamos hablar...

– no, nosotros no tenemos nada de qué hablar... Eso está claro...

– ¡no sea necio! Obviamente tenemos que hablar... yo quiero disculparme por lo que dije...

– ¿disculpa? ... quizá solo sientes lástima por mí...

– Uchiha... – la pelinegra se paró en medio de ambos– no es el momento, ni lugar indicados para hablar – hizo un leve movimiento de cabeza para que el azabache volteara a ver en dirección a la peli rosa que estaba oculta–

– entiendo... hablaré contigo a la salida Naruto... – tras decir eso se fue

–Claro, si me encuentras...

Sakura que por su parte creía estar perfectamente escondida rebosaba de alegría al imaginar que la feliz pareja tenía una pelea que seguramente ocasionaría la ruptura; y aunque no había escuchado la plática completa, estaba segura que el azabache dejaría al rubio por ella, sonrió y se fue de vuelta a su salón.

***

Era la tercera vez que suspiraba, al final mí el rubio ni la pelinegra habían entrado a clases, en cambio habían ido a la azotea a esperar que fuera la hora de la salida para sacar sus cosas de sus salones e irse. Mientras esperaban Naruto le había contado a su amiga todo a lo que el Uchiha le había dicho.

– Naru... – le sonrió con cariño mientras le tomaba las manos– no sigas llorando... no hagas caso a lo que ese idiota diga, sabes que no es verdad.

– lo sé, e igual debería estar feliz... Sai es feliz, no debo ser egoísta

– no eres egoísta, pero tampoco puedes estar alegre, es normal... pero debes calmarte si sigues así en tu casa se darán cuenta

– Es verdad – se limpió las lágrimas con la manga de su uniforme y sonrió– no quiero que mi madre me acose con preguntas...

Ambos rieron un poco antes de escuchar la campana que indicaba el fin de clases, de levantaron y sacudieron sus ropas antes de ir a sus respectivos salones por sus cosas.

– Entonces vamos por nuestras cosas

– Si, te veo en la entrada Hinata voy por mi mochila – tras decir eso se fue rápidamente; antes de que pudiera entrar al salón alguien lo tomo de la muñeca impidiéndole caminar

– Naruto... – ahí estaba el teme, de nuevo para burlarse de seguramente el, se dio la vuelta para poder encarar lo

– ¿Qué es lo que quieres Uchiha? Ya te dije que no tenemos nada de qué hablar...

– te equivocas, mira Naruto... lo que dije no era cierto, lamento haberte dicho eso... solo no sé porqué lo dije

– ¿Porque te encanta molestarme y hacerme sentir inferior a ti?– respondió con un tono de sarcasmo

– Quizá – se encogió de hombros– eso no lo puedo negar pero... me arrepiento de haberlo dicho, perdóname... mira te propongo algo

El rubio miro al Uchiha con desconfianza mientras pensaba si seguir escuchando o irse, aunque eso significaba dejar sus cosas; suspiró antes de volver a hablar

– ¿qué quieres? Habla rápido, Hinata me espera

– Naruto, sé que no nos llevamos hoy, pero... si nosotros "terminamos" no te va a ir muy bien, digo... lo sabes, ¿No? Así como la vez pasada que te atacaron, eso podría pasar de nuevo... alguien – obviamente refiriéndose a la peli rosa fastidiosa, limitándose a no decir su nombre, porque conocía al rubio lo suficiente... era demasiado amable como para creerle que su "amiga" era una maldita – podría inventar rumores...

– ¿me estás amenazando? – frunció el ceño molesto – olvídalo, no pienso seguir escuchando te, si quieres hablar pestes de mi hazlo, me da igual...

– no, no Naruto, no es eso, no te amenazo... solo que esa... esas locas podrían inventarse historias y hacerte daño, mira – suspiró mientras se rascaba un poco la cabeza– olvida lo que dije, lo importante y lo que quiero proponerte es... que continuemos fingiendo, solo que ahora tratemos de ser amigos... y ya no pelear, ¿aceptas?

– no lo sé... lo pensaré – le dio la espalda y entró por su mochila

– ¡Naruto! – La voz de la pelinegra los hizo voltear a verla – ¿qué haces con este? Y tú... ¿Por qué sigues fastidiando a Naruto? No es suficiente con lo que le dijiste o como lo tratas diario...

– Teme... primero necesitas la aprobación de Hinata, después hablamos – sonrió mientras terminaba de levantar sus cosas.

Sasuke frunció el ceño, el rubio lo molestaba demasiado, pero ya no tanto como antes, tomo a la pelinegra de la mano y se la llevó arrastrando

– ¡oye! ¿Idiota qué haces? – Hinata forcejeaba un poco tratando de soltarse

– ¡cálmate! Mira... Hinata, ¿no? Yo solo quiero evitar problemas con Sakura, creo que lo comprendes... ella no es de confianza como te habrás dado cuenta...

– ajá... ¿Y? No tiene que preocuparte, yo puedo defender a Naruto, y el igual puede...

– quizá... pero Sakura es una cizañosa... y la verdad Naruto y tú me agradan lo suficiente como para preocuparme un poco, deberían estar alagados... pero mira las posibilidades son que en su salón Naruto sea un marginado por culpa de Sakura, y tú no estás con él para apoyarlo... piénsalo...

– eres un fastidio... como sea... si Naruto quiere...

– ¡oigan! ¿Porque se fueron? ¿Planeaban irse sin mí?

– oh Naruto, no, no sabes que no solo le recordaba al maldito Uchiha lo mucho que me desagrada, y que lo tendremos a prueba – El rubio rió un poco

– sabes que no hace falta que seas ruda... bueno no lo eres solo haces como que si Hinata, anda ya... solo con que me pida perdón una vez más...

– sí, sí como sea, lo lamento dobe... Andando o se hará de noche – les quito las mochilas a ambos para llevarlas el

– oye eso no hace falta... – ambos amigos se sonrojaron – como sea andando... primero hay que dejar a Hinata...

– ¿Así que quieres deshacerte de tu amiga para estar a solas conmigo? – el azabache le sonrió a Naruto­ y como respuesta obtuvo que este le pisara el pie

– No seas idiota Sasuke, es porque el padre de Hinata es muy estricto...

– lo que digas

Entre algunas bromas los tres se fueron, y aunque para Sasuke lo suyo no fuera socializar, en ese momento de cierta manera se sentía cómodo con el rubio y la pelinegra... quizá de verdad pudieran lograr ser amigos. 

De Una Mentira Nace El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora