Año 2994. Andromeda Doskas, solo una niña en un mundo de reyes. Naciones y clanes divididos por lo historico, enfermedades misteriosas, piratas, salvajes, animales prehistoricos, criaturas mitológicas, mutaciones geneticas que todos pensabamos impos...
Caminamos por horas, seis o siete aproximadamente, hasta que vimos un gran árbol que llamó la atención de todos los presentes. Era un árbol enorme, hermoso y frondoso, el mejor que hubiera visto en mucho, mucho tiempo.
Los rayos del sol golpeaban sus ramas y hojas con suavidad haciendo que todo alrededor pareciera mas que una pintura detallada. Decidimos que era el momento perfecto para tomar un descanso de todo. Durante todo el viaje había tenido unas jaquecas y pequeñas visiones aparecían de momentos.
Donde me encontraba en la habitación blanca del científico, cosas que antes no me acordaba venían a mi cabeza, memorias donde el científico Lawan experimentaba con mi sangre. Cosa que no les he contado aun a los chicos, pero tengo planificado contarles, cuando todo esté mas tranquilo.
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Ordené ir a ese lugar tan hermoso a tomar un descanso, comer, para luego seguir nuestro camino; en ese momento aproveche para hablar con Einar y preguntar mas sobre él, sobre su pasado.
-Einar.-Lo llame mientras amarraba a Apolo a una de las ramas mas gruesas y largas de aquel árbol.
-¿Que pasó?
-Cuéntame de tu vida antes de mi.-Le pedí.- ¿Que sabías de tu pasado antes de que yo llegara?
-Es una larga historia...siéntate y te cuento. -dijo aguantándome la mano para ayudarme a sentarme.- Desde que tengo memoria soy un Bushmen, siempre me criaron como tal, me enseñaron sus creencias y me trataron como uno de ellos.-Contaba.- Tenía una familia, no supe que era adoptado hasta que te conocí. Mi madre se llamaba Madison y mi padre Bastian.
-¿Tenias hermanos?-Pregunté con sutileza.
-Dos gemelos pelirrojos, Nauzet y Sloan.-Dijo con una sonrisa que luego se fue tornando en tristeza.- Ellos...un día fueron a su escuela y cuando fuimos a buscarlos, la escuela había sido invadida por un clan el cual no fue identificado nunca y desde entonces están desaparecidos;-suspiró con pesadez.-se supone que ahora tengan ocho años, ya va un año que no sabemos donde están, pero nunca parare de buscarlos.-Dijo.-Son mis hermanitos.
-Es...triste,-lo miré.-es muy triste, ahora que se que tengo un hermano mayor, nunca dejaría que algo te pasara.-Dije mirando su rostro melancólico.- Nadie en este mundo valora tanto lo que es tener una familia como yo.
-Pues los dos valoramos lo que es tener una familia, ahora mas que me entero que tengo otra.-Dijo mirandome con una sonrisa.- Tuve una vida que podríamos llamar normal hasta que mis hermanos desaparecieron, todos enloquecimos buscándolos, mi padre enfermo y debido a eso murió;-se veía pensativo...-mi madre murió luego, con la enfermedad que casi destruye al clan.
-¿Casi?- pregunté confundida, hasta lo que sabía, el clan 12 ya no existía más...
-Oh, se me olvido contarte.-Dijo con obviedad.- Mientras te buscábamos le pregunte a Nailah sobre los bushmen y el clan.
