Mi vecino, mi amor secreto

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Pov Inuyasha:

Estaba durmiendo tranquilo cuando siento que una luz cálida y brillante decide molestarme por lo que abro los ojos lentamente mirando a mi alrededor.

- ¿Donde estoy?- dije extrañado ya que esa no era mi habitación y de repente la puerta se abre y veo a Sesshomaru- ¿Que pasó anoche?- pregunte tallándome los ojos ya que estaba adormilado.

- Te quedaste a dormir anoche, ¿o no lo recuerdas?

- Claro que si; pero después de la llamada de Aome no recuerdo más nada.

Parece que nada bueno ya que se tomó un momento para responder.

- Después de la llamada de Aome empezó a tronar- fue todo lo necesario para hacer que me sonrojara de la vergüenza.

- Lo siento- dije en un susurro, tome una almohada y enterré mi cabeza en ella apenado por la escena que debí montar anoche.

- No tienes porque disculparte- dijo acercándoseme y acariciándome la cabeza por lo que la saqué de la almohada.

- Vine a avisarte que el desayuno esta listo.

- De acuerdo, ahora bajo- en cuanto me levanto de la cama noto un pequeño detalle...esta ropa no es mía, y ante mi confusión miro hacia Sesshomaru en busca de alguna respuesta.

- Cuando te quedaste dormido te puse una de mis camisas ya que no trajiste ropa- dijo con su típica cara seria, ay me muero.

- Gracias, en cuanto me cambie bajo a desayunar- le dije con un ligero sonrojo.

- No tardes- dijo para depositar un beso en mi frente  y salir de la habitación dejándome mas rojo todavía.

Pov Sesshomaru-:

Salí de la habitación con una ligera sonrisa y, al pensar con detenimiento lo que hice, sentí como mi cara se calentaba de a poco, dándome un golpe mental al no creer que lo hubiera besado así como así, y al verlo con una camisa mía hasta los muslos hacía que recordara la imagen de su cuerpo cuando lo estaba cambiando; simplemente me daba la impresión de estar soñando.

Al llegar a la cocina me encontré a mi padre terminando el desayuno y a mi madre con cara de pocos amigos.

- Adivinaré, papá te quito el "trabajo" ya que no debes hacer esfuerzo.

- ¡Exacto!- gritó mi madre- Tu padre todavía no entiende que el médico me dijo que fuerza excesiva no la podía hacer, pero algo como el desayuno no es problema.

- Y tu terca madre todavía no entiende que no importa lo que dijo el médico, no dejaré que levante un dedo hasta que no se recupere- dijo papá sin despegarse del fogón. Esta era una rutina mañanera en la casa desde que a mamá hubo que operarle la palma de la mano por haberse roto unos huesos al golpearse accidentalmente con el martillo carnicero- ¿Hijo ya avisaste a Inuyasha?

- Si, dentro de un momento baja...hablando del rey de Roma- viré mi cabeza hacia las escaleras al sentir un ruido y vi bajando a mi pelinegro.

Al bajar, Inuyasha saludo a todos y nos sentamos en la mesa a desayunar. Después de unos minutos de una amena platica todos los presentes habíamos terminado y mi pelinegro se despidió de todos volviendo a su casa.

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Creo que se llama martillo carnicero lo que se usa para golpear la carne.