A la mañana siguiente nada mejoró.
Tampoco al día siguiente.
Mucho menos al día después de ese.
Fue al cuarto día cuando Hungría se comenzó a preocupar, pues Italia pasaba horas fuera de la habitación de Sacro Imperio Romano, sin moverse de allí ni siquiera para comer a sus horas.
- Te traje esto.- Dijo Hungría, tendiendo a la niña un plato pequeño de pasta.- Me costó un poco de trabajo conseguir los ingredientes, pero si así consigo que me perdones....
Italia lo miró con la mirada aburrida, negándose a contactar.
Sin embargo, aceptó el plato de pasta sin chistar.
- Sacri sigue sin salir de su cuarto...- La castaña suspiró.- Me pregunto si estará comiendo bien....
- La señorita Austria dice que se encuentra bajo mucho estrés, aunque estoy seguro de que todo estará bien.
- Todo...estará bien.- Repitió Italia con lentitud. Parecía decidida a querer creerse estás palabras.- Sí, todo estará bien. ¿Porqué no habría de estarlo?
- Así se habla.- Hungría sonrió.- ¿Puedo sentarme contigo?
Italia asintió, comiendo de su pasta con muy pocos modales. Hungría rió por lo bajo, mientras la despeinaba con cariño.
- Tengffo unga iddea.- Comentó la menor, hablando con la boca llena.
- ¿Qué clase de idea tienes?- Preguntó el mayor. De seguro era la única persona en la faz de la Tierra capaz de entenderle a Italia mientras comía.
- Puefdo dagle uhm pagstel.- Respondió ella, tragando el bocado.
- ¿Darle un pastel?- A Hungría se le iluminaron los ojos.- No hay nada que el pastel de chocolate no pueda curar. Yo te ayudaré.
***
*Toc* *Toc*
- Ah....- Sacro Imperio Romano levantó la cabeza del escritorio lentamente, sin percatarse de los toquidos que se escuchaban al otro lado de la puerta.
Se había quedado dormida mientras atendía sus asuntos,
y al despertar no pudo evitar recordar cierto problema que le agobiaba cada instante que transcurría.Se levantó de la silla, dirigiéndose a la puerta. Se tomó unos momentos para reflexionar sobre qué sería mejor hacer. ¿Debería atreverse a abrir? ¿O sería preferible mantenerse allí, encerrada?
- ¡Sacri! ¡Tenemos un pastel sólo para ti!- Bramó una niña italiana, sin lograr ocultar su impaciencia por ver a la niña rubia.
Italia y un pastel.
Muy bien. Esa era motivación suficiente motivación para hacerla salir.
Cuando a penas Sacro Imperio iba abriendo la puerta Italia la jaló hacia ella, dándole un gran abrazo.
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Nota de la autora:¡¡HOLA!! ¿Cómo están, hermosas personas? (・ω・)ノ gracias por leer esta historia
Disculpen las tardanzas XD sé que debí haber actualizado ayer y que este capítulo deja mucho que desear pero los exámenes se están comiendo mi tiempo, y tengo otras 2 historias a parte que actualizar.
Así que perdón *hace una reverencia en forma de disculpa (?)* Nos leemos pronto!!
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Nyo!Chibitalia.
FanficMientras el pequeño Chibitalia era una "sirvienta" más en la casa de Sacro Imperio Romano y su mayor austriaco, mientras barría, lavaba y atendía a sus superiores, su versión femenina, Nyo!Chibitalia pasaba por una vida ni tan igual y tan diferente...