Mi vecino, mi amor secreto

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Pov Sesshomaru:

¿Nunca les ha pasado que conocen a alguien a quien odian cuando niño, se empiezan a llevar bien y después de un tiempo se enamoran perdidamente de ese individuo?, pues a mi si, a mis 19 años estoy perdidamente enamorado de mi vecino Inuyasha el cual se convirtió en mi amor platónico. Obvio que ni en broma se lo he dicho ya que no se como reaccionará, además de que es medio lento en estos temas, una vez le hicieron un comentario en doble sentido y ni cuenta se dio, pero bueno eso no entra en esta historia. Ahora estamos en mi casa jugando a Mario Kart, y si, "estamos" ya que Inuyasha está en mi casa, ¿y mis padres? están trabajando.

- ¡Volví a ganar!- dijo celebrando su novena victoria, si supiera que lo dejo ganar la mitad de las veces.

- Yo que tu no celebraría tanto.

- ¿Quieres la revancha?

- Si sabes la respuesta para que preguntas- y volvimos a jugar, las horas han pasado y vamos empatados con 20 victorias cada uno, hasta que llegando a la linea final, PUM, se va la corriente.

- NOOOOO, PORQUE LA VIDA ES CRUEL.

- Calmate por favor, ni que hubiera explotado un volcán- me levante a buscar una lamparita que había en un cajón de mi cuarto para alumbrar un poco la habitación.

- Dices eso porque estaba a punto de ganarte.

- Ni en tus sueños mas asombrosos- dije mientras me acercaba para ayudarlo a levantarse.

- Espera, se me entumieron las piernas.

- No me extraña, si no has cambiado la posición en todo el rato- le dije e infló sus mejillas a modo de puchero, aa me derrito- Estira las piernas un rato a ver si se te pasa, voy a bajar a buscar algo de comer.

- ¿Me puedes dejar la lámpara?

- ¿Todavía le temes a la oscuridad?- pregunte dejando escapar una risa baja.

- ¡Claro que no!- dijo alzando un poco la voz y algo avergonzado- Es solo que...perdí mi teléfono.

Todavía no se da cuenta que es malísimo para mentir pero de todas formas se la deje y utilicé la de mi teléfono que estaba a punto de morir. Fui al refrigerador por unos refrescos y encima de la mesa quedo un paquete de galletas así que lo tome y subí a mi habitación.

Después de un rato ya nos habíamos comido la merienda-cena, eran las 10 de la noche y todavía no ponían la electricidad, así que para matar un poco el aburrimiento nos pusimos a hacer la tarea con la poca luz que teníamos. Unos 10 minutos después terminamos y el teléfono de Inuyasha empezó a sonar.

- Alo...Si estoy con el...Ok no te preocupes...Si se lo diré...Hasta mañana.

- ¿Quién era?

- Aome, me dijo que se quedaría con una amiga en una noche de chicas y que mama se fue con los abuelos. Te manda saludos.

- Ok- de repente se oyeron unos ruidos estruendosos parecidos a truenos, pero después de eso solo recuerdo estar tumbado en el piso con Inuyasha abrazándome.