"Y esa es la historia"

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- Y esa es la historia.- Finalizó Italia, dejando su taza de té vacía sobre la mesa. Levantó la mirada y vio a Japón llorando (disimuladamente). Se sobresaltó y exclamó.- ¿¡Japón?! ¿¡Por qué estas llorando?

- Italia...- Japón le dedicó una sonrisa triste a su amiga.- ¿Cómo puedes contar una historia así, y después preguntarme por qué lloro?

- Oh. Bueno.- La chica italiana se encogió de hombros y también sonrió con un aire melancólico. Ella también quería llorar, pero no podía. Simplemente había llorado demasiado por la misma razón, que de repente ya no parecía tener sentido hacerlo.- Esa ya es una historia antigua, de todas maneras.

- Vaya...- Japón se limpió las lagrimas con una servilleta.- ¿Porqué nunca me habías contado?

- Quien sabe...- Italia hizo su plato de pasta hacia un lado. No tenía ganas de pasta.

Rayos. Ni siquiera puedo comer pasta cuando me acuerdo de ella.

No quería nada que no fuera Sacro Imperio Romano.

- Quizás creía que Sacro Imperio era como un deseo antes de soplar la vela de cumpleaños. Quizás temía decirlo en voz alta, por que al igual que los deseos, no llegaría a mí si se lo contaba a otra persona.

- Quizás...- Repitió Japón, asintiendo lentamente.- ¿Alemania sabe algo de esto?

- Ve~?- Italia frunció el ceño.- Por supuesto que no. Si Prusia no le ha hablado de Sacro Imperio, yo tampoco lo haré.

- ¡Deberías decirle! ¿Y si...?

- No. No lo digas.

- Pero, ¿si tal vez...?

- No Japón, no.

- ¿Y si tan sólo...?

- ¡Alemania no es Sacro Imperio Romano!- Gritó Italia, dejando un silencio incomodo en la habitación. Observó la cara ofendida de su amiga, tomó aire y suspiró.- Lo siento. Es sólo que...Alemania no puede ser ella. Nadie puede ser como ella.

Se escuchó un timbre de celular bastante oportuno. Italia volvió a tomar aire y sacó el objeto de su bolsillo. Justo cuanto vio de quien era la llamada su rostro se iluminó.

- ¿Doitsu?- Preguntó la chica italiana, con su usual tono de voz. Ya no lucía enojada, para nada.- Ve~...¡Doitsu! ¿Por qué no nos acompañas a Japón y a mí? Estamos en mi casa y...- Italia volteó hacia la joven japonesa, la cual la observaba con cara de poker.- ...espera.

Italia cubrió la parte inferior de su celular con su mano y le dijo a Japón:

- ¿Ehh? ¿Por qué me miras así?

- No. Nada.- Japón bajó la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas.- Es sólo que...siempre pareces muy feliz con Alemania...digo, siempre pareces muy feliz con todos, pero con ella es...

- Nihon, ya hemos hablado de esto. Entre Doitsu y yo no hay nada. Il mio cuore appartiene a Sacro Romano Impero.(1*)

- Nani kanashī koto...(2*)- Murmuró Japón para si misma, suspirando rendida.

- ¿Qué decías?- Le preguntó Italia a su celular, tomando de vuelta su plato de pasta. Al menos siempre estaba Alemania para regresarle el apetito cuando más lo necesitaba.

Después de varias risas y saltitos, Italia por fin colgó.

- Doitsu ya viene en camino~!

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Il mio cuore appartiene a Sacro Romano Impero.(1*)- Mi corazón pertenece a Sacro Imperio

Nani kanashī koto...(2*)- Que cosa tan triste...

Nyo!Chibitalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora