Jugando con fuego

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Karin recibió un mensaje de su amiga, la cual solo le dijo que había tenido un pequeño accidente por lo que tendría que irse a su casa, suspiró resignada tendría que desayunar sola o eso creía, pues Naruto la vio leer el mensaje alcanzando a leer un poco igual. Cuando el timbre sonó unos momentos después el azabache ya estaba en la puerta esperando al rubio, quien se levantó de su lugar e invitó a su amiga a comer con ellos, y no acepto negación llevando a la de pelo rojo con él.

– Sasuke, Karin va a comer con nosotros hoy – beso la mejilla de su novio, solo para aparentar por los que miraban, luego siguió de largo en busca de su otra amiga de cabello oscuro

– ¿Qué? ¿Y la otra arpía? – murmuró haciendo referencia a Sakura, pues para él ambas chicas eran unas brujas

– Si hablas de Sakura – la pelirroja habló – se fue, al parecer algo ocurrió y no pudo quedarse en la escuela.

Hinata que escucho a la pelirroja cuando salía de su salón comenzó a reír de nuevo al recordar su pequeña travesura, pero bien decían en el Código de Hammurabi, ojo por ojo, diente por diente.

– Entonces se fue... quizá fue mi culpa, cuando pintaba el mural se me callo pintura sobre ella – más que nada lo decía para advertir a la otra chica que no le agradaban.

Karin no conocía muy bien a la amiga de Naruto, pero podría jurar que definitivamente no había sido un accidente lo que le ocurrió a Sakura, sin embargo no diría nada, después de todo seguramente la chica se merecía lo que le había pasado.

Se sentía cómoda con su primo y los otros dos, pues normalmente solo comía con Sakura y únicamente se dedicaban a criticar a los demás, definitivamente era diferente de cómo el rubio platicaba emocionado con su amiga y novio con quien por momentos discutía haciendo que la de cabello oscuro tuviera que interferir para calmar lo. Cuando Naruto tomo a Sasuke del brazo arrastrándolo con él para que le comprara algo de beber noto la mirada de la amiga de su primo.

– ¿Qué quieres de Naruto? – Hinata fue directo al grano.

– tranquila, no quiero nada de él... solo es un buen amigo, me agrada, descuida no soy como Sakura, quiero ayudarte y a Sasuke a cuidar de Naruto...

– Querida no es por nada, pero eres amiga de la bruja rosada, ¿Que podría hacerte diferente de ella?

– Bien – suspiró– te diré la verdad... soy prima de Naruto, conocí a mi tía el viernes... mira solo tenía a mi padre, así que ahora que sé que tengo más familia no haría nada para dañarla

– No te creo...

– Se llama Kushina Uzumaki... tiene cabello rojo como yo, me contó que Naruto tiene un hermano mayor que se llama Deidara.

Definitivamente estaba en shock no podía creer que una de esas dos brujas fuera la prima de su amigo.

– bien... aun así no confiaré en ti hasta que demuestres que no eres como la chica chicle.

– está bien, descuida... me alegra que cuides tanto de Naruto, es bueno saber que tiene personas que se preocupan tanto por el...

Hinata solo se encogió de hombros, solo hacia lo que los amigos hacen por sus amigos.

– pero por favor no lo digas a nadie lo que te he dicho, si Sakura se entera ya no me dirá nada.

– Descuida – sonrió – de mi boca no va a salir nada.

La otra asintió y ambas siguieron comiendo mientras esperaban a los otros dos.

Sasuke le había cumplido el capricho al rubio quien iba tomando felizmente el refresco que le habían comprado, pero de repente vio como este se detenía, y entonces se dio cuenta, Sai estaba enfrente, besando al chico cara de mapache, frunció el ceño pues le enojaba que su novio se fijará más en su hermano que en él, así que tomo al rubio con fuerza de la muñeca lastimándolo un poco para llevarlo a un rincón y ponerlo contra la pared.

– ¡¿Ahora qué demonios te pasa?! – el rubio estaba molestó y comenzó a tallarse la muñeca apenas el Uchiha lo soltó.

– Silencio – fue lo único que dijo antes de tomarlo de mentón para besarlo mientras con su brazo libre lo tomaba de la cintura.

Naruto se sorprendió y trato de apartarlo empujando un poco sintiendo como este le mordía el labio inferior haciéndolo gemir con un solo acto provocando que abriera la boca la cual fue invadida por la lengua del contrario, se rindió... comenzó a acariciar el pecho de este subiendo sus manos para poder abrazarlo del cuello, definitivamente el Uchiha sabía cómo mover la lengua, se separaron para poder tomar un poco de aire.

– Sasuke... – su respiración era agitada y tenía un notable sonrojo – parece que te gusta besarme...

El azabache sonrió – ¿Y? ¿Acaso quieres que te bese otra persona?

– estás loco... solamente pienso que quizá de verdad estás enamorado de mí.

– Jamás, ni en tus sueños – sonrió prepotente – solo no quiero que descubran que mentimos, arruinaría mi reputación, por eso es mejor ser una pareja, aunque no sintamos nada el uno por el otro, solo será un tiempo.

– lo que digas... pero creo que te gusta besarme – lo tomó del cuello de la camisa para volver a besarlo, se estaba comenzando a volver adicto a esos labios que tenían un delicioso sabor a menta, de todos los besos que le había dado en tan poco tiempo el de hace unos minutos era el mejor de todos, tan apasionado que le era imposible describirlo.

Se separaron de nuevo y se sonrieron, el rubio sabía que estaba jugando con fuego, pero qué importaba ya se estaban quemando, sabía que si seguía así se terminaría enamorado de Sasuke antes de lograr que este se enamorará de él, y Sasuke por su parte solo quería lograr enamorar al rubio para poder sanar su orgullo, que se había dañado al saber que su falso novio tenía más interés de su hermano que en él, más que nada solo se trataba de un capricho que debía satisfacer.

– Volvamos... – acomodo el cabello del rubio con cuidado.

– Está bien, Hinata y Karin se quedaron solas... y creo que a Hinata no le agrada mucho Karin...

– Bueno no la culpo, yo tampoco confiaría mucho en ella y menos tratándose de Sakura.

– vamos, eres un exagerado, ellas son buenas, Karin es agradable y Sakura, bueno a veces parece enojada pero es buena en el fondo.

– pero muy en el fondo... escucha cuando te digo que ella no es una persona de confianza, me lo vas a agradecer después.

– De acuerdo, pero no todos son igual a ti de amargados.

– Olvídalo - frunció el ceño y comenzó a caminar – haz lo que quieras...

– Sasuke, era broma – corrió detrás de este para alcanzarlo y tomarle la mano.

Regresaron con las chicas en silencio, Naruto en definitiva odiaba el carácter del azabache, no podía hacer ni una broma pues este se enojaba, si seguían así terminaría rindiéndose sin enamorar al chico, sin embargo tenía un plan, llamaría a su hermano, no había nadie que le pudiera dar mejores consejos que él, definitivamente con ayuda de Deidara lograría tener a Sasuke en sus pies. 

De Una Mentira Nace El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora