Ambrose

Dragwarrior

El gran castillo de Dragwarrior, me encontraba frente a el, es mío, pero aún no lo puedo creer.

Era tan grande como dos montañas, deslumbrante y hermoso, con una gran cantidad de torres, cada una de ellas con una punta blanca en su cima. En el frente del castillo hay un portón de piedra y metal, indestructible. El interior tiene un sin fin de pasillos decorados por banderas de las tierras de fuego, el suelo estaba revestido con una alfombra roja; incontables habitaciones y salas con distintos usos. En la última planta habían establos para caballos de la realeza y en la última torre, había un gran patio con avestruces y pavos reales; Aquiles de seguro se daría un banquete de vez en cuando.

El castillo es enorme y hermoso. Pero nada se compara con el salón del trono...oh, el salón del trono. Una sala verdaderamente enorme en el medio de todo el castillo, las paredes que la rodean son color rojo sangre y todo el borde de estas era dorado con un borde con diseños que sobresalía de ellas. El techo, estaba muy alto ya que el salón del trono se encontraba en la torre del centro, donde no hay nada más que el gran salón.

Pero aún y con la gran altura que tiene, se era capaz distinguir el color plateado y los diseños en oro y bronce de el, estos diseños contaban una historia, la historia de las dos naciones y los 10 clanes. Una alfombra blanca estaba creando un camino en el piso de mármol brillante hacia el trono, donde habían trece escalones y en el último escalón había un solo trono, un trono de cristal y bronce, muy grande y extremadamente cómodo, en las puntas de los reposabrazos habían cabezas de tigre bravo con una lanza en su hocico.

Ahí entendí que ese, no era mi trono, y no sería mi castillo hasta que no desapareciera la última pieza, el último diseño, el último escudo y la última bandera de las tierras de fuego de el.

Mientras el tiempo pasaba y nos asentábamos lograron remover todo rastro de Nación Fuego de Dragwarrior. Si quedaba algo de esta nación, de seguro estaba bien escondido. Entre Colin, Andrew, mi padre, mi hermano y un herrero y constructor de el pueblo llamado Langstar, de la casa Borackove; me construyeron un trono, uno digno de Dragwarrior y uno que sería recordado por la eternidad, un trono digno para mi hijo, el futuro rey de Dragwarrior.

El trono de color blanco perla comenzaba como un asiento cualquiera, pero el espaldar era el torso de un dragón que justo cuando pasaba por mi espalda hacia mi cabeza se dividía en cuatro enormes cabezas de dragón.

•Titán estaba en la izquierda mirando para el lado izquierdo y con la mandíbula expandida hasta no más poder, mostrando todos sus colmillos. Aparte de eso, en sus escamas blancas, habían partes, detalles, color rojo y sus ojos, también eran de color rojo.

•Kronos estaba en el centro, él gran dragón blanco estaba mirando hacia enfrente de forma intimidadora y seria. Este era el único dragón que no tenía algún detalle que lo distinguiera pensarían los demás, pero al ser el único dragón blanco por completo justo la falta de esos "detalles" era lo que lo distinguía.

•Dextroso estaba en el lado derecho, mirando hacia el lado derecho, con la mandíbula expandida completamente, tenía unos detalles en las escamas a color gris y rojo que lo distinguían, además de este junte de colores en sus ojos por igual.

•Y Bellator. Ella está en el centro, como cinco o siete pies más arriba de Kronos, tiene sus ojos negros muy oscuros y sus escamas con detalles en negro muy brillante, sus cuernos casi llegan al techo y su hocico está abierto en su totalidad mostrando su doble hilera de colmillos afilados.

De el torso de Bellator salen dos alas que luego se doblan formando los reposa manos del trono. Toda la parte de abajo de este trono estába lleno de diamantes incrustados.

-La casa Moorsword, en las islas del clan del Mar.-Hablaba.-Una de las casas más poderosas y adineradas del mundo. Serían buenos aliados.-dijo este hombre con capucha en la sala del trono.