De Una Mentira Nace El Amor

Los consejos de mamá

Había pasado un mes desde que el azabache había ido a conocer a sus padres, quienes desde aquella vez ahora solían invitarlo a comer con ellos a menudo, el rubio suspiro mientras veía el techo acostado en la cama, Sakura no había ido a la escuela, al parecer se había justificado como enferma, Hinata y Karin se habían hecho amigas, y el, bueno seguía trabajando por enamorar a Sasuke.

– ¿En qué piensas? – El azabache lo miro de reojo mientras hacía la tarea – deja de estar en las nubes y ayúdame con la tarea...

– Bueno, es que es la primera vez que vengo a tu casa, tu habitación es tan ordenada, tu cama es cómoda y me da sueño.

– Acaso, ¿estás sugiriendo que quieres utilizar mi cama? – alzó una ceja mientras miraba al rubio y se levantó para ir a la cama y se sentó junto a este para besarle la frente.

– Obvio, para dormir – sonrió y le dio un beso en los labios mientras lo abrazaba del cuello – no sé en qué piensas tú.

– En eso pensaba, pero no sé qué creíste que pensaba... pervertido

– Mejor solo ayúdame a terminar la tarea – pellizco las mejillas del chico y se apartó para ir de nuevo a su escritorio.

– Bien, como digas señor amargado – suspiro y se levantó de la cama – por cierto, ¿Cuándo conoceré a tus padres? Digo, sería justo, ¿no? Tú conoces a los míos, pero yo no a los tuyos.

– Pues lamento decepcionarte, pero nunca vas a conocer a mis padres...

– oh claro, lo lamento, no me amas, solamente es más fácil aparentar que seguir mintiendo... En verdad no te entiendo, ¿para eso querías que fuera tu novio? Era más fácil seguir mintiendo... o ¿acaso solo quería a alguien para besar?

– No quiero discutir contigo, solo ayúdame con la tarea.

– Bien – bufo molesto mientras se acercaba a ayudarlo para acabar rápido y poder irse – sería mejor que cada quien haga su parte, así que haré lo que falta para poder irme.

– como gustes, no voy a detenerte, no sé qué se te ha metido en la cabeza, pero no voy a soportar tus berrinches.

– Perfecto – frunció el ceño y tomo sus cosas para salir de la habitación e irse – ¡idiota!

Azoto la puerta y caminó directo a la puerta, donde al abrirla se topó con Sai quien estaba llegando de casa de su novio.

– Naru – sonrió al ver al rubio – Hola, ¿Qué haces aquí?

– Sai – le devolvió el gesto – Vine a hacer una tarea con el estúpido de tu hermano...

– Ya veo, supongo que discutieron

– Yo... bueno, si

– Lo sabía, tu cara lo dice todo, ven, ¿quieres algo de beber?

– Agua está bien – sonrió y siguió al azabache hasta la cocina.

– ¿Por qué discutieron?

– Le pregunte que cuando iba a conocer a tus padres – murmuró mientras tomaba el vaso con agua – me dijo que nunca.

– Ya veo... Naruto, dime que es lo que ocurre entre tú y mi hermano, ¿Por qué de repente comenzaron a salir? – invito al rubio a sentarse.

– Para ser sinceros, ni yo lo sé, él simplemente me obligó a salir con él, dice que es por su reputación.

– Ya veo, descuida, hablaré con él para que deje de jugar contigo, no es justo para ti.

Sasuke suspiro, pues aunque el rubio no tenía razón para molestarse él lo había dejado ir sin tratar de arreglar las cosa, así que se levantó de su escritorio y bajo decidido a ir a casa de su pareja para arreglar las cosas. Al bajar se sorprendió un poco al escuchar la voz del rubio, por lo que fue directo de dónde provenía el ruido y ahí estaba este, platicando gustosamente con Sai.

–Vaya, así que ya te ibas a tu casa... bien si ibas a venir aquí a coquetearle a mi hermano, mejor mueve el culo y ayúdame con la tarea, ya te dije mil veces que Sai tiene novio, así que por favor deja de actuar como puta con él.

Naruto frunció el ceño ante las palabras del azabache y se levantó indignado para tirarle el poco de agua que quedaba en el vaso, tenía ganas de llorar, pero no le daría el gusto a Sasuke de verlo lastimado.

– ¡Eres un maldito idiota despreciable! ¡Sai acaba de llegar y me topé con el!

– ¡Sasuke!, no le hables así a Naruto.

– ¿Qué ocurre aquí?

De pronto una hermosa mujer de piel pálida, ojos negros y cabello azul oscuro largo entro a la cocina con unas bolsas de supermercado.

– Madre...

– Hice una pregunta – frunció el ceño – por favor respondan, ¿Qué está pasando?, ¿Por qué gritan? Y ¿Quién está este chico?

– Bueno madre, ya que Sasuke no quiere decir te nada, supongo que lo tendré que hacer yo, este chico es Naruto y es el novio de Sasuke, se están gritando porque Sasuke lo insultó.

– Por dios...

– Lo lamento – Naruto hizo una reverencia para luego tomar sus cosas e irse.

– ¡Espera! – la mujer trató de alcanzar al chico sin éxito – Sasuke, quiero que me explique qué pasó, y tu Sai, ve a tu habitación.

– Sí madre

Sasuke se cruzó de brazos molesto mientras veía a su hermano salir de la cocina con una gran sonrisa en el rostro.

– Bien, te estoy esperando jovencito, ¿Qué pasó? Debiste decirle algo muy cruel a tu novio para que se fuera de esa manera y te tirara agua.

– No es mi novio...

– ¿Entonces? Sai no me mentiría con un tema como este, te pregunto de nuevo, ¿o ya me dices? Y desde el inicio

– Bien – suspiro – Es mi novio, porque lo obligue a serlo, pero desde antes ya fingimos ser una pareja, no lo quiero, y se enojó porque no quise presentarle a mis padres, dijo que se iría, pero en lugar de eso bajo a coquetear con Sai, y si, lo insulte.

– Creí que te habíamos educado mejor... Si no amas a ese chico déjalo, además no había razón para que lo insultes si no sientes nada por él, también sabes que tu hermano tiene novio, él jamás intentaría algo con...

– Naruto...

– Exactamente, habla con él – sonrió mientras tomaba una servilleta para secar la cara de su hijo menor – Yo creo que en verdad si lo quieres, de otra forma no hubieras reaccionado tan agresivamente con el solo por hablar con tu hermano... arregla las cosas con ese chico y tráelo a la casa, te aseguro que el siente lo mismo que tú por él, sino, no le habría dolido lo que le dijiste, el pobre parecía que lloraría en cualquier momento, y si crees que no se quieres, déjalo ir, pero no juegues con él, ¿sí? Piensa bien lo que harás o podrías perderlo. Ahora ve a cambiarte.

Solo asintió en silencio mientras procesaba todo lo que su madre había dicho, quizá tenía razón y entre todo el juego de la mentira había terminado por enamorarse por el rubio, pues desde que lo había conocido se iban haciendo cada vez más cercanos. Fue a su habitación para cambiarse de ropa, iría a hablar con Naruto, le pediría perdón.

Tomó su cartera y celular para luego salir de su casa, iría a comprar un regalo para su novio por dos grandes motivos, el primero como disculpa por lo que le había dicho y el segundo porque sin darse cuenta ya había pasado un mes desde que lo había obligado a salir con él.