- ¡Italia!- Sonrió el mayor abrazando a la niña y cargándola en sus fuertes brazos.- ¿Qué te trae por aquí?
- Te extrañe tanto Abuelo Roma.- Dijo haciendo caso omiso de la anterior pregunta para corresponder el abrazo.- ¡Hay muchas cosas que contarte! ¡Ahora tengo un nuevo nombre! ¡Y Sacro Imperio Romano y yo ya somos más unidas!
- ¿Un nuevo nombre?- El imperio se extrañó y bajó a Italia de sus brazos.-Entonces, ¿cómo te llamas ahora?- El mayor río por lo bajo.
- Me llamo Venecia Vargas.- Explicó sonriente.- Tu eres una persona muy importante para mi, por eso te lo digo.
- Ya veo.- Respondió.- Me alegra que te guste tu nuevo nombre Italia, aún que me dará un poco de nostalgia ya no poder llamarte como antes.
- ¿Cuál era mi nombre humano? ¿Me diste uno?- La italiana miró atenta al mayor. Sus ojos brillaron de emoción. "¡Mi nombre original! ¡Un nombre digno de un caballero!"
- Claro que te lo di, tu nombre es Feliciana Vargas.
- ¡¿Porqué sólo nombres de niña!?- Exclamó con los ojos en blanco.- ¿No puede ser uno más varonil?
- ¿Porqué una niña como tu querría parecer más masculina? Seguramente no has visto lo enredado y sucio que tienes el pelo.- El abuelo suspiró, pero nunca borro la sonrisa de su rostro.- incluyendo tus pantalones.- Suspiró de nuevo, quitando las hojas que guardaba su cabello.
- Pero si soy un niño, abuelo.- Corrigió algo desesperada.- Soy un chico, me ensucio, mi cabello está enredado, mi vestimenta...
- ¿Quien fue él que te metió eso a la cabeza, Italia?- Imperio Romano la vio con mucha seriedad.- Ven, dale un abrazo a tu abuelo.- Estiro sus grandes brazos para abrazar a su nieta preferida.- Tu eres quien eres Ita-chan, no lo olvides, ni dejes que te digan lo contrario independientemente de que seas niño o niña.
- ¡Claro Abuelo Roma!- La castaña volvió a sonreír despreocupada.
***
- A-Abuelo Roma...- Una baga lágrima de tristeza bajó por la mejilla de Italia a pesar de que esta seguía dormida.
- Venecia...- Sacro Imperio Romano observo a la niña con preocupación.- ¡Venecia, despierta!- Gritó empezando a sacudir con fuerza a Italia.
- ¡No Sacri, déjame! Quiero seguir soñando con el Abuelo Roma.- Reclamó alejándose aún con los ojos cerrados.
- Pero Venecia, has estado dormido todo el día, ya esta oscureciendo.- SIR se acercó a la república y le quitó las manos de los ojos para que pudiera ver bien.- ¿Ves? Si no llegamos a tiempo tía Austria se enojara con los dos.
- T-tienes razón.- Italia asintió recordando la última vez que Austria la había dejado sin comida y estaba segura de que no iba a poder aguantar otro castigo como ese.- Vámonos de aquí rápido.
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Nyo!Chibitalia.
FanfictionMientras el pequeño Chibitalia era una "sirvienta" más en la casa de Sacro Imperio Romano y su mayor austriaco, mientras barría, lavaba y atendía a sus superiores, su versión femenina, Nyo!Chibitalia pasaba por una vida ni tan igual y tan diferente...