Revuelta aldeana

29 6 0
                                    

Al día siguiente muy temprano en la mañana a Colin lo levantó un estruendo fuera de la casa y como todavía se le hacía algo difícil levantarse pues me levantó para que saliera a verificar que era lo que estaba pasando ahí afuera.  Abrí un poco la puerta y al ver lo que sucedía afuera me di cuenta de que estaba todo mal.

-Colin tenias razón hay que partir hoy mismo.-me apoyé en contra de la puerta

-¿Que sucede Andro?-me pregunto tratando de sentarse.

-Está mas de la mitad de esta aldea en la puerta exigiendo que salgas, no puede ser algo bueno.-mis manos temblando delataban lo nerviosa que estaba.

-Pues debería salir.-opinaba

-Ni loco,-lo interrumpió Andrew.-ya saliste una vez y casi te matan que crees que pasara ahora que están furiosos de que no estés muerto.

-Si eso es una terrible idea.-Pensé.-Hay que irnos. Iré por los caballos, cuando esté ahí saldrán por la parte de atrás y nos vamos.

-No de ninguna manera.-discutió Andrew levantandose.-Andromeda tú lo salvaste, también te querrán matar y por traición, déjame decirte que no es una buena muerte.

-En ese caso, tu tampoco podrás salir.-opiné.-Tu lo llevaste adentro.

-Tu los amenazaste Andromeda, si yo salgo lo máximo que recibiré serán insultos, si tu sales te van a despedazar.-habló bruscamente frunciendo el ceño.- Es el mismo plan, cuando este ahí tocare tres veces y salen, se montan en los caballos y galopan lo mas rápido que puedan.

-Busca a Maya ella te dará ayuda,-pedí.- llévate mi espada.

-Así será. Los veo luego.- dijo mientras se iba por un hueco en parte de atrás de la casa-

-Andro, escucha...-me pidió Colin.

-Petit sanguis sanguinem...-Repetí.- Estos bastardos no saben superar.-susurre para mi misma.

-¿De que hablas? ¿Que dicen?-los ojos de Colin estaban grandes, mostraban su miedo.

-Dicen "la sangre reclama sangre"... Quieren matarte porque tu rey destruyó la aldea.-respondi.

-Estábamos en guerra y yo no estaba al mando, era un niño cuando eso pasó.

-Lo se, pero ellos perdieron su aldea, sus familiares, amigos, fue horrible.-pensé y mi corazón se hizo chiquito al recordar tal atrocidad.

-Estabas ahí.-me miro a los ojos y su mirada asustada se convirtió en una mirada curiosa.

-Tenia 7 años,-comence hablar luego de un suspiro.- y el misil calló muy cerca de mi casa, todo se empezó a quemar, se escuchaba la gente gritando, llorando... muriendo.-recorde el gran estruendo que ocasionó eso.-Mis padres estaban en la cocina y yo en mi cuarto, me quedé atrapada por unos escombros en la puerta, pero del otro lado mis padres peleaban por sacarme mientras la casa se quemaba poco a poco, ellos murieron ese día bajo el fuego del misil.-conte y un nido se formaba en mi garganta.- Pero Alcander me encontró a el lado de mis padres luego de dos días de soledad y me llevó a una aldea en el medio de la nada donde me crió como su hija y me enseñó a defenderme como guerrera.-sonreí al recuerdo de mi padre adoptivo en mi mente. Luego a mi mente vino otro recuerdo y ma sonrisa se esfumó.-Aún me acuerdo del horrible olor de la muerte, la desesperación de las personas por encontrar comida, refugio, ayuda.

-Suena como lo peor de el mundo.-El rostro de Colin estaba triste, como si el hubiera vivido lo que yo.-¿Donde estaba tu reina?

-Fue una pesadilla.-murmuré.-La reina estaba en su torre, celebrando por ganar la guerra. O eso ella pesaba.-comencé.- Habíamos perdido 300 guerreros y nuestra aldea no estaba protegida y cuando fueron hablar con ella acerca de eso solo reconstruyó unas cuantas casitas y mando a dar entierro a todos los muertos, dijo unas palabras falsas y ordenó que a todos los enfermos se ejecutaran y quemaran.

AmbroseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora