"Pum-pum" Se escuchaba en el pasillo principal, sin embargo nadie se acomedía a abrir la entrada que aquella casa.
- Romana, ¿puedes hacerle un favor a la jefa?- Preguntó agotada y tambaleante la española, pues llevaba cinco cajas en sus delgados brazos y parecía no aguantar más.- ¿P-podrías ver quien toca?
- ¡¿Qué no ves que estoy tomando mi siesta, maldición?!- Gritó a todo volumen la italiana sureña levantándose a duras penas de su cómoda cama y dirigiéndose a la entrada.- Perfecto, primero me hacen trabajar y ahora tengo que soportar a la niña está.- Hizo berrinche, dejando la puerta abierta tras ella mientras se daba la vuelta y se sentaba en una silla de estar. La niña la miro incrédula, esperando una señal para poder entrar.- ¿Qué esperas? ¿Una invitación por escrito?- La rubia frunció el ceño y entro armada de valor.
- La niña, tiene nombre, y es Sacro Imperio Romano Germ-
- ¡Por Dios! ¿Hay gente que en serio te llama así?
- Bueno.- SIR se quitó su sombrero de forma formal y puso las manos atrás.- La verdad es que no, no la hay, pero a veces cuando se enojan conmigo, ahí algunos cuantos qu-
- Sí, sí, sí, no te estoy preguntando por la historia completa de tu vida.- La castaña se cruzó de brazos y acomodó su esponjado vestido color rosa.- ¿Porqué estas aquí?
- Bueno, como tu eres el único familiar directo de Italia...-Trago un poco de saliva.- O más bien el único que conozco en persona...
- Aja, aja.- Romana sacó un tomate de su bolsillo y empezó a comerlo despreocupada.- Rápido, ve al grano que me aburro.
- Y-yo...- Estrujo su sombrero con nervios y de inmediato sus mejillas se tornaron rojas.- ¡Yo quisiera tu permiso!- Explotó.
- ¿Eh?- Romana empezó a toser, atragantada con su tomate.- ¿Q-qué tu quieres mi que...?
- Quiero tu permiso, ya lo dije.
Romana abrió los ojos lo más que pudo. Esta vez sí estaba pendiente de lo que SIR le decía. No se esperaba esas palabras.
- ¿Permiso para qué?
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Nyo!Chibitalia.
Hayran KurguMientras el pequeño Chibitalia era una "sirvienta" más en la casa de Sacro Imperio Romano y su mayor austriaco, mientras barría, lavaba y atendía a sus superiores, su versión femenina, Nyo!Chibitalia pasaba por una vida ni tan igual y tan diferente...